En esta segunda entrega, Abel Aranda habla de su formación autodidacta y de sus experiencias en Xalapa y en JazzUV.

Todo lo que yo toque se llenará de soul

Trópico, para qué me diste
las manos llenas de color.
Todo lo que yo toque
se llenará de sol.
(Carlos Pellicer)

Estuve hasta los 20 años en Comalcalco estudiando con César y a esa edad vine a Xalapa a un seminario de JazzUV, fue mi primer acercamiento al jazz. Estaban de maestros Édgar Dorantes, Frank Forke, Beto Jiménez, Aleph Castañeda, Nissiel Ceballos. Mi mamá me ayudaba con mucho esfuerzo, pero no me alcanzaba el dinero, entonces me metí a trabajar en un Fasti por las noches. Cuando llegué, todavía me sentía rockero y venía con la idea de ver qué era el jazz. Cuando entré al seminario y conocí Xalapa dije quiero ser jazzista.
Entre el 2010 y el 2015 estuve yendo y viniendo por cuestiones de dinero. Me regresé a Tabasco a trabajar porque no podía vivir en Xalapa y seguí preparándome, en ese tiempo tomé clases de armonía con Vicente Luna, maestro de Villahermosa que es súper bueno, me ha dado las mejores clases de teoría. Estudié con Francisco Lelo en el DF, ya más enfocado al jazz. Estudié con Eduardo Piastro, me gané una beca para ir al seminario Tónica, ahí tomé clases con Alex Sipiagin y con Steve Cárdenas, y venía a los festivales de JazzUV. En el 2012 estudié un curso preparatorio en JazzUV. Esos cinco años estudié de manera autodidacta, fue una de las mejores épocas de mi vida porque avancé, estudié la técnica de guitarra, el jazz.
En el 2015 me ofrecieron entrar de maestro a la UJAT (Universidad Juárez Autónoma de Tabasco), estuve dando clases un año, en 2016 decidí entrar a JazzUV y me regresé a Xalapa. Ya estoy a más de la mitad de la carrera, espero terminar casi todas las materias en diciembre.
La escuela ha sido una gran plataforma, estuve en la JazzUV Band, me pusieron a tocar con Henry Cole en el festival pasado, también toqué con Gabriel Hernández y con Magos Herrera. Por mi cuenta, hace poco toqué con Ed Calle, fue una experiencia muy importante porque justamente eso es lo que yo pretendo, ser un músico versátil que esté preparado para abordar situaciones musicales de diferentes géneros, he tocado pop, he tocado música norteña, ahora toco con un trío de un amigo de Villahermosa que se llama Piña Trío, es un trío más enfocado a la corriente del rock jazz. Tocamos Samuel Piña, Hiram Griss, egresado de JazzUV, y yo. Acabamos de grabar un disco el año pasado en el estudio de Hernan Hecht. Aquí toco con la Orquesta Real de Xalapa, que está a cargo de Zurisadai (Sastré) y con Abraham Díaz & Tetragon.
El grupo norteño con el que toqué el año pasado se llama D’Instinto, hicimos unas fechas en el Metropolitan y en El Lunario. Yo detestaba la música norteña y se me presentó la oportunidad, por un muy buen amigo, de trabajar en ese grupo, ahí toco el bajo y en algunas fechas la guitarra acústica. A partir de que toqué en ese grupo le tuve un respeto impresionante a la música norteña y ahora me gusta, me parece una música muy muy bonita, no todo, hay cosas que no me gustan tanto, pero en general, me parece una música bonita.
Yo no crecí con la música de tamborileros, la música de la cumbia, la música de Chico Che, nada de eso era muy cercano a mí a pesar de que crecí en Comalcalco, un lugar donde eso se escucha diario. No era parte de mi día a día, pero ahora que estoy fuera de allá y que conozco otras músicas, veo eso con mucho respeto porque, al final, es un reflejo de la sociedad tabasqueña -la música siempre es el reflejo de la sociedades-, y me ha interesado mucho últimamente.
Me he abocado más a ser sideman, ahora no puedo tener tantos compromisos por la escuela, pero eso ha sido prácticamente lo que he hecho.

Donde se vuela sin alas

Yo que de Tabasco vengo
a mirar altas montañas,
a respirar entre espejos
de atmósferas por las altas
terrazas de altiplanicies
donde se vuela sin alas…
(Carlos Pellicer)

Xalapa es una ciudad que ofrece tantas cosas culturales que yo no he visto en otras ciudades, desde la Sinfónica, desde que aquí están reunidos grandes maestros de la música como Rafa Alcalá, Aldemar Valentín, Édgar Dorantes, todos los grandes músicos clásicos. Que estén concentrados aquí y que haya una comunidad ha sido una cosa que me ha inspirado. Que haya un Orbis Tertius, un grupo que tiene la universidad, no lo he encontrado en otra ciudad. Que haya un florecimiento de grupos nuevos, de alumnos, para mí es fantástico y enriquecedor, son cosas que yo pienso que no lo hubiera encontrado en Villahermosa, por ejemplo. Xalapa y JazzUV, como plataformas, han sido súper importantes para mí.
El primer Festival que estuve fue cuando vinieron Jeff «Tain» Watts, Kenny Barron y Gretchen Parlato, ver en vivo a esos grandes músicos que han marcado la historia del jazz, y que además den una masterclass, es una experiencia única. Eso lo tiene Xalapa. También me cambió completamente ver a Kurt Rosenwinkel, del que soy fan, a Peter Bernstein, Mike Moreno, Antonio Sánchez, [John] Patitucci, [Gonzalo] Rubalcaba, Miguel Zenón, David Sánchez, Luis Perdomo. Ver a todos esos músicos que hacen jazz al más alto nivel y ver cómo son como personas, cómo comparten la música, cómo piensan al respecto de la música, te da una idea del estándar de un músico de jazz y creo que al salir de JazzUV, deberíamos estar en ese estándar.

(CONTINÚA)

PRIMERA PARTE: El soul ardiente
TERCERA PARTE: Conexión con la tradición



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