Investigadores de la Universidad de California, en Estados Unidos, están estudiando el papel que puede desempeñar el sistema inmunitario en los abortos espontáneos, que afectan a una cuarta parte de los embarazos y, trabajando con ratones, han comprobado que un subconjunto de células del sistema inmunitario recientemente descubierto puede impedir que el sistema inmunitario de la madre ataque a la placenta y al feto.
Si la investigación se confirma en otros estudios con animales y las células desempeñan un papel similar en las personas podrían señalar el camino hacia nuevas terapias para los embarazos amenazados por defectos de tolerancia inmunitaria, según publican en la revista ‘Science Immunology’.
Los investigadores demostraron que las ratonas embarazadas que no tenían este subconjunto de células, conocidas como células que expresan regulador autoinmune (Aire, por sus siglas en inglés) extra tímico, tenían el doble de probabilidades de abortar, y en muchos de estos embarazos el crecimiento del feto estaba gravemente restringido.
“Cuando se está embarazada, el sistema inmunitario ve la placenta por primera vez en décadas, no desde que la madre hizo una placenta sino cuando ella misma era un feto –explica la doctora Eva Gillis-Buck, residente de cirugía de la UCSF y primera autora del artículo–. Nuestra investigación sugiere que este subconjunto de células inmunitarias lleva a cabo una especie de ‘educación secundaria’, -a veces muchos años después de que la población más conocida de las células educadoras haya llevado a cabo la educación primaria en el timo, enseñando a las células T a no atacar al feto, la placenta y otros tejidos implicados en el embarazo”.
Hay que educar al sistema inmunitario para que no ataque a los propios tejidos y órganos para prevenir las enfermedades autoinmunes. Pero el embarazo presenta un reto único, ya que el feto expresa proteínas que se encuentran en la placenta, así como proteínas cuya genética es distinta a la de la madre.
“Fue un salto conceptual relacionar las células que expresan Aire, que son fundamentales para prevenir la enfermedad autoinmune, con el embarazo –destaca la doctora Tippi Mackenzie, profesora de cirugía y codirectora del Centro de Medicina de Precisión Maternofetal de la UCSF y autora principal del trabajo–. Este trabajo insinúa un mecanismo para la conocida asociación entre la enfermedad autoinmune y las complicaciones del embarazo”.
Al igual que las células educadoras más conocidas en el timo, el raro subconjunto –descubierto originalmente por James Gardner, profesor asistente de cirugía, investigador en el Centro de Diabetes de la UCSF, y autor principal del estudio– es conocido por su capacidad de expresar una proteína única llamada Regulador Autoinmune, o Aire. Aire se ha estudiado ampliamente en el timo, donde ayuda a definir el plan de estudios de esta “escuela superior” para el sistema inmunitario.
Pero las células que expresan Aire que se estudian residen fuera del timo, en los ganglios linfáticos y el bazo, por lo que se denominan células extratímicas que expresan Aire, o eTAC. Su función en el sistema inmunitario no se conoce del todo, aunque los científicos de la UCSF sospechan que proporcionan un mecanismo de “educación continua”.
El hallazgo del embarazo es la primera prueba de que las eTAC desempeñan un papel en el mantenimiento de la tolerancia inmunitaria normal. En el timo, las células que expresan Aire comienzan a interactuar con otras células inmunitarias muy pronto en la vida para enseñarles lo que no deben atacar. El timo comienza a encogerse y casi desaparece en la edad adulta, momento en el que la mayoría de las células inmunitarias han sido educadas.
Pero a medida que el timo se encoge, la población de eTACs en los ganglios linfáticos y el bazo se expande. El estudio sugiere que un embarazo saludable puede depender de la presencia de estas células.
Para desentrañar el papel normal de esta población atípica de células que expresan Aire, los investigadores utilizaron ratones modificados genéticamente en el laboratorio de Gardner para eliminar selectivamente las eTAC durante el embarazo.
“Entender cómo se educa normalmente el sistema inmunitario para distinguir lo ‘propio’ de lo ‘no propio’ es un problema muy fundamental en biología –explica Gardner–. Una vez que conozcamos el cableado básico de este sistema de autoeducación, esperamos hacer todo tipo de cosas poderosas, como modificar el plan de estudios para mejorar los resultados del embarazo, prevenir la autoinmunidad o promover la tolerancia de los órganos trasplantados”.
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