La próxima semana, entre el martes 21 y el jueves 23, comparecerán ante las respectivas comisiones legislativas permanentes del Congreso local los titulares de los cinco órganos autónomos de la entidad: la Fiscalía General del Estado (FGE), la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI) y la Comisión Estatal de Atención y Protección a los Periodistas (CEAPP).
La primera en presentarse ante la Comisión Permanente de Procuración de Justicia de la LXVII Legislatura será la fiscal general Verónica Hernández Giadáns, quien acudirá el siguiente martes a las 10:00 horas, cuya comparecencia ha despertado más morbo por su polémico desempeño al frente de la FGE desde hace más de cinco años, cuando sustituyó primero interinamente al abogado yunista Jorge Winckler, removido temporalmente por los diputados locales de Morena y sus aliados el 3 de septiembre de 2019 por no acreditar los exámenes de control y confianza que por ley le obligaba el cargo que detentaba.
Desde hace casi año y medio, tras la salida de Eric Cisneros Burgos de la Secretaría de Gobierno –su exjefe político, con quien había laborado en la Dirección Jurídica de la SEGOB– se ha venido rumorando su inminente renuncia como Fiscal precisamente por su estrecho vínculo con el ex secretario que políticamente se distanció de Rocío Nahle al disputarle la candidatura de Morena al gobierno de Veracruz.
Para acallar los rumores, Hernández Giadáns difundió un video el domingo 3 de septiembre de 2023, fecha en que cumplía cuatro años en el cargo. Su mensaje sonó retador. “Con valor y firmeza, seguiré al frente de la Fiscalía General del Estado, aplicando la política de Cero Tolerancia a la impunidad”, expresó la incondicional de Cisneros, exiliado políticamente de la entidad desde noviembre de 2024, luego de que Nahle ganó oficialmente la encuesta interna de Morena.
No obstante que su protector había caída en la desgracia política, la Fiscal dijo que continuaría a cargo del órgano autónomo “con absoluto respeto al estado de derecho, a la manera juarista, sin distingos, sin complicidades y alejada de tintes políticos, porque estamos convencidos que no hay paz sin justicia, y no hay justicia si ésta no se procura”.
Sin embargo, tras el aplastante triunfo de Nahle en la elección de junio pasado, los rumores de su inminente salida arreciaron pues la gobernadora electa remarcó su distanciamiento con ella. Inclusive trascendió que la ex candidata triunfadora había dado instrucciones a sus allegados que evitaran toda comunicación con ella.
Pero, en cuanto la morenista asumió el poder, su trato hacia Hernández Giadáns empezó a ser más cordial. Su primer encuentro fue el 2 de diciembre pasado en Coatzacoalcos, donde al día siguiente de su toma de posesión Nahle presidió la mesa de seguridad en la que debía participar la Fiscal. Y, nueve días después, la recibió en su despacho de Palacio de Gobierno, donde Verónica le entregó personalmente su informe de labores correspondiente al año 2024, que por ley los titulares de los órganos autónomos deben presentarle al Ejecutivo estatal.
¿Qué suavizó el trato de Nahle hacia doña Verónica? Unos lo atribuyen al “favor” que desde la Federación le pidieron hace cinco meses a la Fiscal veracruzana para que desactivara las órdenes de aprehensión contra los Yunes del PAN, ahora aliados de Morena. Pero otros presuponen que tendría que ver con un explosivo caso judicial en el que implican a la gobernadora y a su esposo José Luis Peña, y que el pasado jueves 9 motivó la aprehensión en un operativo simultáneo en la entidad, de un ex juez y otros cinco funcionarios y ex funcionarios del Poder Judicial del Estado acusados de fraude procesal y otros delitos.
El bien documentado columnista coatzacoalqueño Mussio Cárdenas acaba de publicar que “en el día 40 de gobierno, la ‘Operación Enjambre’ va por el juez que afectó los intereses del clan Nahle-Peña, los negocios con tierras, el que rompió el pacto, el que emitió sentencias que exacerbaron la ira de la zacatecana que gobierna Veracruz”.
“A Francisco Javier Okamura Salomón, ex juez segundo de Primera Instancia, no lo aprehende la Fiscalía de Veracruz por ser cabeza de una red de corrupción, así tenga un negro historial, sino por empantanar juicios, ocultar expedientes e impedir que el clan se allegue predios urbanos y una propiedad con ubicación clave en el municipio de Las Choapas.
“Es un juez exprés, hechura del ex presidente del Poder Judicial de Veracruz, Edel Álvarez Peña, quien no objetó impulsarlo sin tener mayores merecimientos. De escribiente pasó a ser cabeza de Juzgado.
“Okamura y cinco funcionarios y ex funcionarios judiciales fueron aprehendidos el jueves 9 en una acción simultánea en Coatzacoalcos; Jicacal, congregación del municipio de Pajapan; Las Choapas y Xalapa.
“A Okamura se le acusa de incumplimiento del deber legal y prevaricación equiparada.
“A María Cristina “G” y Manuel “N”, se les imputa abuso de autoridad, contra la fe pública e incumplimiento de un deber legal.
“Sobre José Isabel “N”, Adriana “N” y Florentina “N”, hay denuncia por despojo, uso de documento falso, falsedad ante la autoridad y fraude procesal.
“A la secretaria de Acuerdos, Petra “Ch”, pese a que se le mencionó como parte de la embestida legal, no le fue ejecutada ninguna acción hasta ahora.
“Las órdenes de aprehensión se cumplieron dentro del proceso penal 11/2025.
“La Operación Enjambre no es una batida contra la corrupción. Es un ajuste de cuentas y un mensaje. Le cobra a Okamura Salomón haberle enredado los juicios al clan Nahle-Peña y envía el mensaje a sus adversarios, políticos o no, de quien detenta el poder, la justicia, la Fiscalía y hasta dónde puede llegar.
“A todos se les tildó de integrar una red de corrupción. A las aprehensiones siguió la difusión con el aparato de propaganda afín a la gobernadora de Veracruz…”
El columnista sureño comenta irónico que “de pronto la Fiscalía se volvió eficiente”, y afirma que ahora “van por abogados que representan a acusados en juicios de amparo”.
A pepín ruiz no le hace mella la ‘guerra sucia’
A pesar de la guerra sucia que simpatizantes de otros aspirantes de Morena a la candidatura municipal del puerto de Veracruz han desatado en contra de Pepín Ruiz, el diputado local sigue creciendo en las preferencias electorales y, sobre todo, convenciendo a la base morenista, principalmente al sector de mayor peso en la vida interna del Movimiento de la 4T: los fundadores.
Es decir, Pepín no sólo es líder absoluto en las encuestas serias, sino que además ya trae a la mayoría de la base del partido guinda.
Pepín es el aspirante más completo porque ha logrado convencer tanto en lo interior como hacia fuera de Morena.
Basta con observar cómo en las redes sociales distintas voces de diferente estrato social se
manifiestan públicamente a favor de Pepín, a quien algunos de sus malquerientes pretenden descalificar por su pasado priista, cuando por las filas del partido tricolor pasaron desde el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, hasta los líderes actuales del Congreso de la Unión, el diputado federal Ricardo Monreal y el senador Adán Augusto López, así como algunos gobernadores de la 4T, entre ellos Alfonso Durazo, de Sonora, quien desde el año pasado preside el Consejo Nacional de Morena.
Nos aseguran que la popularidad de Pepín no está en duda entre los jarochos. Y como prueba nos sugieren preguntar a boleros, meseros, tablajeros, taxistas, etcétera, etcétera, etcétera, cuya opinión en ampliamente favorable hacia el diputado local José Ricardo Ruiz Carmona.
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