La administración morenista de Nanchital, al sur del estado, no tuvo que rascar tanto para detectar un presunto quebranto patrimonial que rebasaría los 42.5 millones de pesos tan solo en el del ejercicio fiscal 2021, cometido por el corrupto gobierno de la coalición PRD/PAN, que encabezó Zoila Balderas Guzmán, hija del extinto cacique petrolero Francisco Balderas Gutiérrez.
El abuso en los precios inflados en obras y servicios ha sido documentado por las autoridades que tomaron posesión el pasado 01 de enero.
Deudas millonarias
Antes de concluir el 2021, la pasada administración contrajo una deuda con proveedores y dejó pagos pendientes con el IMSS por la suma de por la suma de dos millones 140 mil pesos; hace notar la indagatoria, que el gobierno pasado dejó en caja y bancos un millón 200 mil pesos, registrándose un déficit de un millón 500 mil pesos.
Los datos hechos llegar a nuestra redacción, refieren que el ayuntamiento Balderista dejó saldos por recuperar por un millón de pesos, sin embargo, la exalcaldesa no entregó la documentación legal para soportar este derecho a cobro y tampoco elementos para saber el estatus del mismo. Un dato que dibuja de cuerpo entero al corrupto gobierno pasado, se refiere al pago de un millón 335 mil pesos por concepto de mantenimiento –tan solo en 2021- a las unidades de limpia pública, mismas que al ser revisadas, estas se encontraron inservibles y saqueadas. Dentro de este rubro fueron detectadas facturas por los mismos conceptos y montos.
El «cochinero» financiero en obras
En el rubro de obras públicas se detectaron sobreprecios y pagos por ejecución en exceso por varios millones de pesos, entre los que destacan la construcción de cuartos dormitorios en diversas colonias del municipio donde se descubrieron pagos excesivos por casi 700 mil pesos; así como en la rehabilitación de alumbrado público, suministro e instalaciones de luminarias en donde también hubo pagos desproporcionados. Por ejemplo en el domo de la escuela «Mariano Matamoros» dieron gato por liebre cobrando galvateja mientas que se utilizó lámina de zinc. además de un cobro excesivo por más de 360 mil pesos.
Mientras que en la obra de alumbrado público en la carretera Nanchital-Coatzacoalcos (la súper calzada que el día que la inauguró Fidel Herrera de le atascaron las suelas en el asfalto) hubo un pago excesivo que llegó al medio millón de pesos, además, aquí la empresa contratista utilizó a personal oficial para ahorrase la mano de obra.
Otra muestra del atraco a los nanchitecos es la del parque de Los Tulipanes, aquí se detectaron pagos excesivos en su rehabilitación. Esto son mencionar las millonarias obras (fantasmas) pagadas que nunca se ejecutaron, de las cuales hablaremos en la próxima entrega. Es importante resaltar que los exfuncionarios, encabezados por la ex alcaldesa Zoila Balderas, serán citados por la administración de Esmeralda Mora Zamudio para darle continuidad al proceso de entrega.
En este sentido, será el gobierno de Mora Zamudio el que emita este largo pliego de observaciones al ORFIS para iniciar las investigaciones necesarias y deslindar las responsabilidades de este presunto daño patrimonial e irregularidades que tan solo a primera vista rebasan los 42 millones de pesos y esto es nada más en el ejercicio 2021 ¿Imagínese usted a cuánto ascendió el atraco en 2018, 2019 y 2020?
A lo anterior hay que agregar la falta de documentación de contratos, convenios y laudos que por negligencia jurídica o corrupción, la anterior administración «perdió». Además de adeudos con instituciones como la CFE y CAEV.
Hoy queda claro que en Nanchital hay nuevos millonarios, mientras, el pueblo fue endeudado por el resto de sus días, careciendo de infraestructura, gracias al gobierno emanado de la fallida coalición PAN-PRD.