No cumplen una semana en el cargo y los senadores de Morena ya mostraron el cobre. Todo parece indicar que se trató de un embuste: ni respeto a la ley, ni división de poderes, ni federalismo, sólo un presidencialismo a ultranza, como en los mejores tiempos del régimen priista.

Con la licencia otorgada al gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello –hoy conocido como la divina Trinidad porque resulta que es Gobernador electo, senador con licencia y Gobernador interino-, queda claro que el combate a la impunidad, el fin a los excesos del poder público y la complicidad presidencial fue sólo un discurso de campaña. En los hechos, Morena gobernará con el mismo pragmatismo que lo hizo el PRI durante tanto años.

La historia comenzó a cocinarse durante la campaña presidencial. El gobernador de Chiapas había roto con el Presidente Peña porque no logró imponer a un incondicional como el candidato a Gobernador por la alianza PRI-PVEM; y entonces empezó a guiñar el ojo a Morena. Manuel Velasco jugó con un candidato propio, pero apoyó disimuladamente lo mismo al PRI que a quien resultaría siendo el ganador de la contienda, el candidato de Morena, Rutilio Escandón.

El segundo capítulo fue la inclusión, en el último momento, del mandatario estatal como parte de la lista de candidatos plurinominales al Senado de la República por el Partido Verde –de su propiedad al menos en Chiapas-; sabía que esta especie de “divina trinidad” política lo pondría en medio del escándalo, pero al alcance de un fuero que lo salvara de la quema de las investigaciones que podrían realizarse a su cuestionada administración.

Ya con la senaduría en la bolsa –sin importar cuál fuera el resultado de la elección presidencial y de senadores-, Velasco Coello empezó a maquinar una burda operación legislativa que requirió reformar la Constitución para que pudiera, al tiempo de ser senador con licencia, regresar a concluir su mandato y asegurar un cierre de administración sin sobresaltos.

El Congreso de Chiapas aprobó diversas reformas a la Constitución Política de Chiapas, que facilitarían al gobernador la posibilidad de renunciar al cargo de gobernador para poder asumir el de Senador de la República, y en su caso, poder regresar a terminar su periodo. Casi en silencio y en una sesión fast track, el pasado 24 de agosto, los diputados locales modificaron cuatro artículos de la constitución estatal, relativos a lo que se necesita para designar al gobernador sustituto.

Velasco Coello estaba en la lista que presentó el PVEM, para senadores por la vía plurinominal. Entraría en lugar de Jesús Sesma Suárez, pero para que eso suceda Manuel Velasco tenía que renunciar al gobierno de Chiapas. Antes de esta maniobra legislativa, la Constitución Política de Chiapas señalaba que solo se podía renunciar al cargo de gobernador por causa grave.

De esta forma, de manera más que kafkiana, Manuel Velasco es sustituto de sí mismo, al tiempo que ocupa de manera simultánea tres cargos de elección.

Pero nada de esto hubiera sido posible sin la complicidad de la mayoría legislativa de Morena en el Senado. Luego de una primera ronda donde fue rechazada su solicitud de licencia, tuvo que negociar. Pero como decía el añorado Fidel Herrera –cuyo hijo es amigo personal de Velasco Coello- todo lo que tiene precio es barato.

El PVEM cedió a Morena los legisladores que le faltaban para convertirse en la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados, con 252 integrantes. De ese modo, la fracción que encabeza Mario Delgado, conservará las presidencias de la Junta de Coordinación Política y la Mesa Directiva por los tres años; además, Morena encabezará el Comité de Administración de San Lázaro.

Se manipuló la Constitución estatal de Chiapas, se manipuló la Constitución federal, se aplicó a discreción el reglamento de la Cámara de Senadores y se permitió –con apoyo público de por medio- una denigrante operación para garantizar impunidad a Manuel Velasco Coello.

Con absoluto cinismo, Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de Morena, respaldó la licencia de Velasco, mencionando que nadie tiene derecho el negarle a un senador la separación del cargo, mientras que Mario Delgado, Coordinador de Morena en la Cámara de Diputados rechazó la existencia de un acuerdo  con el Partido Verde para que le cediera 5 de sus legisladores para lograr la mayoría absoluta a cambio de darle los votos en el Senado para que Manuel Velasco pudiera regresara a la gubernatura de Chiapas. ¡Hágame el re fabrón cavor!

Por supuesto que la compra y venta de diputados ha sido una práctica común para lograr mayorías legislativas artificiales, y con ello, mantener el control de los Congresos, como sucedió en el estado de Veracruz. Pero, ¿pues no que eran distintos?

Las del estribo…

  1. En este momento político de Veracruz prevalece una simbiosis de perversidad, ingenuidad y engaño. Ahora resulta que hay personajes que pueden convocar a conferencias de prensa para auto destaparse como miembros del próximo gabinete estatal. Es evidente que el tema será negado por el gobernador electo, pero también es cierto que al parecer no le inspira respeto a nadie.
  2. Hasta ahora se han cancelado 15 mil concesiones de transporte público en el estado, lo mismo porque eran irregulares, porque habían sido duplicados sus folios o porque los beneficiarios en su vida se habían subido a un taxi. Duarte le dio a su hermano 300 concesiones y a Flavino le dio tiempo de regalar otras 2 mil 600 en su efímera administración. ¿Cuánto dinero representa eso?