Desdibujado y dividido, el PRI intenta reconstruirse desde su versión histórica más acaba: Morena. El apoyo brindado al Presidente de la República y su partido para la creación de la Guardia Nacional garantiza el continuismo de la estrategia, es decir, que el Ejército siga en las calles.

Como en los tiempos del panismo foxista y de Felipe Calderón, el PRI puso sus votos a favor de la nación… y de sus intereses. Antes de perder la batalla legislativa, su minoritaria fracción parlamentaria le dio a Morena los votos necesarios para aprobar lo que ha sido tal vez la reforma más polémica del gobierno de López Obrador: la creación de la Guardia Nacional.

Ante los señalamientos de la eventual militarización del país, Morena concedió al PRI la simulada rectoría civil de las nuevas fuerzas armadas. La GN estará adscrita a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, pero también tendrá una Junta de Jefes de Estado Mayor integrada por los titulares de las Secretarías de la Defensa y Marina.

Para el PRI fue un día de reconciliación con su genealogía. Durante la presentación de su posicionamiento, el diputado y ex gobernador Rubén Moreira, aseguró que su voto a favor “lo hacen pensando en el futuro de los mexicanos y de las víctimas que han sufrido las decisiones insuficientes de Gobiernos anteriores para combatir la inseguridad”. ¿No era del PRI el Presidente que acaba de irse?

Los priistas, después de muchas horas de discusión, decidieron votar en favor de esta reforma constitucional. “Lo hacemos pensando en México, en las niñas y los niños que son el futuro de la nación, en los jóvenes que queremos ver triunfantes, y en las mujeres y hombres que han padecido la violencia. El mandato de mis compañeras y compañeros de bancada es señalar que nosotros no regatearemos nada al esfuerzo de paz», señaló Moreira.

«Queremos entregarle a los mexicanos”, explicó en tribuna Rubén Moreira, «una institución de carácter civil, con doctrina policial, disciplina militar y compromiso social que enfrente el reto de traer la tranquilidad a las grandes ciudades y a las pequeñas poblaciones del país”. Enternecedor.

En la acera de enfrente, el argumento principal del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano para votar en contra la propuesta fue que se militarizará al país –lo que también han señalado organismos internacionales y de Derechos Humanos-, lo que representa el primer paso para establecer un gobierno autoritario; acusaron que el mando civil es una simulación de parte del Gobierno Federal.

El mundo al revés. Hace doce años, fue precisamente el gobierno panista de Felipe Calderón quien sacó al Ejército a las calles para iniciar la famosa guerra contra el narco, al tiempo que la izquierda –entonces no existía Morena y López Obrador militaba aún en el PRD- exigía que estos fueran regresados a sus cuarteles ante la ola de violencia y violación a los derechos humanos.

Hoy la historia es la misma. El gobierno actúa como gobierno y la oposición como oposición. Con los votos del PRI, Morena pudo alcanzar los 334 votos necesarios para para modificar la Constitución en esta materia. Con la suma de los legisladores del Partido Verde, PT, Encuentro Social y algunos del PRD, la reforma fue aprobada con 362 votos a favor, 119 en contra y 4 abstenciones. Desde hoy, el PAN se plantó como la única y verdadera oposición al gobierno de López Obrador.

¿Qué pensarán ahora los más apasionados simpatizantes de Morena sobre el apoyo que han recibido del PRI para sacar la reforma? ¿Defenderán a los priistas de la misma forma que lo hizo el tricolor con la iniciativa del Presidente? ¿Los reconocerán hoy como unos patriotas que merecen un espacio en la cuarta transformación? Por lo pronto, la Guardia Nacional resultó un verdadero PRI-Mor.

¿Cuánto le costará a Morena el apoyo del PRI? Lo sabremos muy pronto, cuando los personajes hoy involucrados en casos de corrupción y enriquecimiento, obtengan –como lo ofreció López Obrador- perdón y olvido. Los miles de millones de pesos perdidos en el NAICM, en el robo de combustible, en los programas sociales y otros tantos escándalos, quedarán sólo en una anécdota y en la abultada cuenta bancaria de sus autores.

La cuarta transformación sigue negociando a la antigüita: con impunidad. La reconciliación de la familia revolucionaria está en marcha.

Las del estribo…

  1. Hoy es el día “D” para el Fiscal del Estado. Inicia su proceso de juicio político que muy pronto llegará al Poder Judicial. Ya antes, Edel Álvarez envió a la cárcel a su protector y amigo Flavino Ríos; hoy le toca decidir entre su encargo y su vínculo con el ex gobernador Miguel Ángel Yunes. De la decisión que tome, sus horas también podrían estar contadas.
  2. En el mismo tema. ¿También en Veracruz el PRI se sumará a Morena para sacar adelante el juicio político en contra de Jorge Winckler? En realidad, los votos del PRI-Verde no los necesitan, sin embargo, el posicionamiento político abona a la legitimación del cese del Fiscal.