Hasta el momento, el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no ha logrado un solo puesto del Poder Ejecutivo en el país. El año pasado, en su participación electoral inaugural como partido político nacional, ganó una buena cantidad de votos y de puestos, lo que le permitió conformar su primera bancada en el Palacio Legislativo de San Lázaro, un grupo de trabajo que encabeza por cierto la diputada por Coatzacoalcos, Rocío Nahle García, ingeniera química por la Universidad Autónoma de Zacatecas, donde también estudió la especialidad en Petroquímica.

Veracruzana, si hemos de creer a su ficha curricular en que señala que nació en este estado, aunque no especifique en qué ciudad, y porque buscará en 2018 ser la candidata a la Gubernatura de seis años, Rocío Nahle quiere ser de las primeras morenistas en ocupar un cargo en el poder ejecutivo, siempre que no se le adelante su compañero Cuitláhuac García Jiménez, exitoso primer candidato de Morena a Gobernador, quien este miércoles anunció a los cuatro vientos que el próximo año será candidato a la alcaldía xalapeña.

Y hay que creerle que va por la municipal porque en su partido –contra lo que sus dirigentes exigen en el ámbito nacional– no hay nada de eso de la democracia en su fuero interno y es Andrés Manuel López Obrador quien decide quién va y quién no va por los puestos de elección popular.

Pero volvamos al tema de los poderes en que tiene presencia Morena. En 2015, Morena logró 36 diputaciones para conformar su propio grupo parlamentario en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión: dos de ellos ganaron sus contiendas con amplio margen de votación en nuestro estado: Rocío Nahle, por Coatzacoalcos, y Cuitláhuac, por Xalapa, quien fue reemplazado por su suplente Sergio René Cancino Barffusón, cuando se vino a la aventura de las elecciones al Gobierno del Estado.

Cuitláhuac García Jiménez se ha convertido rápidamente en ajonjolí de todos los moles electorales en Veracruz. Luego de ganar por amplísimo margen los comicios federales para ser el diputado por Xalapa, con 30 mil 729 votos, ganándole al PAN, cuyo candidato Ulises Chama Contreras obtuvo 21 mil 605, y a la alianza PRI-PVEM, que llevaba a la exalcaldesa priista Elízabeth Morales (17 mil 147 sufragios), Cuitláhuac pidió licencia a su cargo en el Congreso de la Unión para acudir a los comicios del pasado 5 de junio.

Y en estos, Cuitláhuac repitió la fórmula: aunque prácticamente desconocido por la inmensa mayoría de los veracruzanos, alcanzó un lugar significativo en los resultados electorales, gracias a la figura de Andrés Manuel López Obrador: obtuvo el tercer lugar (detrás de la alianza PAN-PRD y de la encabezada por el PRI), que a Morena le ha sabido a gloria porque le representó más de 800 mil votos para su causa (tras poco más de 300 mil obtenidos el año pasado en su primera incursión).

En 2017, Morena se subirá al poder ejecutivo

Para su desgracia, Morena no obtuvo ninguna posición de importancia en el poder ejecutivo de ninguno de los estados que tuvieron comicios, si bien logró convertirse en segunda y hasta primera fuerza en congresos locales; en Veracruz será la segunda bancada más numerosa (luego de la del PAN), pues en la próxima legislatura del Congreso del Estado tendrá hasta 13 diputados (si el de Cosoleacaque, cuyos votos estaban hasta ayer en conteo realizado en las oficinas centrales del OPLE, se le atribuye), mientras que en la Ciudad de México será dominante en la Asamblea Constituyente.

Pero para Cuitláhuac lo suyo, lo suyo es el juego electoral. Clon de Andrés Manuel, con la diferencia de que éste ya fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Cuitláhuac buscará el próximo año volver a empolvar sus mocasines por las calles xalapeñas porque quiere gobernar la capital veracruzana, lo que a muchos ya ha empezado a preocupar porque ni siquiera en la campaña de este año logró mostrar aptitudes para brindar propuestas en materia de políticas públicas y de gobierno claras.

Es posible que estos comentarios reciban la rechifla de sus seguidores, quienes se conforman con que sea protegido de Andrés Manuel para abalanzarse ciegamente en su favor, pero Cuitláhuac debe dar mejores argumentos y dar garantía de que puede gobernar ya no un estado sino un municipio de la importancia de Xalapa. Es cierto que la han gobernador verdaderos ineptos, como Reynaldo Escobar o la insufrible Elízabeth Morales, pero se supone que Morena ofrece mejorar la especie.

Y es casi seguro que gane los comicios, como los ganarán al menos entre 50 y 60 candidatos municipales de su partido el próximo año, en zonas específicas donde ha mostrado un enorme poderío y un electorado fiel y ferviente: toda la zona sur se la llevará, al igual que Xalapa y municipios aledaños a la capital; es posible ver a Morena gobernando grandes ciudades como Poza Rica y Tuxpan, así como municipios marginados donde el PRD ha perdido todo el fuelle.

Si los demás partidos quieren obtener buenos resultados, deben elegir muy buenos candidatos, porque Morena viene con todas las de la ley para lograr sus primeros puestos en el poder ejecutivo de Veracruz.

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