Faltan poco más de 14 semanas, casi 100 días para que concluya la presente administración veracruzana y el escenario para el gobernador Javier Duarte y su más cercano equipo de colaboradores no podría ser más oscuro.

A los problemas derivados de las revisiones a las cuentas públicas que realiza la Auditoría Superior de la Federación; a las denuncias presentadas ante la Procuraduría General de la República; y al claro y exacerbado enfrentamiento con quien será el sucesor en el cargo, el panista Miguel Ángel Yunes Linares, se suma el rechazo evidente del Partido Revolucionario Institucional y, sobre todo, del jefe del Poder Ejecutivo Federal.

Duarte ya no está en el ánimo de Peña Nieto; eso es tan claro como el hecho de que las declaraciones que salieron del titular de la ASF, Juan Manuel Portal Martínez, y del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, no son hechos aislados ni gratuitos. Parece que se prepara la cama para Javier Duarte.

Es rudo pero muy apegado a la realidad, decir que el gobierno veracruzano y su titular se han convertido en ejemplo nacional de corrupción, al menos ante la opinión pública. 

Las señales que indican que la caída del ejecutivo de la entidad podría registrarse antes del 30 de noviembre son cada vez más claras. No es descabellado, en ese contexto, decir que Duarte de Ochoa podría no concluir su periodo como gobernador de Veracruz.

A la declaración de Enrique Peña Nieto, quien dejó claro que no meterá las manos por los gobernadores señalados, se sumó este martes la postura del auditor Superior de la Federación, quien expuso que ante las observaciones, no existía solventación alguna por parte de la administración estatal; por si fuera poco, este miércoles, el PRI inició un proceso que podría concluir con la expulsión del partido del gobernador veracruzano.

Este miércoles, Fernando Elías Calles, presidente de la Comisión de Justicia Partidaria del PRI, habló de dicho proceso, que incluye la notificación a los inculpados, el análisis de las pruebas, así como la determinación de la procedencia de la sanción.

Si Duarte es expulsado del tricolor, entonces las dudas, que cada vez son menos, sobre su futuro en cuanto a los señalamientos y denuncias que enfrenta su administración, quedarán despejadas.

La confusión de Garrido

A propósito, el diputado Francisco Garrido se aventó la puntada de salir en defensa del gobierno estatal y señalar que el auditor federal, Juan Manuel Portal, realizaba una especie de campaña mediática contra Veracruz.

Francisco Garrido preside la Comisión de Vigilancia en la Legislatura del Estado. Dijo que el titular de la ASF carece de facultades para difundir en el país los problemas que tienen los estados; y expuso que Portal Martínez debe acudir a la PGR para realizar las denuncias correspondientes.

Alguien debería decirle al diputado Garrido, primero, que los resultados de las revisiones a las cuentas de Veracruz, como los de todos los estados, son públicas y se pueden consultar en la página de internet de la ASF; segundo, que nada impide al titular del organismo llevar el asunto a los medios; tercero, que las denuncias ante la Procuraduría ya fueron presentadas y siguen su curso; y cuarto, que hablar de la presunta corrupción de la administración estatal no equivale a realizar campaña alguna contra el estado; en pocas palabras, Javier Duarte es el titular del ejecutivo, pero Veracruz es mucho más que su clase gobernante.

Veracruz, con los peores números en empleo

Un diario de circulación nacional consignó recientemente los datos del Instituto Mexicano del Seguro Social en cuanto al comportamiento del empleo. Destaca que julio fue el peor mes del año, ya que la mitad de las entidades del país reportaron la pérdida de plazas laborales.

Lamentablemente para Veracruz, esta es la entidad que registra los peores números. Cada día, el IMSS reportó la pérdida de 147 plazas; en pocas palabras, durante dicho mes se perdieron 4 mil 560 empleos.

En cifras acumuladas, el estado de Veracruz ha tenido números desastrosos durante los primeros seis meses del año: 30 mil 454 puestos de trabajo se perdieron sólo durante dicho periodo.

Parecerían únicamente cifras; sin embargo, son más de 30 mil familias que hoy carecen de recursos para enfrentar sus necesidades.

Entre esas familias, por ejemplo, se encuentran miles que dependían de la industria petrolera, sector que ha reducido significativamente su actividad en Veracruz.

De acuerdo con el reporte del IMSS, no hay entidad peor ubicada que la veracruzana en cuanto al comportamiento del empleo.

Lo malo es que dada la casi inexistente obra pública en el estado; la escasa inversión productiva; la baja actividad que registra la industria de la construcción; y las malas expectativas en el sector petrolero, resulta predecible que el segundo semestre del año será todavía peor para la entidad. @luisromero85