Científicos pertenecientes a la Universidad de Columbia han realizado una ardua investigación en la cual pudieron concluir que debajo de ciertos sectores del Océano Atlántico existe un mar de agua dulce.

Este llamativo descubrimiento se ha logrado gracias a una investigación que duró aproximadamente 10 días en la cual los expertos estaban sobre un barco recolectando información a través de las mediciones realizadas por sensores electromagnéticos.

Estos equipos navegaron desde las costas de Nueva Jersey hasta Massachusetts y con ellos los investigadores median las diversas formas que tomaban las ondas electromagnéticas mientras viajaban a través de agua dulce y salada, permitiendoles poder realizar un mapa detallado de las profundidades del océano.

Mar dulce debajo del océano

Los resultados del estudio fueron publicados en el último número de la revista Scientific Reports, donde los expertos contaron que descubrieron estas llamativas «piscinas subterráneas» se extienden en un total de 80 kilómetros en la costa atlántica de los Estados Unidos.

Estas reservas de agua de baja salinidad tienen el doble del volumen del lago de Ontario y el cual se emplaza aproximadamente a 183 metros debajo del fondo marino, extendiéndose finalmente por casi un centenar de kilómetros.

Incluso los científicos investigadores señalan que esta reserva puede ser más grande que cualquier acuífero terrestre, sugiriéndoles que es más que seguro que estos además se alimentan de agua proveniente el continente la cual ayuda a mantener esta llamativa acumulación de agua bajo el mar.

Según palabras de Chloe Gustafson, uno de los autores principales del estudio «Sabíamos que había agua dulce en lugares tan aislados como este, pero no nos imaginábamos la extensión y la geometría que esta tenía, llegando a tener el potencial de convertirse en un reserva de agua muy importante en otros lugares del mundo en el caso que también existan».

Finalmente, los expertos señalan que es lo más posible que en otros lugares del mundo con topografías similares también existan este tipo de lugares y es más que posible que reciban reservas a través de corrientes de agua dulce surgidas de las napas subterráneas ubicadas en el continente.