Quienes participan y conocen el proceso de juicio político en contra del Fiscal Jorge Winckler coinciden en que una vez que se agotaron las audiencias para el desahogo de pruebas y alegatos, su suerte está echada. Esta misma semana estaría dejando el cargo, aunque el proceso todavía tenga que llevarse al Tribunal Superior de Justicia, donde su presidente ya está listo para hacer la parte que le toca.

Tener en su contra a la Constitución del Estado, y ahora a Edel Alvarez Peña, Presidente del Tribunal Superior de Justicia, son las razones que han precipitado su caída. En el primer caso, el artículo 78 refiere en que si alguno de los dos juicios que enfrenta es procedente, Jorge Winckler tendrá que separarse del nombramiento en tanto el Tribunal de Justicia determina si existen pruebas para su destitución.

Luego de que entre jueves y viernes concluyeron las audiencias de pruebas y alegatos de los juicios políticos que se le siguen a Winckler, -quien es acusado por los delitos de tortura y desaparición forzada-, la Comisión Instructora tendrá tres días para dictaminar. Los plazos vencen entre mañana y el miércoles, por lo que el dictamen definitivo podría votarse esta misma semana, a pesar de que el Congreso tiene como plazo hasta el próximo lunes 11 de febrero.

¿Qué pasara en los próximos días? Según se establece en la ley, una vez que se apruebe el dictamen que emita la Comisión Permanente Instructora lo turnará a la Secretaría General, la cual lo enlistará en la siguiente sesión del Pleno para su acuerdo, el que se votará en el plazo de siete días posteriores a la fecha de su turno. Sin embargo, se trata de fechas fatales, por lo que todo puede ocurrir antes de que se cumplan los plazos, como será el caso.

Todo se resolverá esta misma semana. La razón es simple: el jueves 31 de enero vence el primer periodo ordinario de sesiones de la Legislatura, por lo que a partir del 1 de febrero se instalará la diputación permanente. Si el dictamen no se vota esta misma semana, se tendría que solicitar a la diputación permanente la realización de un periodo extraordinario.

Por eso, para la fiesta de la Candelaria, Winckler estaría fuera de la Fiscalía. El artículo 23 constitucional determina que, “si de las constancias del procedimiento apareciere la responsabilidad del servidor público, la Comisión Permanente Instructora dictaminará: Que está legalmente comprobada la conducta o el hecho materia de la denuncia y la responsabilidad del encausado; y propondrá la sanción que deba imponer.”

La Constitución política también señala que si el Congreso declara que ha lugar a proceder, el servidor público quedará suspendido de su cargo y a disposición de las autoridades competentes para que actúen con arreglo a la ley. Cuando el proceso penal culmine en sentencia absolutoria, el inculpado podrá reasumir su función, lo que resulta el escenario más improbable. Una vez fuera de la FGE, no habrá modo de que regrese.

De acuerdo a nuestra fuente, Winckler dejará la Fiscalía esta misma semana, nombrándose a un encargado de despacho, quien posteriormente será propuesto al Congreso para ocupar la vacante.

Y aquí viene la segunda razón. Aunque la salida del Fiscal no sería jurídicamente definitiva -en caso de que no se pueda sostener la acusación ante la Sala Constitucional y el Pleno del TSJE, podría reincorporarse-, Edel Álvarez ya se encuentra preparado para hacer la parte que le toca. Más allá de sus afinidades políticas y personales, Edel quiere concluir su Presidencia y hará lo necesario para cumplirlo… como hace poco más de dos años.

El Presidente del TSJE está jugando con el score. Ha hecho suya la iniciativa del gobernador de nombrar a los nuevos magistrados –los que eventualmente estarían en condiciones de resolver el juicio político en el pleno-, lo que llevaría al Fiscal a una sentencia condenatoria; la absolución implicaría su regreso. De tal suerte, el magistrado presidente justificará la crucifixión de Winckler como algo política y jurídicamente inevitable.

Por cuanto hace a la decisión del Congreso, Morena requiere de mayoría calificada -36 de los 50 diputados-, para aprobar el dictamen de la Comisión Instructora lo que implica la suma de sus votos junto a los del PRI-Verde, Movimiento Ciudadano, PES, PT, y el independiente Juan Carlos Molina. Esa será la razón de los nombramientos e incorporaciones que veremos en los próximos días.

Las del estribo…

  1. Indolentes y mentirosos. El aprendizaje del gobierno municipal le está saliendo caro a los xalapeños. No hay obras y el poco dinero del que se dispone, se devuelve a la Federación porque no se sabe ejercer en tiempo y forma. Negaron el subejercicio y resultó cierto. No es casualidad que ni el gobernador Cuitláhuac García quiera aparecer en público junto a Hipólito. ¿O dirá el presidente municipal que todo se trata de un complot del mandatario como también acusó a Yunes?
  2. Por increíble que parezca, las diputadas locales han confirmado que son las menos enteradas de la problemática que viven las mujeres veracruzanas a causa de la violencia de género. En su urgente necesidad de legitimar su papel legislativo, sólo han puesto en evidencia su incapacidad e ignorancia. Ana Miriam Ferráez (Morena) y María Graciela Hernández (PAN) son una muestra de que, en efecto, la principal enemiga de una mujer es otra mujer.