“Hugo feliz de estar en 2º lugar en tranquilidad… para robar” Tercer informe

Estamos viviendo tiempos políticos acelerados, queda cada vez más claro que el momento para definir a los candidatos presidenciales se ha adelantado. Lo que se puede percibir desde ahora es que la elección de 2024 se llevará bajo un escenario de contrastes y de alianzas conformado por dos grandes bloques: los de izquierda y los de derecha, los liberales y los conservadores, los que apoyan el proyecto del presidente y los que lo rechazan. En estados como Veracruz donde coinciden los relevos es lo mismo, los tiempos se han adelantado.

En Morena la carrera empezó dura, agresiva y apresurada. Provocado por el método de selección del partido, que es por medio de una encuesta, esto obliga a los contendientes a figurar lo antes posible para posicionarse. Hasta el momento son tres aspirantes los que han levantado la mano, buenos perfiles, que resultarían competitivos en cualquier escenario.

Claudia Sheinbaum, la que podría ser la primera mujer presidenta en la historia, ya comenzó con giras alrededor de la república presumiendo avances en materia de seguridad. Junto con ella el canciller Marcelo Ebrard y el coordinador de la bancada de Morena en el Congreso Ricardo Monreal, ambos con mucha más experiencia que Claudia, hacen lo propio para no quedarse atrás en la carrera por la candidatura presidencial del partido propiedad de López Obrador.

Hay que recordar que Ricardo Monreal, un político profesional que sabe de tejer redes (declinó en sus aspiraciones a la Jefatura de Gobierno en el 2018 por la Dra. Sheinbaum), se ha cansado de decir que será candidato presidencial de preferencia por Morena.

Y Marcelo Ebrard (que declinó es sus aspiraciones presidenciales por Andrés Manuel en 2012), al que se le ve hoy en día como una especie de vicepresidente, sabe que llegó su hora, que 2024 es su momento.

¿Qué pasa del lado de la oposición? ¿Dónde están los perfiles? ¿Quién es el que puede encabezar los anhelos de un sector considerable de la población que no se identifica con el proyecto actual? ¿Quién puede estar a la altura de competir contra el partido en el gobierno?

Ricardo Anaya, solo contra todos

Hasta hoy el único que ha dado la cara y levantado la mano es Ricardo Anaya, el talentoso político, extraordinario comunicador, experto en debatir y gran orador. Bien dicen que de los fracasos se aprende, y se ve que Anaya aprendió del método y las formas de su némesis político, Andrés Manuel López Obrador. Desde su derrota en 2018 no ha dejado de hacer campaña, pasó largos periodos recorriendo el país, se volvió muy activo en redes sociales, generando contenido y dando mucho de qué hablar, una especie de “influencer político” de la clase media alta.

Anaya se ha vuelto polemista y arrojado y actualmente se encuentra refugiado y haciendo su lucha desde Estados Unidos, donde ha mandado el mensaje de que está cómodo y seguro, y que de ahí no lo saca nadie, y no es para menos, ya que se ha visto involucrado en una lucha frontal con la FGR y con el presidente de México que, de salir avante, no cabe la menor duda de que saldrá fortalecido, limpio, para entrar en una contienda de confrontación, además con un partido el PAN al que ha pertenecido siempre y una alianza, la de Va por México en la que se involucran dos cascarones: el del PRI y el PRD.

La principal incógnita es qué procederá en su nueva audiencia a la que fue citado a comparecer en persona Ricardo Anaya en enero de 2022 donde, si va, podría ser aprehendido, y si no va, también. ¿Anaya piensa que será refugiado político en Estados Unidos?, ¿se podrá generar una crisis diplomática? A todas luces se ve difícil mientras Anaya no tenga la doble nacionalidad.

Lo que no deja de causar extrañeza es que parecería que su partido lo ha abandonado cuando él ha sido el único que ha levantado la voz y dicho abiertamente que será candidato presidencial. Su voz no ha tenido el eco que se esperaba; ante sus llamados desesperados de que es víctima de una persecución política, no se ha visto un apoyo de diputados, senadores y demás figuras de su partido o de la alianza opositora que acompañen los reclamos. Tal pareciera que lo están dejando solo y ver cómo se resuelve su situación antes de darle un espaldarazo absoluto.

A AMLO le preocupa Veracruz

Ahora si como dicen algunos compañeros del gremio: nos comentan fuentes muy bien informadas de Palacio Nacional, que la semana pasada el Presiente Andrés Manuel López Obrador recibió una encuesta sobre el relevo gubernamental en Veracruz. Ahí, en un documento que incluía detalles electorales para varias entidades rumbo al 2024, se dejaba ver que donde administra Cuitláhuac García es necesario redoblar los esfuerzos si no quieren una sorpresa en la renovación de la gubernatura en Veracruz.

Y es que de acuerdo a ese trabajo estadístico preliminar presentado a AMLO, (el cual mandaron a realizar desde la propia Oficina de la Presidencia), la elección en Veracruz muestra síntomas de una cerrada competencia, particularmente si la candidatura opositora fuera abanderada por el hoy Coordinador de Senadores del PAN, Julen Rementería del Puerto. El estudio revela que Morena y aliados ganarían la elección por un margen mínimo, incluso la elección quedaría en el llamado “empate técnico”, siempre y cuando el también ex alcalde de Veracruz fuera colocado como el candidato opositor. AMLO ya pidió una operación quirúrgica en Veracruz, pues por mera lógica y desgaste electoral, las distancias entre Morena y la oposición se irán reduciendo poco a poco hasta el día de la votación, al igual que ocurrirá a nivel federal, donde se prevé una contienda altamente cerrada, comentan en Palacio Nacional.

De por si el gobernador Cuitláhuac García no cuajó como líder de los veracruzanos al asumir la gubernatura, menos como estadista. Los meses de su mandato fueron pasando y las pifias cada vez más frecuentes que ha ido cometiendo lo dejaron sin la posibilidad de construir una buena imagen de respeto de parte de sus subordinados, al contrario, y eso tendrá un costo muy elevado ahora que ya va de regreso, es decir ahora que inicia irremediablemente la caída.

Tiene razón en preocuparse López Obrador, estos tres años en Veracruz han sido de improvisaciones, de abusos, de saqueos, de mucha violencia, de ingobernabilidad y de un nepotismo nunca antes visto. Hay miles de veracruzanos agraviados y otros inconformes con los cero resultados que ha dado la 4T… Viene lo bueno.

Reflexión

A Rocío Nahle nadie la conoce en Veracruz, cómo si es zacatecana, si acaso el montón de familiares que se ha traído al sur del estado para darles buenas chambas. De ese “pequeño” detalle se vale el Tío Lucas para albergar esperanza sobre la candidatura y como si fueran enchiladas recorre el estado haciéndose notar, pero por su físico no por el trabajo político que no ha sabido hacer. Por eso si de última hora se requiere un emergente, Cuitláhuac sugeriría a su secretario de finanzas, José Luis Lima Franco, quien trabaja con mucho empeño en este asunto.

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