En medio de la peor emergencia sanitaria a causa del dengue, las autoridades del sector salud confirmaron ayer que no cuentan con vacunas suficientes para afrontar la temporada de invierno, por lo que han tenido que suspender una vez más la Tercera Semana Nacional de Vacunación. Ello se viene a sumar a la crisis por el desabasto de medicinas que ha obligado a padres de familia a salir a tomar las calles y hospitales.

Este domingo, se anunció que el gobierno estatal no tiene dinero para iniciar la campaña de vacunación en Veracruz y que tampoco lo podrán hacer las autoridades federales, como consecuencia de la política de austeridad impuesta por el gobierno morenista.

Personal de las clínicas del IMSS de la ciudad de Veracruz informó que ya van dos meses que esta campaña de vacunación se ha pospuesto porque no hay pústulas suficientes para prevenir la influenza estacional, por lo que se ha postergado hasta el mes de noviembre, prácticamente en la víspera de la llegada del invierno.

Y lo mismo pasa en el estado: en el módulo de vacunación de la Jurisdicción Sanitaria VIII, no se cuenta aún con vacunas para prevenir la influenza, ni se tiene conocimiento de cuándo podría iniciar el proceso para la aplicación de los anticuerpos. La campaña de vacunación contra la influenza, iniciaría el próximo 5 de noviembre y no el sábado 12 de octubre como estaba previsto.

Pero no sólo eso. El propio Instituto reconoció la cancelación de una campaña de mastografías que estaba programada del 1 de octubre al 11 de noviembre, en clínicas del Instituto porque no hay dinero; no hay vacunas ni para el tétanos y el desabasto de medicamentos continúa.

En mayo pasado, en medio de una crisis generalizada por la falta de medicamentos en hospitales y centros de salud, el gobierno del estado aseguró que la falta de medicamentos en Veracruz “ya es historia”; cinco meses después, padres de familia de niños con cáncer tuvieron que salir a tomar las calles ante el desabasto de medicinas y la suspensión de sus tratamientos.

Para justificar la crisis en la entrega de medicamentos, la Secretaría de Salud aseguró que sería el gobierno federal el encargado de realizar las compras consolidadas, por lo que a partir del mes de julio, no habría más inventarios vacíos para el tratamiento de todas las enfermedades que atiende el sector. Pero resulta que en medio de la disputa política con empresas farmacéuticas, la federación nunca realizó la compra –en el caso del tratamiento de cáncer tuvo que hacer una compra de emergencia en Francia- y en la recta final del año, siguen operando con lo básico.

El gobierno del estado ha reconocido un desbasto de hasta el 40 por ciento de la demanda en los centros hospitalarios del sector; así también, ha dicho que sería en el mes de abril cuando la situación se normalizara una vez que se hiciera la compra consolidada por parte del gobierno federal. Esta problemática ha afectado a la población en general, pero particularmente a dos grupos muy vulnerables: los enfermos de cáncer y los portadores de VIH.

La semana pasada, familiares de niños y jóvenes enfermos de cáncer protestaron afuera de la Torre Pediátrica en el Puerto de Veracruz, por el desabasto de medicamentos oncológicos y otros insumos para tratar a sus familiares. Las autoridades justificaron el fallo de el equipo que presta el servicio de quimioterapias, algo que debiero detectar hace casi un año durante el proceso de entrega recepción.

La prevención del dengue siguió el mismo patrón. A pesar de las advertencias por un posible brote de la enfermedad, las autoridades no dieron importancia y esperaron que el gobierno federal abasteciera de químicos para la fumigación de las zonas de riesgo. A pesar de la epidemia que ha dejado más de 6 mil casos y 15 fallecimientos, el gobierno estatal inició la compra de insumos apenas la semana anterior.

Para poner en contexto: de los 23 mil casos confirmados en el país, uno de cada tres enfermos de dengue es veracruzano. De hecho, nuestro estado tiene más casos de dengue que otras 27 entidades juntas, lo que echa por tierra el argumento de que el brote no era prevenible. Algo se dejó de hacer que mientras el año pasado se rebasaron apenas los mil casos, este año podríamos alcanzar más de diez mil si la quinta parte de los casos probables se confirma.

El desabasto de medicamentos, de vacunas y la ausencia de acciones para prevenir la epidemia del dengue tienen su origen en la falta de planeación y la negligencia, no en la escasez de recursos. En conjunto, la Secretaría y los Servicios de Salud en el estado recibirán este año, más de 8 mil 260 millones de pesos, recursos suficientes para que nada de esto hubiera ocurrido.

Las del estribo…

  1. Morena se yunizó y el PAN perdió la memoria. La persecución política que ha emprendido Morena tiene toda la marca del ex gobernador, mientras que el PAN acusa de excesos que nunca fueron observados cuando fueron cometidos por ellos mismos. Lo que se debería dirimir en las urnas se sigue resolviendo en los juzgados y las cárceles.
  2. Ayer se registraron las primeras víctimas fatales a causa de las lluvias provocadas por los primeros frentes fríos de la temporada; en cosa de horas, la región de los Tuxtlas colapsó ante la impávida mirada del gobierno estatal. Ahora que no está el ex Fiscal, el cambio climático se ha convertido en el responsable de todas nuestras desgracias.