El perito de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, Alejandro Hernández Cárdenas Rodríguez, consideró que la Procuraduría General de la República y los gobiernos estatales desaprovechan la técnica de la rehidratación de restos humanos para la identificación de personas pese a que están comprobados sus resultados .

Entrevistado en esta ciudad a donde acudió a dar una charla a estudiantes de criminalística y criminología, el científico e inventor de la rehidratación de restos humanos resaltó que el procedimiento le ha permitido identificar a mil 300 personas desde septiembre del 2014 a la fecha.

El especialista en Estomatología Legal y Forense destacó que la identificación de una persona se ha logrado incluso solo con el análisis de un dedo y la recuperación de sus huellas dactilares.

Además, precisó que la técnica de la rehidratación de restos humanos resulta más barata que la identificación de cuerpos mediante las pruebas de ADN, pues la primera ronda en los 200 dólares y la segunda en mil dólares.

No obstante, nsistió que ni autoridades federales y estatales ni otros peritos de otras entidades federativas muestran interés en la técnica, por lo que se mantiene como el único que la implementa para la identificación de personas.

“Yo este trabajo lo realizo desde agosto del 2004, lo realizaba solo en Ciudad Juárez por casos del estado de Chihuahua y cuando se dio a conocer por un reportaje en diciembre del 2008 pensé que iba a haber más gente que lo intentaría, pero lamentablemente no, no hay nadie más que lo haga; se necesita que algunas fiscalías o que todo el país y la PGR se interesen y entonces ya se les capacitaría”, puntualizó.

Alejandro Hernández dijo estar dispuesto a compartir sus conocimientos al personal de la Fiscalía General del Estado de Veracruz en el caso de que lo solicitaran oficialmente a sus superiores.

Por último, el perito de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua afirmó que su técnica logra demostrar la causa de muerte de una persona y permite llevar a los responsables a la cárcel.

José Juan García/Avc