CELESTINA.- (…) pocas vírgenes, a Dios gracias,
has tú visto en esta ciudad que hayan abierto tienda
a vender de quien yo no haya sido corredora de
su primer hilado. En naciendo la muchacha, la hago
escribir en mi registro, y esto para saber cuántas
se me salen de la red. ¿Qué pensabas, Sempronio?
¿Habíame de mantener del viento? ¿Heredé otra
herencia? ¿Tengo otra casa o viña?
¿Conócesme otra hacienda más de este oficio
de que como y bebo, de que visto y calzo?
En esta ciudad nacida, en ella criada,
manteniendo honra, como todo el mundo sabe,
¿conocida, pues, no soy? Quien no supiere
mi nombre y mi casa, tenle por extranjero.
(La Celestina. Acto III)

Algunos personajes literarios se han arraigado tanto en el habla popular que, aun sin conocer la obra, sus nombres son utilizados para designar, por antonomasia, ciertas actitudes humanas: Todo seductor es un Don Juan, todo celoso es un Otelo, toda alcahueta, una Celestina. Esto se debe a que sus autores se adentraron en las honduras de la condición humana. Más allá de la época y la geografía, estas personalidades aparecen reiteradamente en la cotidianidad de todas las culturas.

De los tres ejemplos que cité, Don Juan Tenorio y Otelo tienen una autoría indubitable, no así La Celestina, obra envuelta en un halo de misterios y ambivalencias:

  • Fue escrita en la transición entre la Edad Media y el Renacimiento de ahí que, a la vez, tenga tintes moralizadores y una vitalidad y una sensualidad impropias de la literatura medieval.
  • El portal Aula de Letras diserta sobre la concepción estilística de la obra:
    «En La Celestina aparecen utilizados los dos estilos vigentes en la literatura española del s. XV: un estilo elegante, en el que es fundamental la utilización de un lenguaje muy influido por la prosa latina, elevándolo con el empleo del hipérbaton y los latinismos léxicos y sintácticos. A estos rasgos se le añadirán abundantes citas cultas y referencias a fuentes literarias latinas. Pero también se utiliza un estilo popular, manifestado en la vivacidad del diálogo, el empleo de expresiones callejeras y la presencia del humor. Un reflejo de este estilo podemos encontrarlo en la gran cantidad de refranes que aparecen en la obra.»
  • Aunque parece concebida como obra dramática, muchos estudiosos la ubican en el terreno de la narrativa, entre otras cosas, porque su longitud hace que sea imposible representarla en su forma original, por ello ha sido definida como novela dramática o novela dialogada.
  • Pese a que lo protagonistas son Calixto y Melibea, el hilo conductor es la Celestina, de ahí el nombre final de la obra que se editó por primera vez en Burgos en 1499, sin crédito del autor, con el nombre de Calixto y Melibea. Dos años más tarde (1501) se publicó en Toledo con el título La Comedia de Calixto y Melibea.
    En 1502 aparecen cinco ediciones (una en Salamanca, una en Toledo y tres en Sevilla) las cuales llevan el nombre Tragicomedia de Calixto y Melibea y de la puta vieja Celestina. Es hasta la edición sevillana de 1504 cuando aparece como La Celestina
  • La autoría también presenta dudas. El propio Rojas reconoce haber encontrado el primer acto, escrito de forma anónima, al que añadió 15 más para conformar la edición de 16 actos de 1499, sin embargo, en las ediciones de 1502 aparecen 21 actos. En el portal citado arriba se lee: «Actualmente, lo que parece más convincente es aceptar la existencia de dos autores. De esa manera, el primer acto se atribuiría a un antiguo autor desconocido, mientras que el resto de la obra vendría de la mano de Rojas; aunque en los cinco actos añadidos en la tercera fase habría que aceptar que Rojas recibió las ayudas y consejos de sus compañeros en las tertulias humanísticas de la Puebla de Montalván y Talavera.»

Producciones Cañandonga, el grupo formado por Enrique Cancio y Estela Lucio, ha hecho una puesta en escena que presentará el próximo fin de semana. En su parte de prensa comentan:

«Realmente la Celestina es una comedia, pero fue presentada por su autor, como una tragicomedia al tener que castigar el irrespeto moral y religioso, con la muerte. El autor al forzar la obra a la tragedia, sin serlo, nos da unos soliloquios muy acertados y de extraordinaria belleza, que la producción ha tratado de llevar al extremo de la farsa. Hemos conservado el espíritu de la obra, aunque La Celestina es más bien una novela dramática, larga y con múltiples personajes, todos ellos de una riqueza extraordinaria, empezando con el personaje de la Celestina. Esta propuesta se presenta como una comedia aspirando a convertirse en farsa.»

Esta versión, presentada como Amor de Calixto y Melibea… y la Puta Celestina, es una suma de la experiencia como director de Enrique Cancio (quien, además, hizo la adaptación de la obra), las capacidades actorales de Lorena Baez (Celestina), Mario García García (Calixto), Lena García (Melibea), Julio César Hernández (Sempronio), Luis Jerónimo Torres (Pármeno), Estela Lucio (Alisa) y Miguel Ángel Pimentel (Pleberio), y la reconocida calidad coreográfica de Estela Lucio, quien también fungió como asistente de dirección.

La conjunción de todos elementos hacen de Amor de Calixto y Melibea… y la Puta Celestina un montaje altamente atractivo al que será imposible no asistir.

Las funciones serán el viernes 1 y el sábado 2, ambas a las 20:00 horas, en la sede de Caramba Teatro que se ubica en la Privada 18 de marzo # 39, colonia Burócratas, a un costado de las instalaciones de la CMAS que están sobre la Avenida Miguel Alemán (antes DIF).

La entrada tendrá un costo de 80 pesos para el público en general y 60 para estudiantes y adultos mayores. Mucha mierda para el grupo, hay que ir a verlos.

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