Un chip capaz de detectar células cancerosas a partir de “una muy pequeña muestra de sangre” con un 90% de efectividad está en desarrollo en México.

El proyecto está a cargo de Kalaumari Mayoral Peña, ingeniero en Biotecnología, maestro en Ciencia y Tecnología de Alimentos y actual estudiante de doctorado en Biotecnología en el Tecnológico de Monterrey.

Su idea es que este dispositivo funcione de manera similar a como lo hace un glucómetro, con la diferencia de que el chip de Mayoral podrá encontrar la presencia de cáncer en el paciente, inicialmente el de mama.

Para lograrlo, el aparato analiza cada célula de forma individual “usando nuevas herramientas biotecnológicas” para “recabar información valiosa que después nos puede servir para el desarrollo de mejores tratamientos y mejores técnicas de diagnóstico”, dijo Kalamauri Mayoral.

“El análisis unicelular es parte de una tendencia hacia el desarrollo de técnicas de diagnóstico más específicas (…) Todavía no tengo un parámetro de efectividad, pero espero que sea del 90% ya en las pruebas con células cancerosas“, agregó.

Esta tecnología entra en lo que se conoce como laboratorio en un chip (en inglés lab-on-a-chip), que consiste miniaturizar pruebas convencionales de laboratorio para obtener sistemas de análisis o de diagnóstico que miden de milímetros o pocos centímetros.

La mayor ventaja de este tipo de dispositivos radica en que son portátiles, requieren poca cantidad de muestra y pueden realizar distintos análisis de forma sencilla. El chip del mexicano no es más grande que una moneda de cinco pesos mexicanos.

Colaboración con Harvard

El desarrollo de este proyecto le abrió las puertas a Kalaumari Mayoral a oportunidades de colaboración con instituciones tanto mexicanas como extranjeras de la talla de la universidad estadounidense de Harvard.

“Apliqué a un programa del Tecnológico de Monterrey en convenio con Harvard y me aceptaron en el Brigham and Women’s Hospital de Harvard Medical School”, recordó. Éste permite a estudiantes del Tec realizar estancias de investigación de seis meses a un año.

“La idea es aprovechar la vinculación con Harvard para aprender sobre la investigación de vanguardia que realizan y enriquecer mi proyecto de doctorado con los valiosos conocimientos, aptitudes y experiencias adquiridos durante la estancia. Se trata una gran oportunidad para mejorar el dispositivo microfluídico que estoy desarrollando”, añadió.

Fuente: tecreview.tec.mx