Hoy comienza un capítulo más en la historia política de Estados Unidos: Joe Biden retorna a la Casa Blanca, pero esta vez como presidente, justo en medio de una crisis económica, una creciente pandemia y varios acuerdos por restablecer. Uno de ellos en materia energética: el Acuerdo de París, una promesa por cumplir en el primer día del nuevo mandatario, luego de que el expresidente Donald Trump retirara al país estadounidense del tratado climático en noviembre de 2020.
Especialistas en el tema prevén que una vez que EEUU se reincorpore al tratado internacional, Biden ejercerá presión de una u otra forma hacia todas las naciones, para que se comprometan a cumplir los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Esto podría representar para México un posible enfrentamiento a corto plazo, pues cabe recordar que la política energética del gobierno de Andrés Manuel López Obrador está dirigida al fortalecimiento de las empresas del Estado (Pemex y CFE), lo que ha provocado un bloqueo a la inversión privada (nacional y extranjera) en el sector. Prueba de ello es la restricción a la participación de las fuentes de energía renovable, en contraste con un mayor uso de combustibles fósiles altamente contaminantes.
Sin embargo, existe un punto aún más preocupante: compromisos dentro del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) qué México no está cumpliendo, al no dar certidumbre jurídica y de competencia para aquellas empresas que han realizado inversiones, las estén llevando a cabo o busquen realizarlas en territorio mexicano.
Junto con el Acuerdo de París, “es un tema en el que directa o indirectamente, México se sentirá presionado por nuestro socio comercial. Desde declaraciones públicas por miembros del gobierno, hasta empresas diversificando su plan de negocios y haciendo mayores inversiones en energías limpias, lo que hará que México atraiga menos capital”, alertó María Valencia, internacionalista en el sector energético, en entrevista para Infobae México.
“Esto no tardará porque ya está pasando. Ya hemos visto a varios miembros de alto rango del gobierno estadounidense tomando cartas en el asunto, así como el Senado. Con la entrada de Biden, esto podría agudizarse”, agregó la especialista.
Situación actual
Recientemente, en una carta fechada el 11 de enero dirigida a Marcelo Ebrard, Rocío Nahle y Tatiana Clouthier, titulares de Relaciones Exteriores, Energía y Economía, los ahora exsecretarios de Estado, Energía y de Comercio estadounidenses, Mike Pompeo, Dan Broulliette y Wilbur Ross, manifestaron un reclamo al gobierno de México por las políticas que bloquean los proyectos privados en energía.
Aseguraron que este bloqueo ha dañado el clima de inversiones en el país. Además, le hicieron ver al gobierno mexicano que están pendientes de los cambios regulatorios que han intentado desde la Secretaría de Energía (Sener), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), que han violentado la Constitución mediante modificaciones contrarias a lo decretado en el T-MEC.
Meses atrás, los legisladores estadounidenses –republicanos y demócratas– también se quejaron con Trump sobre la política energética de México, alertando que obstaculiza la participación de empresas privadas en el sector y debilita el T-MEC.
En respuesta, el presidente López Obrador aseguró que los contratos vigentes con empresas privadas se van a respetar, aunque los nuevos negocios tanto en hidrocarburos como en electricidad los tendrán Pemex y CFE.
¿Qué se avecina?
Para la especialista consultada, si México no cambia de postura, EEUU podría tomar medidas más contundentes para hacer cumplir los acuerdos, “aquí es donde las autoridades mexicanas de relaciones exteriores tendrán la tarea de negociar y realizar acuerdos”.
Valencia explicó que en el capítulo de inversiones del T-MEC, se hace referencia al caso de incumplimiento o violaciones al pacto, por lo que los inversionistas “sí podrían interponer denuncias contra el Estado mexicano”.
“Creo que el Gobierno de México reconsiderará los tintes de su política energética y las señales que se les da a los inversionistas, principalmente en el tema de los órganos reguladores que juegan un rol importante”, consideró.
Por otro lado, la especialista alertó que si México insiste en cerrarse a la inversión, a fin de mantener y fortalecer el monopolio de CFE y Pemex, probablemente haya recortes de inversión a los proyectos en territorio nacional.
Lo anterior se traduce en que posiblemente las inversiones que originalmente estaban pensadas para realizarse en el país, debido al mal clima político y de inversión, sean realizadas en otras naciones que se han convertido en mejores prospectos.
“Últimamente otros países de Latinoamérica se han vuelto más atractivos en el tema de energías limpias e incluso en la exploración y extracción de hidrocarburos que México. Tal vez veamos el desarrollo de proyectos estratégicos en esa región que no pudieron concretarse en nuestro país”, afirmó.
Precisamente, en ese sentido, hay que recordar que según el reporte Climatescope de BloombergNEF del 2018, México ocupó el lugar ocho del listado sobre los 108 países en desarrollo que son más atractivos para una transición a las energías limpias; sin embargo, en el ranking de 2019, el país descendió a la posición 24, y en el de 2020 obtuvo el puesto 51, es decir, en tan sólo dos años –desde la llegada de López Obrador a la presidencia– México bajó 43 posiciones.
En entrevista con Infobae México el pasado 27 de diciembre del 2020, Víctor Ramírez, Vocero de la Plataforma México, Clima y Energía, aseguró que para este 2021 ya no habrá nada qué hacer para tratar de recuperar una posición más favorable.
“No hay duda de que las acciones del gobierno mexicano son las que han propiciado la caída tan abrupta en esta clasificación ¿Qué significa ese ranking? que no somos un país en este momento atractivo para invertir en energías renovables”, explicó el especialista.
Inclusive señaló que “si el grupo más radical de este gobierno se mantiene a la cabeza en el próximo sexenio, va a ser muy complicado recuperar a los inversionistas”.
Sin duda con Joe Biden como nuevo presidente del país vecino, habrá un contrapeso en esta materia y probablemente sea un tema más de confrontación, si México mantiene su postura de política energética contraria a la Constitución y al acuerdo comercial.
INFORMACIÓN/INFOBAE
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