El expenal de Allende que pronto se convertirá en el Centro Universitario de las Artes de la Universidad Veracruzana (UV) en unos días más comenzará a ser intervenido y se estima que para marzo del 2025 concluya la primera etapa para poder adecuar el sitio que ha estado abandonado por muchos años.
Rubén Edel Navarro, vicerrector de la máxima casa de estudios en la región Veracruz-Boca del Río, afirmó que se trata de un área de aproximadamente 15 mil metros cuadrados los que contempla el lugar ubicado en el centro de la ciudad para el que se han destinado 30 millones de pesos.
¿Van a derribar algo de la fachada que se conoce actualmente?
«No, nada, al contrario; lo que vamos a hacer es restaurar toda la fachada para conservar un poco la memoria histórica de lo que fue el penal en su momento».
Indicó que financiera y arquitectónicamente hablando es más optimo conservar el edificio y rehabilitarlo en lugar de echarlo abajo y construir un nuevo complejo.
Aunque no es un inmueble histórico, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) les ha sugerido que participen restauradores para conservar el caso, por lo que determinaron que acatarán las recomendaciones de los especialistas.
Estiman que al terminar el primer trimestre del próximo año ya esté en condiciones adecuadas y se habrá terminado la parte arquitectónica; podrán tener completa la hidráulica; eléctrica y de otros aspectos que lo hagan funcional.
El Centro de Iniciación Musical Infantil (ubicado actualmente en una casa que renta la UV en Boca del Río) será la primera institución que se pase al edificio; después harán lo mismo la Licenciatura en Enseñanza de las Artes; el Taller Libre de Artes; y la Licenciatura de Fotografía.
Cabe recordar que tras varios años de abandono, el ex penal de Allende ahora será el Centro Universitario de Artes de la Universidad Veracruzana (UV), luego de que el Cabildo de Veracruz aprobó donar el complejo y el Ayuntamiento hizo oficialmente la entrega.
Está ubicado en la avenida Allende entre Francisco Canal y Hernán Cortés en el primer cuadro de la ciudad; su historia se remonta a la época del «porfiriato».
Fue construido en 1908, por décadas sirvió de cárcel, luego se convirtió en locación de cine, después de refugio de delincuentes y ahora tendrá fines educativos.
El edificio fue una de las últimas obras que hizo en esta región el polémico Porfirio Díaz, posterior al puerto artificial de Veracruz.
Para aquella época, prácticamente estaba ubicado en la orilla de la ciudad, casi a las afueras, hasta ahí llegaba Veracruz, hacia atrás solo era médano.
Entre los presos que estuvieron en el ex penal de Allende figuran personajes como el anarquista mexicano Herón Proal; el activista agrarista Úrsulo Galván Reyes; el revolucionario veracruzano José Cardel Murrieta, entre otros.
Registros indican que originalmente tenía una capacidad para 800 presos, era un penal bastante grande para la zona y fue utilizado como tal por mucho tiempo.
Manuel Contreras, considerado «el alma» de la defensa civil de Veracruz en 1914 era director del penal; un hombre a quien describen muy preparado. Él fue quien adiestró a la población civil en caso de cualquier tipo contingencia militar que existiera en Veracruz, por eso hubo una gran defensa durante la invasión.
Pero fue en abril del 2008 cuando el actor y productor hollywoodense Mel Gibson llegó a Veracruz para elegir locaciones para uno de sus rodajes. Con este fin, visitó un antiguo cuartel militar, una penitenciaria, el Parque Nacional Cofre de Perote, el antiguo Colegio Militar de México y la Fortaleza de San Carlos.
Durante el 2009, en el sexenio del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán se informó que el penal de Allende dejaría de ser una cárcel para convertirse en las oficinas de la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y también en un museo. Nunca fue así.
En junio de ese mismo año (2009), elementos del Ejército Mexicano y de la Policía Federal implementaron un fuerte dispositivo de seguridad en el primer cuadro de la ciudad, para iniciar con el traslado de más de 900 reos a diferentes Centros de Readaptación Social (Ceresos) del estado.
En el sitio grabaron escenas de la cinta How I spent my summer vacations (Cómo pasé mis vacaciones de verano), tuvo que ser acondicionado para simular el desaparecido reclusorio de La Mesa, en Tijuana, Baja California.
Sin embargo, el tiempo hizo de las suyas; la falta de rehabilitación o mantenimiento fueron deteriorando aún más el edificio. Las autoridades municipales tuvieron que bloquear los accesos para evitar que delincuentes y drogadictos regresaran a habitarlo.
Cornisas desprendidas, paredes rayadas, pintura o restos de lo que fue pintura, basura, desechos, maleza, y un fétido olor es lo que se percibía todavía en el lugar.
XEU
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