Después de haber concluido su trágica minigestión de dos años, Miguel Ángel Yunes Linares quiso dejar como herencia el gobierno de Veracruz a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez pero por el mal trabajo realizado el joven fue repudiado por los veracruzanos y perdió la elección ante Cuitláhuac García Jiménez, del partido Morena, el 1 de julio de 2018.

Ese coraje de haber perdido no ha sido asimilado por Yunes Linares y trata de exhibir al gobierno actual a cada momento, luciendo sus “habilidades”, insinuando el poder económico regalando dinero y buscando la forma de debilitar la imagen del gobierno estatal, pero parece que hoy será para el ex gobernador un día muy difícil, porque la presidencia de la república ha encendido sus luces de alarma y va a proceder.

Trascendió que la carpeta de denuncias en contra de Yunes Linares se podría reactivar en las próximas horas y ahora sí proceder en consecuencia.

En vez de llevársela tranquila, el choleño no tuvo la capacidad de ver esa benevolencia de López Obrador, que en campaña fue ofendido, retado e insultado por él y su hijo, el malogrado candidato a la gubernatura.

Todo cambió y ahora tendrá que rendir cuentas ante la autoridad de todos los desvíos que realizó y explicar el origen de esa fortuna que no puede negar y que hasta a nivel internacional se le ha señalado.

Con esos antecedentes en contra, más valía se hubiera mantenido al margen y esperar mejores tiempos, pero no pudo, su naturaleza es así y ahora las cosas se le podrían complicar, porque este lunes en la presidencia de la república hubo una reunión entre el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero y los temas centrales fueron las denuncias de Yunes Linares y la remoción del Fiscal General del Estado, Jorge Winkler Ortiz.

Manuel Rosete Chávez/Formato Siete