“Cuando la vaca está flaca, las garrapatas se caen solas”

Lopitos

 

Tras varias semanas de permanecer en la congeladora, diputados de la LXV Legislatura aprobaron la Ley de Comunicación Social para el Estado de Veracruz cuyo objeto es establecer las normas a las que deberán sujetarse los entes públicos a fin de garantizar que el gasto en esta materia cumpla con los criterios de eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez; que sean respetados los topes presupuestales, límites y condiciones de ejercicio que establezcan los presupuestos de egresos respectivos, así como la creación de un Padrón Estatal de Medios de Comunicación.

El dictamen, puesto a consideración por la Comisión Permanente de Gobernación durante la cuarta sesión ordinaria, registró 30 votos a favor (Morena, Del Lado Correcto de la Historia y PRD-MC), 12 en contra (PAN) y tres abstenciones (PRI-PVEM). Y cosa curiosa, a quien más beneficia la aprobación de esta novedosa ley que regulará la relación estado-medios, es al gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

Los morenistas llegaron al poder pensando que todos los trabajadores de los medios pequeños y regulares, profesionales grandes y pequeños, habían sostenido una relación de afinidad política con los gobiernos pasados, o de complicidades económicas. La razón les asiste en muchos casos pero, cuando se trata de medios manejados por profesionales de la comunicación o en los que publican periodistas comprometidos con la sociedad, es otra cosa, ellos no forman parte de los beneficiarios de la corrupción que alentó Fidel Herrera y Javier Duarte, que permitió que familias completas, amparadas en un medio oficioso, acumularan grandes riquezas.

Con la nueva ley el gobierno y, concretamente, quien dirige los destinos de la nave, el Gobernador, sabrá lo que es contar en Veracruz con una prensa profesional, la diferencia se notará de inmediato y la crítica constructiva le servirá para mejorar su imagen y la de su gobierno, así como tomar decisiones sustentadas en lo que dice la opinión pública no solo sus deficientes colaboradores que no se cansan de ponerlo en ridículo cada que se les da una oportunidad.

 

El SalsaFest 2019, un acontecimiento

 

Por la publicidad que se le está dando en los medios más caros del país como son las televisoras Azteca y Televisa, donde se promueve en la programación, el llamado “SalsaFest 2019” tendrá que ser un gran acontecimiento popular organizado por el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, quien de esta manera se trata de reconciliar con los habitantes de los municipios de Boca del Río y Veracruz bajo el poder de los Yunes del Estero, así como con todos los veracruzanos que se quieran divertir con el concepto de la salsa que para todos resulta tan agradable y contagiosa.

Cuitláhuac García ya lo hizo personalmente, supervisó por consejo de quien sabe, quien que no sabe asesorarlo, el sitio donde tendrá lugar el mencionado festival y ahora se anuncia que la Secretaría de Protección Civil (PC) coordina el Plan Operativo del SalsaFest 2019 para la prevención y atención de emergencias, a fin de garantizar la integridad de las y los asistentes. Como parte de las medidas preventivas, personal de la dependencia realizó la supervisión técnica de las estructuras de gradas y escenarios, así como la señalización, equipos contra incendios y disposición de rutas de evacuación y salidas de emergencia.

Se ha informado que, durante el evento, se contará con tres vehículos y ocho elementos especializados en búsqueda y rescate aéreo y urbano, manejo de materiales peligrosos y de masas, además de un Centro de Mando, desde el cual se coordinarán las acciones de las fuerzas de tarea participantes. Asimismo, habrá dos módulos al interior del Salsódromo para atención pre-hospitalaria, cuatro ambulancias para traslados, y se activará el Hospital General de Boca del Río. En caso de ser requeridos, se tendrán disponibles los traslados aéreos.

Para una comunicación fluida y permanente, se llevaron a cabo reuniones previas con personal de las secretarías de Turismo y Cultura (Sectur), Seguridad Pública (SSP) y Salud (SS); Tránsito del Estado, Cruz Roja, Bomberos Conurbados, Policía Municipal de Boca del Río y Policía Naval, junto con cuerpos de seguridad privada.

Bien por la dependencia (Protección Civil) a la que le corresponde realizar estos trabajos y no a autoridades de mayor importancia comprometidas en la solución de los problemas más graves.

 

Morena, sin contrapesos

 

Hasta el momento, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, con su partido Morena, no ha tenido ningún problema de contrapesos que le impidan poner en marcha todos los proyectos que van proponiendo o que se les van ocurriendo. No hay partidos de oposición, el Senado y el Congreso están de su lado con la mayoría que tienen y los aliados naturales que ya se les pegaron por conveniencia y todo, a casi seis meses de haber asumido el gobierno, marcha como miel sobre hojuelas.

Los partidos políticos no existen porque en la elección presidencial fueron arrollados por la corriente morenista y, por más que se esfuerzan en tratar de levantarse de la lona, no lo consiguen, al contrario, más caen al precipicio. El PAN, por ejemplo, ha ido perdiendo gradualmente esa credibilidad y confianza social que durante años mantuvo por el perfil moral de muchos de sus fundadores e integrantes. El alejamiento de sus principios lo fue llevando a borrar esa imagen impoluta de honestidad y probidad que se refleja de manera casi automática en el número de militantes y de votos obtenidos en las dos últimas elecciones, sobre todo en la del año pasado.

Los responsables de esta crisis en el PAN tienen nombre y apellido y se pueden ir identificando con el paso del tiempo. Quizá se podría comenzar mencionando a Diego Fernández de Cevallos y su alianza con Carlos Salinas de Gortari, la fortuna que hizo como abogado usando el tráfico de influencias para su beneficio personal. Le sigue Antonio Lozano Gracia, también abogado, quien al frente de la Procuraduría General de la República encabezó aquella farsa de la Paca, una supuesta vidente a la que le pagó para encontrar los restos del diputado de Tamaulipas, Manuel Muñoz Rocha, acusado de asociación delictuosa y señalado como uno de los autores intelectuales del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu.

Otro abogado más: Fernando Gómez Mont quien, con sus asesorías a los presidentes Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de Gortari, le dio otro golpe a la credibilidad del PAN, al que renunció sin haber sido militante registrado. Las acusaciones por vínculos con el narcotráfico contra los exgobernadores de Morelos, Sergio Estrada Cajigal y Marco Antonio Adame, también minaron la probidad de Acción Nacional.

El fracaso de la transición a la democracia de Vicente Fox envuelto en los escándalos de corrupción de los hijos de su esposa, Marta Sahagún, a quienes protegió con el manto presidencial, así como el saldo de miles de muertes, desapariciones y desplazados a raíz de la declaración de guerra contra el narcotráfico que hizo Felipe Calderón selló la docena trágica del PAN en el poder presidencial y la debacle que hoy sufre.

 

Reflexión

 

La credibilidad es la mejor carta de presentación de un periodista. Sin esta condición, no somos nada. Por eso es que en nuestro caso hemos tratado de mantenerla a costa de muchos sacrificios y lo seguiremos haciendo porque de eso depende que nos lean. Sin embargo, hay cosas que debemos hacer poniendo en evidencia nuestro rigor profesional con tal de no causar daño a nadie, porque esa no es ni será nuestra intención. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas