¿Son confiables las encuestas en nuestro país? La respuesta es no y la culpa la tienen las propias consultoras. Cuando a Fidel Herrera se le metió entre ceja y ceja la idea de ser presidente de la República, contrató a Consulta Mitofsky que hizo unas encuestas que lo pusieron a la par de Dios en aceptación. Aquello fue tan burdo que desde entonces se dice que las encuestas son de quien las paga.
En octubre pasado, el diario El Universal dio a conocer una encuesta de Buendía & Márquez donde Claudia Sheinbaum aventajaba a Xóchitl Gálvez por 30 puntos porcentuales en la carrera por la presidencia.
¿Treinta puntos porcentuales? ¡Pasumecha!
Esto levantó sospechas a las que se agregó el hecho de que María Teresa Ealy, hija del dueño de El Universal Juan Francisco Ealy Ortiz, es coordinadora nacional del grupo SUMA Jóvenes, que apoyan a Claudia Sheinbaum.
Este lunes en entrevista con Ciro Gómez Leyva, Xóchitl aseguró que Roy Campos, director de Consulta Mitofsky, está coludido con Sheinbaum para favorecerla en las encuestas, además de tener un convenio con la ex jefa de gobierno.
Y es que Mitofsky dio a conocer su última encuesta donde Claudia aparece con el 61.1 por ciento de las preferencias, sobre Xóchitl que apenas alcanzó el 32.4 por ciento.
Roy no se quedó con el carambazo y reviró: “La respuesta es no. No tengo contrato, convenio, ni estoy trabajando para ella (Claudia Sheinbaum) ni para alguna candidata o candidato presidencial”. Y por supuesto, nadie le creyó.
Pero si hubiera convenio ¿qué? ¿Acaso las encuestadoras viven de rebanadas de aire?
Una empresa de ese tipo tiene clientes con los que establece convenios comerciales, laborales, empresariales, etc. ¿Entonces?
Quizá Xóchitl piense como un clásico; que los convenios pueden ser legales pero son inmorales. Y nada de eso.
Inmoral es que por quedar bien con el cliente, las encuestadoras inflen los porcentajes de manera tan desproporcionada como cínica.
Nadie le cree a Buendía & Márquez los 30 puntos de ventaja que (presuntamente) le lleva Claudia a Xóchitl. Ni a Mitofsky la ventaja de 27 puntos que la ex jefa de gobierno lleva sobre la senadora hidalguense.
Claudia sí aventaja a Xóchitl, aunque la diferencia no es tan abismal. Pero si ésta comienza a obsesionarse con las encuestas y le da por descalificarlas en público, futa…
El librito de la política dice que Xóchitl debe enfocar sus baterías contra el presidente López Obrador y no contra Claudia Sheinbaum, porque el tabasqueño es el verdadero candidato a la presidencia.
Sus energías las debe utilizar para atraerse a 4 millones de jóvenes de entre 18 y 19 años que votarán por primera vez, así como convencer a 6 millones de entre 20 y 29 años que casi nunca votan, de salir a votar el próximo 2 de junio y por supuesto, que voten por ella.
En eso (entre muchas cosas), es en lo que se debe ocupar y no en encuestas infladas y cuchareadas, que si en un tiempo lograron el objetivo de tomarle el pelo a muchos y con ello inhibieron el voto, hoy engañan a muy pocos y no inhibirán a nadie.
Parafraseando a otro clásico, la verdadera encuesta es la que se verá en las urnas. Y Xóchitl debe meterse en la cabeza que su lucha contra Claudia por los votos será muy parejera.
Pero si no va a llegar con esa mentalidad al primer domingo de junio, entonces que siga haciendo caso a las encuestas.
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