Prefacio.

El llamado es oportuno, y surgió de la bancada de Morena: Los miembros del gabinete de Cuitláhuac García no están prestando atención a los legisladores locales y la labor de gestión, en apoyo a los veracruzanos, se pierde por la displicencia de los servidores públicos. *** Durante la sesión ordinaria del Congreso local, este jueves, diputados de todas las fuerzas políticas se quejaron por la falta de atención de los secretarios de despacho. *** El reclamo surgió a partir de la intervención del legislador de Morena Magdaleno Rosales Torres, quien reclamó que el gobierno estatal no ha emitido el reglamento de la Ley para el Fomento, Desarrollo y Protección de la Actividad Piloncillera. *** Ese fue el detonante. A partir de su protesta, diputados de otras bancadas pasaron a la tribuna para narrar sus malas experiencias al buscar acuerdos con los servidores públicos. *** Los secretarios de Salud, Roberto Ramos Alor, y de Agricultura, Eduardo Cadena, fueron los más criticados por no dialogar con los diputados. “Si no nos reciben a nosotros, que somos representantes populares, ¿qué les espera a los ciudadanos veracruzanos?”, se preguntaron. *** Ya urge un buen golpe en el escritorio, un severo llamado de atención, para que todos entiendan la responsabilidad que adquirieron al asumir el cargo.

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Lo decía Cicerón: “Servirse de un cargo público para enriquecimiento personal resulta no ya inmoral, sino criminal y abominable”.

Este jueves un buen hombre, honesto, valiente y con grandes valores éticos, el doctor Emilio Cárdenas Escobosa, rindió protesta como Presidente del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción y denunció la persistente resistencia de los órdenes de gobierno para transparentar su actuación y garantizar un desempeño pulcro frente a la sociedad.

“Persisten la simulación y la reticencia de instituciones y actores de la vida pública para transparentar sus actos, para hacer efectiva la rendición de cuentas. Desde su instalación el Comité de Participación Ciudadana de Veracruz debió avanzar a contracorriente. En el gobierno anterior se nos cerraron las puertas de las oficinas gubernamentales y en los meses recientes ha debido enfrentar campañas mediáticas para denostarlo, para cuestionar la integridad de sus miembros, para frenar sus iniciativas. Ante cada queja que se hace pública, ante cada solicitud de información respecto a denuncias ciudadanas sobre presuntos hechos de corrupción, la respuesta ha sido cuestionar al Comité”.

La resistencia es natural, su explicación es lógica. Son años, décadas, siglos de una cultura de la tranza que no se puede erradicar por decreto, por mucho que así lo prometa nuestro nuevo Presidente.

La estrategia más socorrida por los corruptos, es enlodar a quienes pretendan cuestionarlos, con el tufo de la sospecha, con la calumnia, con la infamia.

“Se ha querido poner en tela de duda la honorabilidad de sus miembros sólo por el hecho de cuestionar, indagar, preguntar o ventilar presuntos hechos fuera de la ley y pedir a las autoridades que lo investiguen y cumplan con su responsabilidad. Se nos cuestiona por cumplir un mandato legal y por ejercer las atribuciones de vigilancia que nos otorga la Ley del Sistema Anticorrupción”, denunció Emilio Cárdenas.

Pero si eso no es suficiente, lo que sigue es ahorcarlos, “cerrarles la llave”, hacer inviable su labor acotando sus recursos.

“Este año, además, a la Secretaría Ejecutiva del Sistema Anticorrupción se le aplicó un recorte de más del 50 por ciento a su presupuesto. El mayor recorte de todas las instituciones públicas en Veracruz, lo que dejó al Sistema en una condición financiera tal que le imposibilita prácticamente cumplir con las obligaciones que la ley le impone y que llevó a fuertes ajustes en su operación y al recorte, decidido por el Órgano de Gobierno, de casi la mitad del personal. Hay muchas resistencias. Pero eso a los ciudadanos no nos frenará”, advirtió el nuevo Presidente.

Llama la atención que gobiernos y servidores públicos que alcanzaron tal responsabilidad gracias al empuje de quien hoy es Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se resistan a honrar el mayor compromiso hecho por este personaje frente a los mexicanos, y que ratificó apenas este jueves al enviar un nuevo memorandum a quienes integran su administración:

“No acepto, bajo ninguna circunstancia, que miembros de mi familia hagan gestiones, trámites o lleven a cabo negocios con el gobierno en su beneficio o en favor de sus recomendados”, advirtió el Presidente.

Y fue más allá:

“En ningún caso se permitirá la corrupción, el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, ninguna de esas lacras de la política del antiguo régimen (…) Ustedes no tienen la obligación de escuchar propuestas indecorosas de nadie. Y en el caso de mis familiares ni siquiera de recibirlos en sus oficinas o contestarles el teléfono. Nada de nada”.

Es por eso que el llamado de Emilio Cárdenas llega en el momento oportuno, para que todos, ciudadanos de la calle y servidores públicos, tomemos en serio el combate a la corrupción:

“Combatir de verdad y a fondo el fenómeno de la corrupción debe trascender el discurso, más allá de agendas personales, proyectos políticos o visiones partidistas o de grupo. Es una tarea fundamental para hacer frente al fenómeno indeseable del ejercicio indebido de la función pública del que ya padecimos ampliamente en Veracruz y que no queremos que se repita. Esto solo será posible si existe una participación ciudadana fuerte y demandante. Porque cuando los ciudadanos nos alejamos de la cosa pública y se nos adormece el juicio crítico a las acciones de gobierno, los políticos hacen de las suyas. Eso lo sabemos y lo hemos padecido ampliamente en nuestro estado y en todo el país”.

No lo echemos en saco roto.

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Epílogo.

Mi abrazo solidario y fraterno al amigo y compañero Ángel Martínez Armengol, por la pérdida de uno de sus hermanos, víctima de la violencia sin control que azota al territorio veracruzano. Ojalá se haga justicia, pues la impunidad fortalece a esos grupos criminales. *** Vaya también desde este espacio mi suspirio de alivio al enterarme de que el colega Marco Miranda Cogco está vivo y en su hogar, con su familia. Que pronto se reintegre a sus labores, pues el trabajo, cuando es nuestra vocación, se convierte en el mejor bálsamo para el alma.