El gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, abrió un nuevo conflicto al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras nominar a tres exgobernadores emanados de esa institución política como representantes de México en el exterior.
Se trata de los exmandatarios de Sinaloa, Quirino Ordaz; de Sonora, Claudia Pavlovich, y de Campeche, Carlos Aysa, quienes fueron nominados como embajador de España, cónsul de Barcelona y embajador de Republica Dominicana, respectivamente, y están a un paso de ser expulsados del tricolor por aceptar un cargo del partido en el poder: Morena.
“No es un tema personal y el dirigente del PRI no promueve expulsión de ningún militante o simpatizante, simple y sencillamente es una decisión que tomó el Consejo Político Nacional”, señaló en su momento el dirigente nacional priista, Alejandro Moreno Cárdenas.
AMLO y Quirino Ordaz
AMLO y Quirino Ordaz en una gira de trabajo por Sinaloa. (Tomada de la cuenta de Twitter @QuirinoOC)
El también exgobernador de Campeche señaló que la expulsión es un tema estatutario y lo deberá resolver el Consejo Político Nacional en el momento que cada uno de ellos tome posesión. No obstante, desde que el presidente López Obrador anunció su intención y propuso a Quirino Ordaz, éste pidió permiso en el CPN y le fue negado, por lo que es de esperarse que suceda lo mismo con Pavlovich y Aysa, de quienes Moreno Cárdenas insistió en que el Consejo deberá tomar su decisión.
Estos tres estados tuvieron elección el año pasado, y en los tres ganaron candidatos de Morena. En el caso de Sinaloa, Rubén Rocha; en el de Sonora, Alfonso Durazo, y en Campeche, Layda Sansores. En éste último, incluso hubo conflicto post electoral, derivado de las impugnaciones de Movimiento Ciudadano y el PRI, que era el partido gobernante y cuyo abanderado de la alianza Va por México, fue Christian Bello, sobrino del dirigente Alejandro Moreno, Alito.
Desde el año pasado, que se anunció la propuesta de Quirino Ordaz, López Obrador calificó de “inmoral e indigno” que se amenazara con quitar sus derechos políticos y llamó al partido a reflexionar su postura, y meses más adelante sumó a otros dos gobernadores priistas.
No es la primera vez que en el gobierno de López Obrador se proponen priistas para embajadas y consulados. En 2019, la Secretaría de Relaciones Exteriores propuso a Víctor Manuel Barceló Rodríguez como embajador de México ante Uruguay, cargo que el exgobernador de Tabasco ejerce actualmente o Raúl Bolaños-Cacho Guzmán, exdiputado federal y local del PRI y el PAN, nombrado cónsul en Sao Paulo, Brasil.
La expresidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores en el Senado, Gabriela Cuevas, no considera un “error” invitar a exgobernadores de la oposición, pues señala que “la militancia partidista no debe ser razón para excluir a nadie”, sino las cuentas que los gobernadores dejaron en sus estados y que cuenten con los perfiles y los planes de trabajo que presentarán.
AMLO y Pavlovich
Encuentro. López Obrador se reunió con Claudia Pavlovich en el palacio de gobierno estatal. (Notimex)
“La política exterior mexicana debe ser una política de estado, que refleje la pluralidad de México y la consolide en una misma visión y proyecto centrada en los intereses nacionales”, escribió en una columna titulada “La diplomacia mexicana, entre la pluralidad y la desconfianza” en la que advirtió que los “nombramientos políticos” no son nuevos ni innovadores en la diplomacia mexicana.
“El sexenio de Vicente Fox impulsó a políticos de derecha e izquierda al frente de numerosas embajadas y consulados. El gobierno de (Felipe) Calderón no fue la excepción y vimos a renombrados priistas ocupar muy importantes posiciones en el extranjero, que lejos de ser vistos como un pacto oscuro, eran negociados por sus partidos y bancadas en una especie de ‘cuota’. Durante el mandato de (Enrique) Peña los nombramientos para la oposición fueron relegados a posiciones menores, por eso pareciera que la pluralidad no es necesaria o al menos no está en nuestra memoria inmediata”, escribió.
Hay ejemplos de políticos que fueron representantes de gobiernos de otros partidos. Es el caso del expriista y experredista Porfirio Muñoz Ledo, quien en el sexenio del panista Vicente Fox fue embajador en la Unión Europea y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Otro caso destacado fue el de la priista Rosario Green, quien fue embajadora en Argentina, de 2001 a 2004, también con Fox. En ese mismo sexenio, fue designada Roberta Lajous como representante de México en Cuba en sustitución del perredista Ricardo Pascoe, quien tuvo un conflicto con el canciller Jorge Castañeda.
Otro ejemplo se tuvo en el gobierno de Peña Nieto, cuando la la exprocuradora calderonista Marisela Morales fue cónsul en Milán, Italia, entre otros.
Incluso, actualmente, el gobierno morenista tiene a destacados tricolores en el servicio exterior, uno de ellos es Fernando Castro Trenti, candidato del PRI y de otros partidos en 2013 a la gubernatura de Baja California, quien ahora es el encargado de promoción económica en el consulado de México en Houston. También tiene a Carlos Jiménez Macías, como ministro de asuntos políticos en España.
El conflicto PRI-AMLO
El acercamiento que ha tenido el Ejecutivo federal no solo con los exgobernadores del PRI propuestos en el exterior, sino también con otros mandatarios, como el de Oaxaca, Alejandro Murat, o de Hidalgo, Omar Fayad, y hasta con el mismo dirigente ha causado conflictos en el partido.
Para el politólogo Gustavo López Montiel, los señalamientos de acercamientos han generado una división en el partido, y el mismo dirigente nacional maneja la relación que tiene con el Estado y la de los gobernadores dependiendo la circunstancia.
“Él maneja esa relación dependiendo el momento para no parecer muy cercano, sí hay una alianza que han configurado con el presidente de la República, de otra manera él no tendría los elementos para ser presidente del PRI o para poder mantenerse ahí”, comenta. Señala que también tiene que “jugar” cuando ve que los gobernadores del PRI se están acercando mucho a Morena.
Tras las elecciones del año pasado, cuando Morena perdió la mayoría calificada en el Congreso, López Obrador manifestó que buscaría en el PRI un aliado para conseguir los votos suficientes para aprobar sus iniciativas, en especial la eléctrica, que ha rechazado el partido, mientras que expertos y políticos han visto un coqueteo con el partido con este tipo de nombramientos.
Mariana Gómez del Campo, diputada federal y secretaria de Asuntos Internacionales del CEN del PAN, acusó que las propuestas ponen en evidencia la utilización de las embajadas y los consulados «como premios al entreguismo y a la lealtad a ciegas».
Ante las propuestas y elogios que el presidente ha dado a los exgobernadores priistas nominados, el líder nacional insiste en que no tienen compromiso con la militancia. “Es el oficialismo tratando de seducir y persuadir a políticos que no tienen congruencia, que no tienen compromiso con la militancia, pero hoy estamos firmes, estamos listos, estamos trabajando, pero nuestra coalición es potente y vamos a tener un gran resultado electoral en el 2022”, afirmó Moreno Cárdenas.
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