Aunque cualquiera podría suponerlo, dados los pocos incentivos de la inversión pública y el desgaste derivado de la inseguridad, los datos ofrecidos este 10 de junio por la organización “México ¿Cómo Vamos?” colocan a Veracruz en una posición incómoda en torno a su aportación al crecimiento económico del país: prácticamente nula.
En el documento “Así van los estados: Semáforos económicos estatales”, la organización da seguimiento a 10 variables fundamentales “para monitorear el crecimiento económico y la generación de empleos formales”, y Veracruz no tiene una calificación meritoria: su aportación al PIB nacional es prácticamente negativa.
Para decirlo pronto, mientras Baja California Sur logró en 2013 un producto interno bruto (PIB) estatal de 5.9 por ciento, que sería suficiente para que el país creara el millón 200 mil empleos que requiere cada año para dar ocupación a los jóvenes que se incorporan al mercado laboral, Veracruz decreció en 0.6 %.
¿Cuáles son los indicadores utilizados? Nada menos que deuda pública, crecimiento económico, empleos formales, productividad, Estado de derecho, bienestar, inversión extranjera directa, fomento a las exportaciones, formalidad y diversificación laboral.
Y vea cómo nos va:
En crecimiento económico, Veracruz se encuentra entre los de nulo avance, al experimentar un decrecimiento de menos 0.6 %.
Es cierto que Campeche experimenta el mayor descalabro (menos 14.4 %), pero incluso Oaxaca y Morelos (0.0%), DF (0.3%) y Chiapas (0.4%) nos llevan ventaja, ya no digamos Guanajuato (4.1%), Chihuahua (4.3%), Quintana Roo (4.7%) y Baja California Sur (5.9%).
En total, 12 estados sufrieron un crecimiento económico negativo, entre ellos Veracruz, si bien destacan Campeche, Tlaxcala y Sinaloa.
Sólo 9 tuvieron un crecimiento económico por arriba del 1.8% nacional: Yucatán, Tamaulipas, Aguascalientes, Sonora, Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Quintana Roo y Baja California Sur.
Paraíso de los empleos informales
En la creación de empleos formales tampoco nos va muy bien. Veracruz está profundizando una tendencia hacia la informalidad de los empleos creados. Mientras que en el Distrito Federal, el 67.9% de la población económicamente activa (PEA) tiene un empleo formal, en Veracruz (colocado en el puesto 20) solo el 23.3% de su PEA lo tiene.
El crecimiento económico negativo y la preponderancia del empleo informal (más del 75% de los empleos creados), hacen que Veracruz se coloque en el puesto 28 en materia de bienestar, con el 58.5 por ciento de su población en pobreza alimentaria, 5 por ciento más que en el primer trimestre de 2013.
El documento señala que, en tan solo un año, la pobreza salarial aumentó más de 5 puntos porcentuales en Veracruz, Distrito Federal, Durango, Michoacán y Baja California Sur. Solo dos estados redujeron su pobreza por arriba de 2 puntos porcentuales: Tabasco e Hidalgo.
En cuanto a informalidad laboral, Veracruz presenta una tasa de 59.8 por ciento, con un crecimiento respecto al año previo de 1.3 por ciento.
Destaca el reporte que 19 estados, entre ellos Veracruz, tienen a la mayoría de su población en la informalidad y aunque destacan Guerrero y Oaxaca con más del 70 por ciento de su población en esa circunstancia, Veracruz no se encuentra muy lejos de ese lastre, pues prácticamente 6 de cada 10 empleos han sido creados en el sector informal, arriba de la media nacional (53.2 por ciento).
¿Atraemos inversión extranjera directa?
En los últimos años hemos recibido información oficial que nos ha hecho considerar a Veracruz como un imán de inversión extranjera directa, sobre todo en materia energética.
En efecto, el documento que hemos usado para las presentes reflexiones nos ubica en el octavo lugar nacional como entidad atractiva para inversores de otros países, y calcula en 0.3 por ciento del PIB el flujo de recursos provenientes de ese sector, por su crecimiento anual, pese a lo cual no se encuentra en el grupo de cuatro estados con una IED igual o mayor al 1 por ciento de su PIB, en que sobresalen el Distrito Federal (1.7%), Puebla (1.6%), Durango (1.3%) y Guerrero (1%).
En fomento a las exportaciones, Veracruz se ubica en el lugar número 23, con exportaciones equivalentes al 0.6 por ciento de su PIB, lo que significa un decrecimiento de 0.07% respecto del año previo.
Sólo en 5 estados las exportaciones totales representan más del 5% de su producción: Chihuahua (10.1%), Baja California (7.5%), y Tamaulipas (6,2%).
El documento señala que para la mitad de los estados del país, las exportaciones como porcentaje de su producción no representan ni el 1%; en el último año, más de la mitad de los estados (17) redujo sus exportaciones como porcentaje del PIB, y solo 12 estados tuvieron un incremento en sus exportaciones como porcentaje de la producción.
¿Y cómo andamos en materia de deuda pública?
Según el documento, la deuda pública de Veracruz representa el 5.0 por ciento de su Producto Interno Bruto, con un crecimiento de deuda equivalente al 0.07% del PIB en el periodo que se analiza, solo superado por Chihuahua (9.0%), Quintana Roo (7.5%), Chiapas (7.2%), Coahuila (6.8%) y Nayarit (6.1%).
En resumidas cuentas
Al referirse a Veracruz, México ¿Cómo Vamos? da un diagnóstico severo de lo que está ocurriendo en Veracruz. Sus conclusiones son las siguientes:
- Su producción se vio reducida en 0.6%, mientras que a nivel nacional la producción aumentó 1.8%.
- Sólo 2.3 de cada 10 personas en edad de trabajar, están empleadas.
- Tiene una productividad laboral de $596 por hora trabajada, menos que el promedio nacional de $753.
- 6 de cada 10 de sus habitantes no tiene acceso a la canasta alimentaria.
- Pasó de 0% a 0.3% en su IED como porcentaje de la producción.
- Redujo sus exportaciones totales como porcentaje del PIB, de 0.7% a 0.6%, menor al promedio nacional de 1.9%.
- Redujo en más de 30 la tasa de robo de vehículos por cada 100 mil habitantes; ahora se ubica en 63.8, y se alejó más de la media nacional de 124.5 vehículos por cada 100 mil habitantes.
- Tiene la sexta deuda más alta del país; debe 5% como porcentaje de su producción.
- 6 trabajadores de cada 10 se encuentran laborando en el sector informal.
- 7 de cada 100 trabajadores se encuentran laborando en el sector público, la sexta menor tasa del país.
Extraiga usted sus propias conclusiones.
Elizabeth hace su tarea
Parece que Elizabeth Morales, presidenta del PRI en Veracruz, sabe ubicarse en el aquí y ahora político y, para el caso, nada como que un dirigente partidista sepa qué debe hacer y en qué momento.
Este miércoles desayunó con los comunicadores, a quienes festejó por el Día de la Libertad de Expresión. Nunca es tarde para ese tipo de encuentros. En su discurso, dicho con aplomo y un aire de camaradería, la también comunicadora precisó su lugar y echó por tierra muchas especulaciones.
Dijo que el PRI hace el trabajo que le corresponde para 2014, reorganizar su estructura territorial (municipal y seccional), atrayendo a aquellos priistas que no han sido escuchados y, por ello, se han alejado de su partido. Esa es, dijo, la tarea en que el partido y su dirigente están empeñados. Y no en otro.
Y habrá PRI diferente para hacer las tareas del 2015 (elecciones federales intermedias), para el 2016 (elección de gobernador y diputados locales), para el 2017 (elecciones municipales) y para el 2018 (elección presidencial y del poder legislativo federal), aunque no es seguro que ella esté al frente de cada uno de los retos.
Un evento, por cierto, en que se vio la mano tersa del jefe de prensa, Emilio Cárdenas Escobosa, buen amigo e inteligente comunicador.
El síndrome de cabeza de lata
El martes de esta semana, un rumor hizo saltar la atención de miles de veracruzanos. Según el portal Formato Siete (www.formato7.com), había sido aprehendido por autoridades judiciales federales Ranulfo Márquez Hernández, el mismo que junto con el exalcalde boqueño y entonces titular de Sefiplan, Salvador Manzur Díaz, fuera destituido de la delegación de la Sedesol por el video escándalo en que se mostraban preparativos para usar dinero federal y estatal en la manipulación a favor del PRI de los comicios.
Según la versión del sitio de noticias, elementos de la Policía Ministerial habrían detenido a Ranulfo Márquez Hernández, exdelegado de la Secretaría de Desarrollo Social en Veracruz y exsecretario de Protección Civil en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
Y añadía: “Según nuestras fuentes, será presentado ante el Ministerio Público Federal para que declare en relación a presuntos actos de corrupción cometidos a su paso por las dependencias antes mencionadas, especialmente la Secretaría de Protección Civil, donde manejó miles de millones de pesos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), los cuales no fueron invertidos en los damnificados por los huracanes Matthew y Karl.”
Lectores, analistas y periodistas se hicieron eco del trascendido, sobre todo porque el personaje constituye uno de los icebergs de la permanente actividad política del exgobernador Fidel Herrera Beltrán, además de representar más fielmente la imagen de la desmedida corrupción que imprimió en su gobierno el oriundo de Nopaltepec, para muchos, quien sigue gobernando la entidad.
Al final, el rumor fue desmentido por el coordinador general de Comunicación Social, Alberto Silva Ramos, pero que la versión haya tenido un importante ingrediente de credibilidad tiene que ver con la certidumbre generalizada de que el popular Tonicho, mejor conocido por el mote de Cabeza de Lata, fue el artífice de los sucios negocios hechos en el sexenio anterior con los recursos que serían destinados a resarcir los daños ocasionados por los fenómenos meteorológicos.
Ya sabemos que miles de veracruzanos se quedaron esperando los recursos federales del Fonden para rehabilitar carreteras, reparar viviendas y recuperar utensilios caseros, perdidos por la violencia de la naturaleza. ¿Y los dineros? Para qué repetir lo que saben los veracruzanos.
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