Este primero de junio terminaron formalmente las campañas políticas de los candidatos a las alcaldías veracruzanas. Inicia así el periodo en el que la ley prohíbe todo tipo de propaganda electoral por parte de los partidos y aspirantes a las presidencias municipales. De igual manera, comienza la etapa en la que los medios informativos deben abstenerse de difundir o dar a conocer los resultados de las encuestas o sondeos de opinión relacionados con las preferencias de los ciudadanos.

De acuerdo con el artículo 69 del Código Electoral del Estado de Veracruz, el periodo de campañas que inició el pasado dos de mayo concluye el primer día de junio, cuando comienza el tiempo que es usado por los ciudadanos para reflexionar y decidir el sentido del voto (para quienes no lo han hecho todavía); y por las autoridades electorales para promover la participación ciudadana.

Terminaron las campañas políticas en Veracruz, que en su gran mayoría carecieron de propuestas y planteamientos viables. Más bien, los discursos políticos estuvieron plagados de lugares comunes y buenos deseos, pero nada en concreto. Dicho de otra manera, prácticamente todos los candidatos, salvo algunas honrosas excepciones, se dedicaron a prometer lo que de antemano sabían que no podrían cumplir.

La falta de preparación de algunos candidatos también quedó en evidencia, como fue el caso del abanderado de la alianza PAN-PRD a la presidencia municipal de Poza Rica, César Ulises Rivera Garza, quien ni siquiera pudo responder a preguntas tan básicas como la relacionada con el tema de la alerta de género.

Por otro lado, en las páginas de Internet y sobre todo en las redes sociales la principal característica fue la descalificación del adversario. Los adjetivos y acusaciones mutuas prevalecieron sobre el debate y la propuesta. En Facebook, el manejo de información tendenciosa y de notas que de forma evidente tenían como finalidad el desgaste de candidatos, actores políticos y partidos, las llamadas campañas negras, fue práctica común en el proceso que termina.

Las acusaciones más comunes se relacionaron con el pasado reciente de corrupción –caso Duarte– contra los priistas; la supuesta doble moral y la presunta recaudación de dinero al margen de la ley, contra los de Morena; y la inseguridad y la falta de resultados del gobierno estatal, contra panistas-perredistas. De la lluvia de lodo nadie se salvó; nadie salió ileso.

Los llamados memes también fueron usados en esas campañas negras, con la principal finalidad, por parte de sus autores, de sacar raja a partir de la denostación del adversario.

En Veracruz también fuimos testigos, durante el presente proceso electoral, de un verdadero desfile de limitaciones y carencias argumentativas por parte de algunos candidatos.

En pocas palabras, termina un periodo, el de las campañas, para el olvido. Lo mejor de la etapa de proselitismo de los aspirantes a las alcaldías veracruzanas es que ya terminó y no veremos más, al menos por el momento, tanta basura disfrazada de propaganda política. La radio ya no transmitirá los insulsos y pobres mensajes de los partidos; y las redes sociales dejarán de saturarse con tanta campaña negra.

Lo que se disputa el domingo 4 de junio

Este domingo 4 de junio, en Veracruz no sólo están en juego las 212 presidencias municipales, igual número de sindicaturas, y mil 54 regidurías. Lo que se disputará en las urnas será el predominio político en la entidad; y las estructuras de gobierno local más cercanas a los ciudadanos, que son los ayuntamientos, en la víspera de la próxima sucesión por el gobierno del estado y de la Presidencia de la República.

La lucha que libran los partidos, los candidatos y los principales actores políticos tiene que ver con la nueva configuración política estatal, porque el partido que más votos obtenga, el que gane más municipios –sobre todo los más importantes por número de electores– entrará con ventaja al proceso electoral de 2018. En ese contexto, habrá que estar muy pendientes de los resultados en lugares como Tuxpan, Poza Rica, Xalapa, Veracruz, Boca del Río, Córdoba, Minatitlán y Coatzacoalcos, entre otros. @luisromero85