Alfredo Zavaleta Betancourt, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), ingresó como miembro la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) en el Área Ciencias Sociales.

Su inclusión y la de otros investigadores de esta casa de estudios a la AMC, es resultado de un proceso de evaluación realizada por la Comisión de Membresía sobre su trayectoria de investigación y trabajo académico de los últimos años.

“Es un largo proceso de evaluación de nuestros trabajos por nuestros pares nacionales. Éste no sólo es un logro personal sino del instituto en el que trabajo; es resultado de conversaciones formales e informales con mi equipo de investigación, el cuerpo académico (CA) Estudios Sociopolíticos y compañeros investigadores del instituto. Pienso que también es un reconocimiento para la UV.”

Comentó que el ingreso a la AMC lo obliga a innovar en sus objetos de investigación, desarrollar proyectos interdisciplinarios, facilitar la multiplicación de las redes académicas, formar recursos humanos de licenciatura y fundamentalmente de posgrado en el área de ciencias sociales; además, posibilita la aplicación a convocatorias de fondos internacionales para el impulso de proyectos.

“El ingreso a la Academia Mexicana de Ciencias es un incentivo para multiplicar los trabajos de líneas de investigación que actualmente desarrollo en torno a la pacificación e inclusión social desde una perspectiva de sociología disposicional.”

Con respecto a sus trabajos, dijo que ha desplazado su objeto de investigación de la seguridad ciudadana a la inclusión social y pacificación.

Agradeció a sus compañeros de trabajo del IIH-S, en especial a los integrantes del CA Estudios Sociopolíticos, con quienes desarrolla esta temática y otras líneas de investigación.

Cabe mencionar que esta membresía a la AMC, en el Área de Ciencias Sociales, también ha sido concedida a otros investigadores del IIH-S: Félix Báez-Jorge, Alberto Olvera Rivera y Rosío Córdova Plaza.

Universidad, principal institución de socialización

Alfredo Zavaleta planteó que la incursión al campo de las ciencias sociales fue por razones biográficas, para comprender cómo había sido su vida familiar en una ciudad media del estado de Veracruz.

“Porque era una biografía diferente a la de los integrantes de mi familia, de las familias de mis amigos con los crecí, estudié y practiqué algunos deportes u oficios antes de ingresar a la Universidad Veracruzana.”

Recordó que llevó el curso propedéutico que se llamaba “Iniciación a la vida universitaria”, el cual era importante para la inmersión a la cultura universitaria. Para él, su ingreso a la Universidad cambió su vida completamente porque la cultura local en la que creció ahora le parecía minúscula comparada con el universo de la cultura universitaria, ya que por primera vez experimentó que las personas, estudiantes y profesores eran valorados por sus méritos y trabajos, y no por el capital económico.

“La Universidad para mí ha significado la principal institución de socialización que me permitió el reconocimiento de los problemas públicos, del momento histórico y social en el que vivimos; estoy agradecido con la Universidad pública por todo lo que me ha dado y creo que debemos defenderla porque es el espacio que ha permitido a diferentes generaciones –y permitirá a las futuras– garantizar su crecimiento personal y profesional.”

Pacificación e inclusión social

En años recientes, el académico Alfredo Zavaleta incursionó en los temas de pacificación e inclusión social como objetos de investigación; aunque también ha transitado por la temática de seguridad ciudadana, ya que considera que este es justo el momento en el que se requiere explorar diferentes posibilidades de destensar los conflictos que vive el país.

Mencionó que esto obliga a los científicos sociales a pensar de otra manera los viejos problemas, a comparar las experiencias nacionales e internacionales que han impulsado mecanismos de justicia transicional para controlar la violencia, a construir la paz y formar en una cultura de la paz.

“Los años que vienen obligan a los científicos sociales, particularmente a historiadores y sociólogos, a pensar cómo construir laboratorios de paz regionales, dado que las dinámicas de los procesos de violencia, así como la presencia del gobierno en los municipios y en las regiones, es muy heterogénea, muy diferencial.”

Detalló que estos laboratorios estarían ubicados en aquellos municipios y regiones del país donde el conflicto ha tenido una mayor intensidad, ayudarán a comprender el fenómeno, a identificar a los actores sociales y políticos que buscan la pacificación del país, y a construir una alianza para la paz entre los grupos sociales, políticos y diferentes niveles de gobierno.

Zavaleta Betancourt subrayó que la agenda académica debe concentrarse en explorar posibilidades de paz, ya se ha hablado durante mucho tiempo sobre la violencia, el control de la violencia, la gobernanza y la inseguridad.

“Es cierto que debe seguir hablándose de estos temas en la medida que son problemas que no se han resuelto completamente, pero creo que es el momento para dedicarnos a explorar las posibilidades de que este país sea pacificado.”

Actualmente trabaja en dos proyectos de investigación: el primero sobre pacificación y el segundo sobre inclusión social, este último se orienta por una sociología disposicional.

La sociología disposicional, explicó, consiste en la observación de la heterogeneidad y la diferenciación de nuestras percepciones de ciertos problemas de violencia y de funcionamiento de instituciones, también sobre las trayectorias, biografías y formas de socialización primaria y secundaria que posibilitan la actuación ante determinado tipo de problemas.

“Trabajamos en la reconceptualización de la idea de resiliencia como socialización, al mismo tiempo que trabajamos en el diseño de un modelo de laboratorio regional de paz con el propósito de que sea replicable en otras regiones del país en los próximos años”, finalizó.

Paola Cortés Pérez/Prensa UV