En su primer acto como gobernador del estado, Cuitláhuac García emitió una declaración de emergencia humanitaria por la desaparición de miles de personas a consecuencia de la operación de carteles del narcotráfico y su combate oficial. Era al mismo tiempo, una llamada de alerta sobre el estado de violencia e impunidad que recibía de gobiernos anteriores.

De hecho, en el país no hay antecedente sobre este tipo de alertas. Es la única en su tipo en México y tal vez por ello, naufragó en las buenas intenciones o en una hipocresía institucional que ha revictimizado a las familias de las personas ausentes o desaparecidas. Ni siquiera se han aplicado los protocolos para evitar que los casos sigan creciendo como la espuma.

En aquél momento, el mandatario estatal incluso hizo un llamado a las organizaciones internacionales de derechos humanos, incluida Naciones Unidas, para participar en un Plan de Emergencia que incluiría la búsqueda de desaparecidos, identificación de cuerpos localizados en fosas (cementerios) clandestinas y ayuda a víctimas. Todo fue una farsa de propaganda política.

Hoy, a ocho meses de distancia, el gobierno cuenta con una Comisión de Búsqueda estéril, a cargo de una persona sin perfil –su actividad económica estaba referida a la organización de banquetes de fiestas-, sin presupuesto ni plan de trabajo que haga pensar que los compromisos adquiridos se vayan a cumplir algún día.

Hoy las víctimas y sus familias siguen entrampados en las rencillas políticas del gobierno y la Fiscalía, la burocracia y la ineficiencia de las autoridades, quienes siguen almacenando expedientes de personas que desaparecen sin dejar rastro, sin importar si pudieran llegar a tener algún vínculo con la delincuencia o tienen que ver con otros delitos como secuestros, feminicidios o trata de personas. No hay denuncias ni investigaciones que puedan resolver el problema.

A pesar de no existir la figura, la alerta humanitaria se podría justificar. Según cifras oficiales hay al menos 5 mil personas desaparecidas o no localizadas; a la fecha, continúan los reportes sobre hallazgos de fosas clandestinas, y aun así la comisión estatal de búsqueda sufre por tener no tener personal con el perfil necesario ni recursos económicos suficientes; es más, ni siquiera tiene oficinas propias.

La actual encargada de despacho de la Comisión Estatal de Búsqueda, Brenda Cerón Chagoya, es suplente de la diputación local por el distrito de Xalapa rural, y llegó al cargo desde la Secretaria Técnica del Grupo Legislativo de Morena; no tiene experiencia alguna en el tema, a pesar de que el Gobernador Cuitláhuac García reconoció que era el mejor perfil que encontraron.

La militante de Morena será la responsable de presentar un plan de trabajo para realizar la búsqueda de personas desaparecidas en la entidad. Su nombramiento es provisional, en tanto se inicia por ¡tercera ocasión! con el proceso de selección.

Sin un titular definitivo y sin presupuesto, la Comisión no tiene rumbo, planes o proyectos; el personal integrado a las “Célula de Búsqueda”, hasta hace unos días no tenían seguridad social, no eran empleados del gobierno y ni siquiera estaban asignados a la Comisión de Búsqueda”.

En febrero pasado, durante un evento en el Congreso del estado, Lucía Díaz Genao, directora del Colectivo Solecito de Veracruz, aseguró que la cifra negra de desapariciones en Veracruz, ascendería a las 20 mil personas veracruzanas no localizadas, la mayoría, jóvenes de entre 14 y 25 años de edad.

La titular de este organismo que ha puesto en jaque lo mismo a gobiernos estatales que a la propia Comisión Nacional der Búsqueda de personas insistió en que tan sólo en el sexenio de Miguel Ángel Yunes Linares, se calculan entre dos mil y tres mil casos de desaparición, sin embargo, criticó la falta de certeza en las cifras oficiales.

Y puso en evidencia el desinterés del gobierno estatal en el tema. Para que dé resultados el próximo Comisionado Estatal de Búsqueda, el gobierno de Veracruz deberá de proveerle los recursos económicos, su elección tiene que ser con transparencia, sin influencia política, y sin que sea recomendado de algún funcionario, sino que vaya acorde a las necesidades de los colectivos integrados por familias de personas desaparecidas, coincidieron las víctimas indirectas.

Argumentaron que si el gobierno de Veracruz no otorga presupuesto a la Comisión Estatal de Búsqueda, entonces el siguiente titular solo “servirá de adorno, porque nada puede hacer sin dinero”.

El gobierno de Veracruz se entrampó nuevamente en el tema de la búsqueda de personas desaparecidas, convirtiendo a la Comisión en una simple agencia de empleo.

Las del estribo…

  1. Poco qué comentar del encuentro de este fin de semana del Gobernador Cuitláhuac García y algunos periodistas. Encuentro común para dialogar sobre temas comunes. La nota para los propios columnistas no fueron los asuntos expuestos desde la lógica oficial, sino la lista de invitados. Destaca la nostalgia por ser los consentidos del poder y la confirmación, una vez más, de que en este gremio perro si come perro.
  2. Hoy el Coneval dará a conocer los resultados de la medición de pobreza en los últimos diez años; el diagnóstico de la pobreza abarca los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Cosas de la Vida, es posible que el defenestrado Coneval se convierta en la herramienta del Presidente para descalificar a sus antecesores. Nadie sabe lo que tiene hasta que lo desaparece.