El trabajador de la construcción Marcelo Guadalupe Torres López y su esposa Sujey Cabrera Cruz, ocupan sus días de domingo para salir a buscar a su hijo Osmar Guadalupe Torres Cabrera, desaparecido el pasado 05 de marzo del 2023 en la colonia Plan de Ayala, del municipio de Tihuatlán.

La vida no la imaginó así Marcelo, menos Sujey; para ellos la rutina era trabajar a diario: él en la construcción y ella en labores del hogar; el pensar de los dos es dar el buen ejemplo a sus dos hijos, el mayor de 27 años, y Osmar Guadalupe de 17 años.

Pero el futuro para la familia cambió desde aquel domingo en que Osmar Guadalupe pidió permiso para salir de casa e ir a ver unos amigos; ambos le concedieron ausentarse debido a que ese es el único día en que el adolescente descansa, tras haber laborado en la construcción con su padre de lunes a sábado.

Sin embargo el día domingo 05 de marzo se transformó en noche y Osmar Guadalupe no regresó a casa, así que padre y madre salieron a buscarlo; y los conocidos de la colonia le informaron que lo vieron en una tienda Oxxo con otros dos jóvenes.

Ese fue el último rastro que tuvieron Osmar. Al día siguiente acudieron a interponer la denuncia por el presunto delito de desaparición ante la Fiscalía Regional de Tihuatlán, y solicitaron que la Comisión Estatal de Búsqueda publicara la fotografía de su hijo con sus datos generales.

El padre y la madre llegaron a la capital del estado para acudir al palacio de gobierno y solicitar al gobernador Cuitláhuac García Jiménez que les ayude a localizar a su hijo con edad de 17 años.

“Somos colonos de Tihuatlán, andamos pegando volantes, hemos buscado en comunidades La Bomba, Copal, Úrsulo Galván y Plan de Ayala, pertenecientes al municipio de Tihuatlán, y hemos ido hasta la comunidad La Mesa, de Metlaltoyuca, estado de Puebla, a la gente le mostramos la fotografía de mi pequeño pero nadie lo ha visto”, dijo el padre con edad de 44 años.

El padre de familia refiere que ha acudido a la Fiscalía de Tihuatlán para conocer los avances de la investigación pero no hay respuestas, y esto se debe a que sólo hay dos empleados en el área administrativa y tres policías ministeriales en la oficina.

“Es insuficiente, y no alcanzan a hacer todo el trabajo, no se dan abasto, son cinco personas que están en la Fiscalía, lo poco que han averiguado es porque yo he tomado fotos de la cámara del C-4 donde supuestamente lo vieron, y yo les he pedido que saquen los videos pero me dicen que no pueden que tienen mucho trabajo”.

Apenas en el mes de junio, tres meses después de la desaparición de Osmar Guadalupe, la FGE entregó la sábana de llamadas telefónicas a Marcelo y Sujey.

“Todo es muy lento, lento, lento. El protocolo de desaparición no sirve; cuando desapareció en Tihuatlán un reportero colega de ustedes hicieron una movilización policiaca y lo encontraron, aquí todos somos humanos y así cómo se le apoyó al reportero así deberían de ayudar a las demás personas, no sólo conmigo sino con todos los padres”, dijeron.

Marcelo y Sujey se refirieron a Osmar cómo “mi pequeño”, y presumen que su hijo es una persona alegre, con gusto por practicar el futbol, por disfrutar un partido de este deporte en familia, y desde la edad de 14 años dejó de estudiar para apoyar a su padre en el trabajo de la construcción.

Esta situación los llevó a sumarse al colectivo de búsqueda de personas desaparecidas “María Herrera” del municipio de Poza Rica, y piden al gobernador que ayuden a buscar a los seres queridos.

“Quiero creer en la buena voluntad del gobierno que nos van a apoyar; si no nos ayudan vamos a hacer una huelga aquí en palacio para que nos atienda el gobernador” finalizó el padre de familia.

Tihuatlán se ubica al norte de Veracruz, es colindante con Poza Rica, y en ambos municipios se han registrado hechos de violencia que van desde desapariciones, homicidios, cuerpos humanos abandonados, y feminicidios en los últimos 10 años.

El trabajo de búsqueda de padres y madres de familia que buscan a sus desaparecidos, algunos integrados en el colectivo Familiares en Búsqueda de María Herrera los llevó a descubrir un promedio de 40 mil restos humanos en el predio La Gallera ubicado en Tihuatlán.

Desde febrero del año 2017 que localizaron por primera vez siete cuerpos humanos, las familias exigieron a la FGE ingresar al predio La Gallera; desde entonces han escarbado la tierra en dónde localizaron cráneos y fragmentos óseos.

AVC

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