En la década de los 80, científicos británicos notaron por primera vez un adelgazamiento dramático del ozono en la estratosfera, a unos 10 kilómetros por encima de la Antártida. Sin embargo, científicos encontraron un componente, que ya se había prohibido en 1987, y el cual aumenta el riesgo de daño en la capa de ozono.

¿Qué está sucediendo con la capa de ozono?

El ozono es importante, porque es una capa protectora natural que protege de las radiaciones dañinas provenientes del Sol que afectan al ser humano, plantas y animales.

Científicos de la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos (NOAA), han detectado un aumento en los niveles atmosféricos de CF-11, un clorofluorocarbono prohibido en el año de 1987, el cual está afectando el tamaño del agujero de la capa de ozono y por ende están contribuyendo a la aceleración del cambio climático.

El estudio con estos resultados fue publicado en la revista científica Nature.

Reducción del 50% de la tasa de disminución

El estudio, liderado por el investigador Stephen Montzka, demuestra que la tasa de disminución de la concentración de CFCs en la atmósfera se ha reducido en un 50% a partir de 2012. Mientras que durante el período comprendido entre 2002 y 2012, se mantuvo constante.

«Este incremento no está relacionado con las labores de producción pasada, si no que sugiere que está enlazado con una nueva producción que no ha sido reportada y que no concuerda con el protocolo de Montreal»,
Stephen Montzka

¿Qué son los CFC?

Son compuestos muy útiles comercialmente; con extensas aplicaciones como refrigerantes, gases propelentes en sprays y en espumas, aislantes, entre otros. Incluso, los limpiadores por sus propiedades disolventes.

La extensión máxima del agujero en 2017, alcanzada en septiembre, fue de 19.6 millones de kilómetros cuadrados -2.5 veces la superficie de los Estados Unidos, según cálculos de la NASA, corroborados por la asociación oceánica NOAA.

Para evitar el incremento del agujero, se planteó el Protocolo de Montreal, el cual está diseñado para proteger la capa de ozono reduciendo la producción y el consumo de numerosas sustancias perjudiciales que se ha estudiado que reaccionan con ella y se cree que son responsables del agotamiento de la misma.

Acuerdo Internacional

Hace 31 años, la importancia de recuperar la capa de ozono llevó a que la comunidad internacional firmara el acuerdo presentado en el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), con el objetivo de regular este tipo de compuestos.

Se espera que para el año 2070 el agujero haya recuperado los niveles de 1980, fecha en la que todavía no había empezado a agotarse de forma considerable.

Con información de Muy Interesante