¿Alguna vez comiéndote un rico taco te has preguntado cómo se elaboró la tortilla que tienes en las manos? o ¿cómo y quién creó la máquina de tortillas? Muchos años antes de que se hiciera costumbre quedarnos con el cambio de las tortillas y gastarlo en las maquinitas, las tortillerías vendían sus productos hechos a mano pero… ¿cuándo fue que empezó a industrializarse el proceso? Esta historia comienza a mediados del siglo XIX cuando llegaban muchas ideas a la Oficina de Patentes en la Secretaría de Fomento.
¿Quién inventó la máquina de tortillas?
En el siglo XIX empezó la innovación para industria de la tortillería y constantemente llegaban propuestas e ideas a la Oficina de Patentes en la Secretaría de Fomento. La ideas que recibían eran sobre máquinas que ayudarían a agilizar el proceso de elaboración de las tortillas que en un principio se elaboraban a mano, por ello las maquinas que se patentaban era molinos o mezcladoras.
A ciencia cierta no podemos especificar quién es el único y verdadero inventor de la máquina tortilladora, lo que sí es que podemos tener en cuenta a los personajes que hicieron avances notables hasta que surgió el mecanismo que conocemos hoy en día. Para ello con ayuda del Archivo General de la Nación, sabemos que las patentes expedidas en esos años se encuentran resguardadas en sus instalaciones, así que tenemos una noción de quienes fueron las personas que ingeniaron el invento que revolucionó nuestra forma de comer.
Los principales inventores tortilleros
Julián González fue quien solicitó a la secretaría una patente por 12 años de una pulverizadora de granos y otra de un mecanismo para obtener cualquier tipo de masa húmeda. Su argumento fue que dentro del país no había un sistema igual y mucho menos había alguna que se aplicara a la fabricación de pan o tortillas; sin embargo la oficina le regresó su petición por falta de documentos y precisando que ya habían llegado propuestas similares, aunque esto no fue un impedimento para registrar más patentes.
Debido a estas dificultades, Julián tuvo que nombrar a sus dos máquinas como ‘máquina moledora de maíz’ y la ‘recortadora de tortillas’, además también tuvo que mejorar sus argumentos para que le fuera concedida la patente, lo que lo llevó a mejorar su mecanismo de una forma muy peculiar. Implementó piedra de metate en los rodillos de la moledora para conservar parte de la técnica tradicional y en tanto a la recetadora, añadió moldes que servirían para recortar la masa. Gracias a esto obtuvo la patente en 1859.
Posteriormente, González tuvo una serie de dificultades para extender su patente por otros 12 años, entre ellas fue el tener que competir con otro inventor de nombre Genaro Vergara, para este punto ya había más cambios y mejoras para sus máquinas y sus resultados era muy similares, por lo que en la Secretaría de Fomento hubo un lío por decidir a quién darle la patente, al final ganó Julián por derecho de antigüedad.
Ante la necesidad de aumentar y agilizar la producción de tortillas la creación, mejoras e innovación de otros dispositivos fue común encontrar diferentes versiones de las máquinas y fue en 1904 cuando Everardo Rodríguez y Luis Romero añadieron una transportadora que lleva las tortillas al comal y así pudieron fabricar 16mil tortillas diarias.
Un año después, a Ramón Benítez se le ocurrió poner unas planchas de acero para aplanar la masa y luego pasarlas por el fuego, pero inmediatamente esa idea fue suplantada por la utilización de rodillos y la recortadora automática que funcionaba con petróleo, una propuesta más de Luis Romero.
¿Cómo fue que llegamos a la máquina actual?
En 1915, esta historia dio un giro cuando la empresa ‘La India’ incorporó un horno de gas al proceso. Anqué el evento que marcó un antes y un después en la industria tortillera fue cuando el señor Fausto Celorio Mendoza en 1947 le puso rodillos para troquelar y transportar cada tortilla, es por ese avance que se le conoce como el ‘inventor de la tortilladora’.
Posteriormente lo único que sucedió con Fausto y su invento fue despegar y crecer, al inicio claro que tuvo sus obstáculos para comercializar su invento. Sobre todo porque tenía que vender las máquinas lejos de los ojos de las mujeres que se dedicaban a vender sus tortillas de forma manual, por lo que sus ventas se limitaban a una máquina por mes hasta que conoció a Alfonso Gándara.
Gándara era un ingeniero del IPN y como sabemos, los ‘burros blancos’ siempre han tenido mucho ingenio, no es raro saber que gracias a Alfonso y sus modificaciones, las ventas se dispararon hasta vender 40 máquinas por semana. Aquí creo que podemos hacernos una idea del origen de las tantas tortillerías que tenemos en el país.
Durante todo el siglo XX hasta la muerte de Celorio en 1996 el aparato fue constantemente mejorado, llegando así a producir 131kg de tortillas por hora en su última máquina. Lo importante de este inventor mexicano es que es el responsable además de otros 150 inventos que aportaron a la innovación industrial del siglo pasado.
¿Ya sabías el origen de la máquina para hacer tortillas?
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