Luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó al INE que permitiera la participación del PT en la elección extraordinaria en el distrito 01 de Aguascalientes, demarcación con sede en el municipio de Jesús María, dirigentes del partido pensaban que con cinco mil votos tendrían suficiente para retener el registro que había perdido en las elecciones intermedias federales de junio pasado, cuando se quedó corto al conseguir el 3% de la votación nacional.

Pero, cuál fue la sorpresa, el partido del logotipo rojo y amarillo sacó más del doble.

Las cifras no mienten. En junio pasado, el PT contendió con Miguel Ángel de Loera Hernández –un exlegislador panista– como su candidato a diputado federal por el distrito 01 de Aguascalientes. Y obtuvo tres mil 149 votos.

La elección en el distrito 01 fue anulada por el Tribunal Electoral luego de que se demostró que el gobernador Carlos Lozano de la Torre había subido a su autobús particular –El Progrebús, habilitado como transporte del Ejecutivo estatal– al candidato del PRI a diputado Gregorio Zamarripa Delgado.

De Loera, un profesor que militó en el PAN durante dos décadas, declaró a los medios que el PT sólo le dio siete mil 500 pesos para hacer campaña.

Sin embargo, el partido contrató a la experimentada estratega electoral Gisela Rubach para coordinar la campaña en el distrito. Y esta vez obtuvo 13 mil 180 sufragios.

Antes se había hecho de los servicios del abogado electoral Alberto Casas Ramírez, exaspirante a consejero del desaparecido IFE, para hacerse cargo del litigio ante el Tribunal.

“Y el PT logra con votos en la elección extraordinaria del distrito 01 de Aguascalientes mantener su registro”, tuiteó Rubach, directora general de Consultores y Marketing Político, la noche del domingo. Esta es la historia de un partidito que se dice de izquierda cuya supervivencia, casi milagrosa, permite a un grupito de políticos continuar en la ubre presupuestal. Y eso que ya era uno menos.