En la pasada entrega de “Sin tacto” nos dimos una vuelta la lectora, el lector y un servidor por una de las alternativas de supervivencia económica que han inventado los mexicanos, y que es esa especie de comercio informal que se hace entre particulares y se establece a través de páginas de Internet.

Es una alternancia moderna para el trueque, que se daba antes de que existiera la moneda como medio de cambio, y que renace ahora que ya está casi desapareciendo el dinero, porque se lo han quedado unos cuantos, en este país y en todo el planeta.

Fíjense si no: de acuerdo con estimaciones de la organización Oxfam, la mitad de la riqueza está en manos de las 85 personas más acaudaladas del mundo. Forbes, por su parte, calcula que el 1 por ciento de la población tiene el 90 por ciento del  dinero. Si somos 7 mil millones de personas en el orbe, los ricos son apenas 70 millones, y cada uno posee en promedio 2 millones 700 mil dólares. A cambio, hay 3 mil millones de personas en miseria extrema y varios miles de pobres a secas.

Obvio, este sistema económico opera sin equidad, sin justicia, sin humanidad, y tendrá que dar lugar a una mejor distribución de la riqueza, lo que no se dará sin una sublevación mundial, que será inevitable en los años por venir.

Pero mientras tanto, el problema prosigue y la gente hace milagros para sobrevivir. Una de esas estrategias es la venta por Internet de lo que ya no usamos.

Y en ésas de vender lo que ya no nos sirve, me encontré con una singular oferta en un portal de oportunidades xalapeño, que comparto porque nos da un retrato fiel de los tiempos que corren:

“¡Ganga! Por ya no poder usarlos a mi conveniencia, vendo lote de ropa y accesorios en muy buen estado, que consisten en lo siguiente:

“5 guayaberas de color rojo intenso.

“5 camisas de algodón de color blanco con bordados que traen cierto nombre y el logotipo de un partido político que usa tres colores en su emblema.

“2 chamarras de algodón, una de cuero y tres de tela plástica, igualmente rojas.

“7 corbatas de marcas reconocidas (entre ellas una Hermès y dos Hugo Boss), con figuras varias: grecas, cuadros, rayas y hasta una con delfines, todas también en tonos escarlata.

“2 suéteres de lana y uno de poliéster, rojos como mi suerte.

“1 juego de mancuernillas con chapa de oro que traen el emblema del partido antes mencionado.

1 reloj deportivo marca Rólex, con la carátula y el extensible de cuero rojos.

“Vendo todo el paquete o por partes y lo ofrezco a precios razonables.

“Consideraría hacer un canje por prendas y accesorios similares, siempre y cuando vengan en color azul, de preferencia oscuro”.

Sé de buena fuente que el ofertante logró hacer un trueque con un panista de Sinaloa, quien andaba en las mismas con los colores de su atuendo pero al revés, porque allá ganó el priista Quirino Ordaz, que sustituirá al gobernador panista Mario López Valdez.

Lo que son las cosas.

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