El mayor sueño de Miguel Angel Yunes, dicho por él mismo en su toma de protesta, era ser gobernador de Veracruz, sueño cumplido. Ese impulso, las ganas, la pasión, la necedad se contagiaron a todo el gabinete, a funcionarios de medio pelo y, sobre todo, a la bola de achichincles pegados al jefe desde campaña, vía PAN, vía su Yunior.

A dos años de que los veracruzanos hicieron realidad el sueño de Yunes Linares, el saldo no refleja las promesas de sus discursos de campaña. Cada comparecencia de sus titulares de despacho son una sesión de cuestionamientos directos sobre las dudas que la ciudadanía tiene en cuanto al desempeño del casi extinto gobierno panyunista. Los defensores de su causa contemplan a su jefe también como un sueño, el mejor sueño cumplido en su vida, la oportunidad de ganar una lana segura cada quincena, buena lana, su patrón les abrió la puerta en el servicio público para desquitar, desde ahí, todos sus complejos de inferioridad, para desahogar sus instintos de altos mandos, de expertos, de fieles hacedores de chambitas que pudieron proyectar sus esperanzas de superación en un gobierno de dos años.

Winckler, el mismo Yunes, sus titulares de despacho, las huestes desde la pasada Legislatura, todas y todos se llenaron la boca poniendo como pretexto a Duarte para salir al paso; hoy la situación es distinta, el discurso es de justicia y no de venganza, las acciones se darán desde los espacios pertinentes y no desde la figura del gobernador experto en espionaje, que a la vez es investigador y juez, que dictaba cátedra como figura única de gobierno, en un Veracruz donde nadie podía figurar más que él.

Para el sábado 1 de diciembre, Cuitláhuac García Jiménez será gobernador de un estado que no está lejos de las condiciones de incertidumbre que Javier Duarte le dejó a Yunes, pero con una visión ejecutiva distinta, en sus declaraciones no se la pasa hablando de su antecesor, las pocas menciones o aluciones son para hacer referencia al reclamo popular de justicia; tendrá un Congreso estatal que, aunque no les guste, será congruente con esa misma visión, igual es la línea del próximo Secretario de Gobierno, Eric Cisneros. Desde los medios, quienes serán el único contrapeso ante un sistema controlado por la misma corriente política, el sentir general es de apertura, incluso de tranquilidad porque el Yunismo significó una amenaza en casos específicos que nos fueron compartidos personalmente, como muestra de la intolerancia contagiada desde la más alta oficina de palacio de gobierno.

Me gustaría saber la opinión de las y los cientos de empleados de gobierno despedidos por los que hoy corrimos desde las urnas, esas madres y padres de familia que, con la idea de que todos metieron mano al billete igual que Javidú, fueron despreciados; hay cientos de denuncias al respecto, algunas se han desahogado y otras no, la mayoría en el sentido de un despido injustificado. Esa gente vivió en carne propia el efecto vengador que se vendió desde la campaña de Yunes, sin importar que fueran elementos con experiencia laboral suficiente para seguir cumpliendo con su trabajo de servir a la sociedad desde tantos escritorios de la burocracia. Pero en honor a su incongruencia, los que ya se van llenaron las nóminas estatales de sus conocidos, de empleados ignorantes del quehacer diario en las dependencias, con un ego del tamaño de su vacío mental, empoderados, valientes rescatadores de Veracruz, quienes hoy son la burla y por quienes el jefe no meterá las manos.

Pobre Veracruz, no mereces nuevamente ser el sueño en la vida de un político, ser la obsesión y la perdición; necesitas que tu gente se una en un mismo sentido, que tu pueblo deje de sangrar, que tus hijas y tus hijos ya no desaparezcan, que tus viejos tengan dignidad, que tus calles sean caminos seguros hacia la escuela, hacia el trabajo, hacia el hogar. Justicia siempre hemos reclamado, lo que ya no se vale es engañar a la sociedad con discursos fáciles, hay que honrar la palabra y, como ciudadanía, saber que podemos poner a quienes consideremos los mejores y quitar a los despreciables del gobierno por medio del voto, es hora de involucrarnos sanamente en la vida pública, retomar los espacios que la delincuencia nos está quitando, alzar la voz en todos los foros que sean posibles, empezar desde casa.

El futuro nos alcanzó, MORENA en el gobierno ya es una realidad, los esquemas más arcaicos de la política van a desaparecer, posiblemente resurjan otros que tampoco nos convengan, pero será nuestra realidad por seis años y lo más seguro que así sea mucho tiempo. La maldita alternancia de dos años sirvió como última purga, como catarsis, fue el último vómito del enfermo, se acabó y hay que abrir bien los ojos para no dejar, como ellos lo hicieron, de castigar a quienes insultaron a la sociedad desde el gobierno con acciones deshonestas, corrupción, robo, enriquecimiento, la PGR ya dijo que las carpetas de Yunes Linares están activas, el juicio político contra Jorge Winckler ya se ve venir, la revisión de las cuentas de la anterior Legislatura pondrá de rodillas a varios fieles azules, mas lo que se acumule.

No se sorprendan, no se pongan chiquiones, están cosechando lo que sembraron; con la vara que midieron serán medidos… ¿Están listos?