Los alumnos de una primaria en Monterrey han tenido que modificar temporalmente sus uniformes, pues además de la vestimenta clásica, ahora deben portar cascos, por el miedo a que el techo de su salón se colapse.

Y es que el temor que siente la comunidad estudiantil no es infundado, ya que durante la madrugada del lunes se cayó parte del techo de uno de los salones.

Este incidente fue provocado por las fuertes lluvias que se han registrado en Monterrey durante los últimos días.

Fue entonces que, de manera preventiva, las y los estudiantes del salón de al lado optaron por usar cascos.

De acuerdo con personal docente de la escuela General Jesús González Ortega, autoridades de Protección Civil descartaron que exista un riesgo estructural de los techos.

Sin embargo, padres y madres de familia acordaron con la dirección del plantel que los menores llevaran cascos para estar prevenidos ante un incidente similar.

“Y desde ese día se reportó, nos aseguraron que no había daño estructural, pero el miedo es el miedo“, comentó para el diario Reforma Jared De la Cruz, maestro del grupo.

Ante esta situación, niñas y niños llegaron a su salón con cascos de todo tipo: para bicicletas, especiales para futbol americano e incluso aquellos que se usan en la construcción.

Sin embargo, las fotografías muestran que algunos estudiantes optaron por no llevar ninguna clase de protección.

Medios locales han reportado que los padres de familia denuncian que el problema de los techos lleva años en la primaria, pero se agravó con los aguaceros de la semana anterior.

Los adultos señalan que, durante la suspensión de clases por la pandemia de COVID-19, se hicieron trabajos de impermeabilización, pero éstos fueron deficientes.

Por su parte, las autoridades educativas enviaron un breve escrito al plantel, donde ratifican que los estudios muestran que no existe daño estructural.

“La directora de Recursos Materiales de la Secretaría acudió a las instalaciones de la primaria… informa que Protección Civil les dijo que el daño NO es estructural.

“La SENL acordó con los padres y la directora hacer un dictamen de seguridad estructural. ICIFED también acudió al plantel y corroboró que no hay daño estructural”, se lee en el documento.

Sin embargo, los padres y tutores no están de acuerdo y exigen que se haga un estudio más profundo, que garantice la seguridad e integridad de los alumnos.

Reporte Índigo

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