Decir lo bueno y ocultar lo malo frente a diputados que no tuvieron la precaución de documentarse para discernir sobre lo que escuchaban, le vino de maravilla al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, al comparecer este lunes en la glosa del cuarto informe del gobernador Javier Duarte de Ochoa, en el área que le corresponde.

No hemos dicho que el titular de la SSP haya dicho mentiras. Se refirió a las modalidades de robo a vehículo, casa habitación, transeúnte y negocios en que, efectivamente, Veracruz ha experimentado de 2013 a 2014 una sensible disminución en el número de los casos denunciados, lo que representa un avance muy importante que se debe reconocer ampliamente. También en el caso de los homicidios.

Sin embargo, en lo que no se detuvo es en delitos que han tenido una tendencia permanente de incremento desde que el actual gobierno entró en funciones. Uno en particular, el secuestro, que en solo 10 meses del año se han superado todos los casos registrados en 2013.

Si debemos elogiar resultados, con base en los recuentos de incidencia delictiva del fueron común de 2013 y 2014, elaborados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, comencemos por el total de delitos cometidos. En efecto, aunque 2014 necesita dos meses para cerrar, ya se aprecia una tendencia de evidente mejoría respecto del año precedente.

El total de delitos cometidos el año pasado fue de 72 mil 164. Hasta octubre de este año, el total estaba en 41 mil 698 delitos, mientras que en el mismo periodo de 2013 se registraban 62 mil 660, con lo que se registra una reducción de 33.5 por ciento.

Si comparamos los 10 primeros meses de este año con el anterior, también se notan resultados importantes en el delito de robo a casas-habitación. En los casos en que hubo violencia, en 2013 se registraron 661 casos y este año 429 (menos 35%), y sin violencia, pasaron de 3 mil 765 a 2 mil 256 (menos 40%).

En robo con violencia a transeúntes, hasta octubre de 2013 se registraban mil 311 y este año 669, una reducción de casi 50 por ciento, mientras aquellos que se cometieron sin violencia pasaron de 538 a 358 (menos 33.5%). Los robos con violencia a negocios pasaron de 977 a 652 (menos 33%) y sin violencia de mil 747 a 947, una reducción de más de 45 por ciento.

Las cifras son irrecusables, aunque se refieran exclusivamente a las denuncias presentadas ante una agencia del Ministerio Público, sin embargo, pese a ello el número de casos delictivos sigue siendo un reto muy importante para las áreas de seguridad pública y de procuración de justicia.

Secuestro, nuestro dolor de cabeza

De lo que no habló el secretario de Seguridad Pública ante diputados, o al menos no fue referido en las notas periodísticas, fue de secuestro, justamente el delito que ha marcado a la actual administración estatal por su explosivo crecimiento de 2011 a la fecha.

El grave fenómeno puede que haya sido más visible en los últimos años porque las acciones federales en estados como Tamaulipas obligaron a las bandas criminales a migrar masivamente a la entidad o porque los anteriores gobiernos hicieron del ocultamiento de la información sobre el tema una forma de impunidad o porque los ciudadanos se guardaron de denunciarlos por la evidente complicidad de los cuerpos policiacos con el crimen organizado.

Lo cierto es que, mientras durante el gobierno de Miguel Alemán Velasco se reportaron 51 denuncias, y en el de Fidel Herrera Beltrán apenas 53 (con una sospechosa ausencia de casos en 2009), tan solo en 2011 –primer año de Javier Duarte– el delito se multiplicó a 60.

En lo que va de la presente administración (hasta octubre pasado) se reportan 391 casos, más de 630 por ciento que los reportados en los seis años de Fidel Herrera, lo que ha convertido a Veracruz, junto con Tamaulipas y Tabasco, en una de las entidades más peligrosas para la libertad y la vida de sus habitantes.

Tras la persecución lanzada con el programa Veracruz Seguro, en que entraron en acción las fuerzas federales (particularmente la Marina Armada de México, aunque también el Ejército y la Policía Federal), conjuntamente con la policía estatal, el delito no cedió en 2012 cuando, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se cometieron 91 secuestros.

Es el delito que no se ha logrado disminuir. En 2013 fueron 109 y en lo que va de 2014 se contabilizan 131, cuando todavía faltan dos meses para que termine.

En efecto, ya sería la hora en que esta modalidad delictiva tuviera una disminución importante, sobre todo porque fue la insignia de los operativos conjuntos entre fuerzas federales y estatales.

Tal vez por ello no tuvo mucho qué decir el titular de la SSP en su comparecencia, porque los datos son sumamente contundentes. Ya veremos qué dice al respecto el procurador general de Justicia, Luis Ángel Bravo Contreras, quien comparece este martes.

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