Blah Blah Jazz Trío nació hace seis años de manera coyuntural, Santiago Von procede de una familia de artistas, cuando estudiaba saxofón en JazzUV, planearon un espectáculo multidisciplinario en el que se consideraba la presencia de un grupo musical. El primer invitado fue Abraham Díaz. Como no consiguieron ningún instrumento armónico, decidieron formar un trío saxofón-bajo-batería. David Alcaraz, en ese entonces recién egresado del Centro de Estudios de Jazz, fue el convocado para cumplir ese compromiso.
Aunque el grupo se formó únicamente para esa ocasión, el resultado fue tan grato para el baterista y el saxofonista que decidieron continuar explorando el formato. Invitaron a Kevin Zabdiel y con él arrancó la primera etapa de la agrupación. El segundo bajista fue Erick Quijivix, quien se mantuvo un tiempo y fue protagonista de la consolidación del proyecto. Posteriormente, Santiago se fue a Holanda y el trío entró en receso.
El año pasado, en un breve regreso del saxofonista al país, retomaron el proyecto con Charly Rodríguez. De esa breve experiencia nació un disco que estará presentándose este mes en varios lugares del país. Platiqué con ellos sobre la producción y la gira:
Santiago
No había venido a México desde que me fui a Holanda hace dos años, el verano pasado vine de vacaciones, contacté con Abraham y le que había que hacer algo con el trío, pero para entonces Erick Quijivix ya se había vuelto a Uruguay y estábamos buscando con quién podíamos hacer una fecha. Calatayud nos dio una invitación para que participáramos en el Festival de Jazz de Córdoba, entonces invitamos a Charly. Fue bien chido porque nos vimos en el DF, organizamos tres ensayos y yo estaba muy feliz porque todas las piezas quedaron desde el primer ensayo, nos entendimos muy bien los tres. Hicimos el concierto en Córdoba y después Abraham y yo seguimos viajando. Sentimos que conectamos muy bien con Charly y dijimos tenemos que registrar esto, hay que aprovechar el momento.
Abraham gestionó la grabación —la hicimos en JazzUV— y después las live sessions en la Torre JV. Todo pasó súper rápido, se tomó la decisión de hacerlo y se hizo. Terminando las grabaciones yo me tuve que ir. Ahora vine exclusivamente para el lanzamiento del disco pero durante todo este tiempo que he estado allá, ellos han estado gestionando, moviendo, sacando los contactos en todas las ciudades y haciendo esto posible. Es muy lindo llegar aquí y que todo esté funcionando. Ha sido una locura, todavía hay mucho trabajo que hacer y lo hemos estado haciendo a la vieja escuela: gestionando todo personalmente, cortando carteles a mano, pero ha sido muy chido y ha estado funcionando muy bien.
Charly
Yo soy de Morelia, Michoacán, estaba estudiando en el Conservatorio de las Rosas y Erick Quijivix fue a hacer su servicio social. Él fue el primero que me dio clases de contrabajo de jazz y fue el que me dijo que en Xalapa estaba JazzUV, le pregunté qué era lo que podía hacer para poder entrar y él me orientó. Erick fue el maestro que me iluminó el camino, fue como un mentor porque fue el que me despertó el interés por el jazz.
Llegué a Xalapa hace como dos años. En Morelia, yo no tenía la costumbre de ir a las jams pero cuando llegué acá me interesaba mucho aprender esto y trataba de ir a todas las jams que hubiera, fueran oficiales o clandestinas (risas), un día organizaron una por el Día del Músico, fui y ahí conocí a Abraham, estaba tocando con Paquito Cruz en el piano y con Jorge Gamboa en el contrabajo. Me subí a tocar una rola y sentí la presión porque pensaba que las personas que estaban ahí ya eran muy experimentadas [y no, dice Abraham y provoca una carcajada colectiva], yo no conocía a Abraham, ni siquiera lo había visto en la escuela pero cuando lo vi ahí dije ya ha de ser profesional.
Unos días después me llamó a tocar un gig del Día del Amor y la Amistad, tocamos con un pianista que se llama César Trejo y todo fluyó bien, estuvimos cotorreando y ahí quedó, y no volví a ver a Abraham por un tiempo. Cuando llegaron las vacaciones de verano me fui Morelia y un día me llama Abraham y me dice oye, ¿te interesaría tocar música con ritmos irregulares? (risas), tengo el proyecto de Blah Blah Jazz Trío, tenemos la invitación para tocar en el Festival de Jazz de Córdoba y no tenemos bajista. Yo recordaba vagamente ese nombre, como que lo tenía en la cabeza, lo había visto en redes sociales y creo que habían ido a Morelia.
Le dije que sí, me envió las grabaciones y algunas partituras, porque de algunas piezas no había partitura. Quedamos de vernos en la Ciudad de México, yo estaba un poco estresado porque había cosas que no entendía, escuchaba las grabaciones y decía ¿qué diablos es esto? (risas), pero me esforcé mucho. Debo decir que cuando llegué a Ciudad de México dije no sé qué va a pasar, pero nos encontramos en el metro y todo fluyó, hasta las conversaciones (risas). Ensayamos muy poco para lo que salió en Córdoba, en ese concierto ocurrieron muchas cosas que nunca pensé que fueran a ocurrir por el entendimiento musical que se pudo lograr sin necesidad de haber estado involucrado con ellos tanto tiempo.
Abraham
El trabajo que hemos venido haciendo en Blah Blah Trío es de seis años, hemos trabajado duro desde el día uno en todos los aspectos del proyecto: la creación, el concepto, la búsqueda de un sonido, las composiciones; el compromiso siempre ha estado ahí. Un día fui —muy modestamente, con un poquito de miedo— a mostrarle a Tim [Mayer] las grabaciones que habíamos hecho en Casa de Nadie, porque siempre habíamos dicho le echamos muchas ganas, tenemos mucho el compromiso con lo que hacemos, ensayamos mucho, estudiamos, pero realmente no sabemos si lo que estamos haciendo tiene algo más allá, si le gusta a la gente o si tiene que ver con el jazz, simplemente hacíamos lo que nos parecía que era correcto y que nos sonaba en relación con lo que escuchábamos en los discos y yo quería que alguien experimentado lo escuchara y nos dijera oigan, esto no se hace (risas). Llegué con Tim, le enseñé la música y no me dio la gran recomendación, solo me dijo está súper bien, y para mí eso fue como si me hubiera ganado los Óscares del jazz. Empezamos a cultivar una amistad con Tim más allá de que fuera nuestro maestro y lo empezamos a invitar, a veces hacíamos concierto a cuarteto, Blah Blah Trío más Tim Mayer. Hicimos un par de conciertos así, para nosotros era la universidad del jazz en la calle y cuando escuchábamos solear a Tim sobre nuestras canciones decíamos ah, todo eso se puede hacer.
En esta nueva etapa hay la barrera de que Santiago no está acá y es complicado económicamente decir oye, tómate un avión y vente a hacer dos conciertos, y como Tim está involucrado en el proyecto, conoce los temas, los sabe de memoria, ha seguido y acompañado al grupo, era natural que lo invitáramos a suplir a Santiago.
Arodi [Martínez] es alguien con quien yo he estado tocando mucho en los últimos años, es alguien que admiramos y respetamos profundamente y con el que se logra ese vínculo musical del que habla Charly, y también lo invitamos para volver a la sección de sax alto y sax tenor que hacían Santiago y Tim. A la gente le gustó mucho, Tim y Arodi son gente muy experimentada, son musicazos, y la energía de eso más nuestro entusiasmo y nuestras ganas de que la música suene lo mejor que se pueda, y todo el compromiso que hemos impreso en esto por todo lados, yo creo que es lo que hace que le llegue tanto a la gente.
Santiago
Vamos a hacer una gira de presentación del disco, las primeras dos fechas son en Morelia, ahí vamos a tocar el 1 y el 2 de marzo. De ahí nos vamos a Guadalajara, ahí vamos a tocar el día 6 y vamos a dar una clínica el día 7. Luego nos vamos a Puebla, vamos a tocar en Jazzatlán el 8. El 9 nos vamos al DF a tocar en el Jazzatlán Capital y tenemos un par de eventos más privados en los que vamos a hacer contactos con gente que nos interesa que escuche el proyecto. Del DF nos vamos a Oaxaca, ahí vamos a tocar el 15 y el 16, y terminamos el 19 de marzo aquí en Xalapa, en el Teatro J. J. Herrera a las 20:30 horas.
Abraham
Algo que siempre hemos buscado pero que ahora estamos haciendo de manera consciente es crear shows con formatos específicos, tenemos el formato concierto en el cual usamos ciertos elementos de iluminación, proyecciones de video, algo de multimedia, todo un concepto que implica una experiencia más amplia de escenario, y tenemos otro formato que es con el cual estrenamos el segundo corte de la live session en enero, es una fiesta privada en la que hay un número reducido de lugares para el público y se ofrecen ciertos beneficios que no hay en el concierto, eso nos permite tener un contacto más íntimo con la gente. Esos son los formatos que vamos a estar haciendo a lo largo de esta gira.
Charly
El cierre con broche de oro va a ser aquí en Xalapa. Arodi, además de todo lo que ha hecho para el trío, compuso una pieza que está en el disco, vamos a interpretar esa pieza con Arodi y con Tim en el concierto de aquí.
Abraham
Por eso decimos que estamos creando una experiencia específica para cada lugar, en cada show que vamos a dar en cada ciudad, vamos a ofrecerle a los espectadores algo que va a ser único. Esta pieza vamos a estrenarla en Oaxaca porque Arodi y yo somos de allá, en ese estreno nos van a acompañar Arodi y un amigo saxofonista de allá que se llama Mauricio Jiménez. Y luego vamos a estrenarla aquí en Xalapa con Arodi y con Tim, son los dos únicos lugares donde vamos a tocarla.
Quiero recalcar que esto es la suma de mucha gente, desde Erick [Quijivix] y Kevin [Zabdiel] que estuvieron antes picando piedra, desde el equipo que se ha sumado en lo visual, en la logística —un equipo que de verdad nunca habíamos soñado tener, y saber que están trabajando hombro a hombro con nosotros toda la noche si es necesario, nos da una energía todavía mayor—, hasta nosotros que estamos enfrente dando la cara en el escenario; y de el montón de gente que está atrás, nuestras familias, nuestros amigos que apoyan de mil maneras. El logro es de todos y yo creo una forma de celebrar es haciendo música para todos ellos.
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