Roma— El papa Francisco se comprometió el viernes a hacer justicia a las víctimas de abusos sexuales de sacerdotes, un día después de que una auditoría independiente culpó a su predecesor, Benedicto XVI, por su gestión de cuatro casos cuando era arzobispo de Múnich, Alemania.

Francisco se reunió con miembros de la oficina vaticana que se ocupa de los casos de abusos sexuales en una reunión anual ya prevista anteriormente. La Congregación para la Doctrina de la Fe estuvo dirigida durante 25 años por el cardenal Joseph Ratzinger, quien más tarde se convertiría en el papa Benedicto.

En su discurso, Francisco no se refirió a las conclusiones del esperado reporte sobre cómo la diócesis de Múnich gestionó los casos de abusos entre 1945 y 2019. Ratzinger fue arzobispo allí desde 1977 a 1982.

Pero el papa dijo que la Iglesia seguía discerniendo el camino a seguir en el escándalo de abusos, que ha desacreditado a la jerarquía católica en el Vaticano y en el resto del mundo.

“La Iglesia, con la ayuda de Dios, está llevando a cabo con firme determinación el compromiso de hacer justicia a las víctimas de abusos por parte de sus miembros, aplicando con especial atención y rigor la legislación canónica prevista”, afirmó el pontífice ante el grupo.

Además, recordó que recientemente actualizó las normas del Vaticano para que el manejo de estos casos sea más efectivo.

“Esto por sí solo no puede ser suficiente para parar el fenómeno, pero es un paso necesario para restablecer la justicia, reparar el escándalo y reformar al agresor”, añadió,

El informe alemán, elaborado por un despacho de abogados independiente, halló que Ratzinger gestionó mal cuatro casos de sacerdotes pedófilos durante su etapa como arzobispo. Hasta el jueves, solo se había hecho público un caso en su época en Múnich.

Uno de los autores del reporte, Martin Pusch, dijo que la negligencia equivalía a una mala conducta. Dos de los casos, señaló, involucran a agresores que fueron castigados por el sistema judicial pero permanecieron en sus puestos pastorales sin límites expresos sobre lo que se les permitía hacer. No se ordenó acción alguna bajo la ley canónica.

En un tercer caso, un sacerdote que había sido condenado por un tribunal fuera de Alemania fue puesto al servicio en la archidiócesis de Múnich y las circunstancias indican que Ratzinger tenía conocimiento de su historial, declaró Pusch.

El cuarto ya se había hecho público en 2010 e implicaba a un sacerdote pedófilo para quien Ratzinger aprobó el traslado a Múnich en 1980 para recibir terapia. Luego puedo reanudar su labor eclesiástica, una decisión que según la institución fue tomada por un responsable de menor rango sin consultar al arzobispo. En 1986, el cura recibió una sentencia suspendida por acosar a un niño.

La firma de abogados dijo el jueves que los casos implicaban a responsables que aún ocupan cargos en la institución.

El Vaticano no comentó el reporte de inmediato, pero dijo que lo leerá con atención en los próximos días. El secretario de Benedicto, monseñor Georg Gaenswein, apuntó que el papa emérito no había leído el informe pero lo hará.

AVC

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