Ayer el gobernador Cuitláhuac García aseguró de manera cínica, ignorante y temeraria que en Veracruz sólo se aplicará la vacuna contra COVID-19 a menores de 12 años en adelante, si la farmacéutica Pfizer/BioNTech entrega las dosis con la indicación y la ficha técnica de que el biológico es para este segmento de edad; remató diciendo que no se vacunará a los menores con las dosis que están destinadas para los adultos. En verdad, ¿nadie lo asesora o el consejo consiste precisamente en mentir?
En primer lugar, no son las farmacéuticas sino la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la responsable de autorizar el uso de la vacuna. Y eso ya lo hizo. Todas las vacunas que se aplican en México, sin excepción, ya fueron autorizadas por la Comisión. El gobernador sabe perfectamente que esa vacuna está autorizada, incluso en menores de 18 años.
En 24 de junio por la tarde –es decir, hace más de dos meses- el polémico subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell festinó en redes sociales que la Cofepris autorizó el uso de la vacuna Pfizer contra el Covid19 en menores a partir de los 12 años, y dijo que se trataba del primer biológico autorizado para adolescentes en México, lo que permitiría “seguir protegiendo al pueblo mexicano”. Y entonces, ¿por qué no lo han hecho?
El 3 de agosto, en su conferencia matutina, el presidente López Obrador señaló que el gobierno federal analizaba la posibilidad de vacunar contra el SARS CoV-2 a las niñas y niños menores de 18 años cuyas condiciones de salud ameriten una protección especial, sin embargo, hizo hincapié en que dicho escenario llegaría si los organismos de salud internacionales lo avalaban con evidencia científica.
¿Qué quiso decir? ¿Que la Cofepris autorizó el uso de la vacuna sin contar con evidencia científica por parte de organismos de salud internacionales? Entonces, ¿para qué hacer el anuncio si la vacuna no se iba a aplicar? Todo un entramado de mentiras a la que ayer se sumó el gobernador veracruzano.
La perseverancia del gobierno federal y estatal de volver a clases de manera presencial, contraste seriamente con la negativa de incorporar al programa nacional de vacunación precisamente a los adolescentes de entre 12 y 18 años. ¿Cuál es la razón de negarles la vacuna si el país cuenta con una reserva cercana a las 20 millones de dosis?
En el caso de Veracruz, padres de familia han interpuesto al menos ocho amparos –el primero ya se resolvió a favor del menor- para que sus hijos reciban la vacuna; aun así el gobierno se niega a proporcionárselas, combatiendo en tribunales la decisión del juez.
¿Por qué no habría de cumplir el gobierno estatal con una orden judicial para aplicar la vacuna? ¿Teme que venga una cascada de amparos que obligue a vacunar a cientos o miles de jóvenes? ¿Por qué no hacerlo si hay vacunas suficientes? Son demasiadas preguntas sin respuesta.
En un principio, el gobierno había justificado que se trataba de un segmento de población que no había recibido la aprobación por parte de Cofepris y más tarde, se dijo que la mayoría de los países tampoco la estaban aplicando. Ambos argumentos cayeron en desuso con la información difundida por el propio gobierno federal.
La vacuna ya se aplica de manera masiva a jóvenes entre 12 y 17 años al menos en once países del continente: Argentina, Colombia, Chile, El Salvador, Costa Rica, Ecuador, Paraguay, Panamá República Dominicana, Perú y Uruguay. En Estados Unidos, por ejemplo, cualquier persona –incluso extranjeros- pueden aplicarse la vacuna en un centro comercial o de autoservicio como Sam´s.
En cambio, en México, las personas han tenido que recurrir a los jueces para tener acceso a la vacuna. Por la vía del amparo, niños ya la han recibido en los estados de Sonora y Baja California. Aquí en Xalapa, un adolescente de 12 años ganó el primer amparo para ser vacunado con la presentación de Pfizer, sin embargo, la Secretaría de Salud estatal interpuso el recurso de queja con el que busca invalidar el amparo.
Hace unos días, el propio gobernador Cuitláhuac García dijo: “que se proceda, nada más recuerden que nos lo tiene que autorizar la Cofepris, decirnos exactamente qué vacuna”. Seguramente se perdió el anuncio del 24 de junio en que la Comisión dio su autorización, o simplemente acataron la orden del gobierno federal de que nadie en ese rango de edad sea vacunado.
Por absurdo que parezca, hoy el gobierno estatal pretende gastar tiempo y recursos para evitar vacunar a la población. ¿Cuál es la verdadera y perversa razón de negarles la vacuna a los menores de 18 años, a los mimos que hoy el gobierno pide que regresen a clases? El gobierno nos debe muchas respuestas.
Las del estribo…
1. Colectivos de búsqueda de personas desaparecidas evitaron el albazo y dinamitaron la sesión extraordinaria del Congreso para nombrar a la nueva Comisionada de Atención a Víctimas. No quieren más empleados a modo.
2. Con eso de la austeridad, la inscripción en el recinto legislativo de una leyenda alusiva a la creación de la Armada de México ya no será en letras de oro, acaso en letras de fantasía o en chapa de 14 quilates. Los lingotes ya se los llevaron.