Este lunes, muy temprano, el presidente Andrés Manuel López Obrador presidirá en Xalapa una más de sus tradicionales reuniones de seguridad pública, que no han servido de gran cosa para disminuir la violencia criminal en el país.

En la capital de Veracruz inicia AMLO su segunda gira proselitista, perdón, de gobierno, tras la Jornada Nacional de Sana Distancia, que lo llevará mayormente a estados gobernados por su partido, todos ellos marcados por la creciente incidencia delictiva y una sacudida cada vez mayor de la pandemia en contra de la población.

En efecto, López Obrador estará el lunes en Xalapa, capital de un estado en que el Covid-19 se había cebado, hasta el sábado, con la vida de mil pobladores, con una tendencia al alza que permite predecir un regreso a la normalidad hasta julio o agosto; el martes estará en Tlaxcala; al día siguiente, miércoles, en Puebla; el jueves en Pachuca, Hidalgo, y el viernes en Cuernavaca, Morelos.

Tres de esos estados (Veracruz, Puebla y Morelos) son gobernados por la alianza encabezada por Morena, y tanto ellos como los estados gobernados por el PRI (Tlaxcala e Hidalgo) se ubican este lunes, según el semáforo epidemiológico, en rojo. En total, 16 estados estarán con semáforo en rojo a partir de este lunes; además de Veracruz, Puebla y Morelos, hay más estados de Morena en esa condición: Baja California, Chiapas y Ciudad de México. Solo Tabasco pasará a semáforo en naranja, pero no lo visitará su ilustre paisano.

Por tanto, los estados que recorrerá esta semana López Obrador se encuentran en riesgo máximo de la pandemia, aunque ya podrán reanudar las actividades económicas esenciales como la construcción, la minería (esencial, pero para los canadienses) y las industrias referentes a la fabricación de equipo de transporte, mientras que las personas podrán salir a caminar alrededor de sus domicilios durante el día. Las clases seguirán suspendidas, mientras que permanecerán cerradas las plazas públicas y algunos espacios abiertos.

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Veracruz y Puebla, bajo el sello de ligereza de AMLO ante el Covid-19

Tanto Veracruz como Puebla han seguido las recomendaciones de AMLO en el ataque al Covid-19, lo que explica por qué no han llegado a la punta de la escala de contagios y fallecimientos, y en ambos estados los pobladores han hecho caso omiso a la sana distancia.

En Veracruz, las autoridades sanitarias son consideradas incapaces para enfrentar un problema de salud pública del tamaño del Covid-19, cuando no han podido contener el dengue, aunque ha habido información cotidiana y se ha notado una gran preocupación del gobernador Cuitláhuac García en el tema. En el caso de Puebla, la situación es patética, tanto política como sanitariamente.

Miguel Barbosa ha actuado ante la pandemia con la misma ligereza que Andrés Manuel López Obrador, lo que ha confundido gravemente a la población, y en muchos sitios del estado vecino ha habido verdaderas rebeliones contra el sector Salud y hay la creencia de que el Covid-19 es un invento del gobierno.

Si para AMLO, se puede blindar contra el Covid mediante la fórmula maniquea y falsa de su campaña de no robar, no mentir, no traicionar (menos el director general del IMSS, quien dio positivo tanto en corrupción como en Covid), en el caso de Barbosa con comer mole poblano y no ser rico se logra una especie de escudo protector más efectivo que los escapularios pejistas.

Lo cierto es que, mientras Veracruz (con cerca de 8 millones de habitantes) ha llegado el sábado 13 a 6 mil 248 casos positivos y mil fallecimientos, Puebla (con poco más de 6 millones) reportó para el mismo día 5 mil 388 casos positivos y 728 fallecimientos.

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Problemas graves de seguridad pública en Veracruz y Puebla, irresueltos

Como con Oaxaca, Veracruz comparte graves problemas de seguridad pública con el estado de Puebla que, ojalá, sea tema de la bendita reunión anunciada por AMLO, aunque todo hace suponer que solo abordará temas preelectorales.

Las gavillas huachicoleras y de asaltantes al transporte público y vías ferroviarias han colocado a la zona colindante que comparte la autopista Veracruz-Puebla en una de las más inseguras para el tránsito de vehículos particulares y unidades del autotransporte público, sin que haya habido una acción concertada de ambos estados y el gobierno federal para controlar una actividad delictiva que está mermando la economía nacional.

Varios municipios de ambos estados están prácticamente gobernados por los grupos delictivos quienes han impuesto autoridades municipales, y en otros casos, las han sometido mediante amenazas y violencia desmedida. Las policías municipales prácticamente están vinculadas con los criminales, y las policías estatales de Veracruz y Puebla son simples testigos de los hechos de violencia contra los pobladores.

Los caminos entre Puebla y Veracruz se tornaron más inseguros a partir de 2019, cuando la estrategia de seguridad del gobierno federal para combatir el huachicoleo comenzó a rendir frutos y a dejar a las bandas de ladrones de combustible sin recursos; a partir de ello, comenzaron a generar ingresos robando camiones de carga, trenes y secuestrando automóviles.

A finales de agosto del año pasado, se reunieron en Tehuacán, los gobernadores de Puebla, Miguel Barbosa, y de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, para pactar acciones comunes en la zona dorada de las bandas huachicoleras, hoy dedicadas al asalto violento de transportistas y trenes.

De acuerdo con estadísticas del Secretariado Ejecutivo de Sistema Nacional de Seguridad Pública, en la región que une a los estados de Puebla y Veracruz, el robo de vehículo es el principal delito, con un 41% de incidencia. A casi un año de esa reunión, la inseguridad en esa zona limítrofe se ha recrudecido, al punto de bloquear la autopista a plena luz del día, para robar a particulares y transportistas, quienes han preferido abandonar sus unidades y resguardarse en el monte para evitar ser asesinados. Ni las policías estatales ni las fuerzas federales han contraatacado, pese a que dichos actos han sido denunciados en tiempo real mediante redes sociales.

Entre los acuerdos tomados en la reunión celebrada en el C5 de Tehuacán, en que estuvieron presentes representantes del área de Seguridad de ambas entidades, se tomaron acuerdos como compartir diagnósticos con base en los índices delictivos entre los 33 municipios poblanos y 36 veracruzanos implicados; implementar operativos conjuntos y coordinados entre las fuerzas estatales y federales, intercambiar de información de inteligencia, mantener una coordinación con la federación mediante las Mesas de Construcción Para la Paz que el Presidente de la República ha implementado en todo el país y colocar puntos de revisión fijos e itinerantes en las zonas limítrofes de ambas entidades.

Aunque ha servido de muy poco, ahí señalaron que los gobiernos de estos dos estados, cuentan con información compartida y detallada de cada una de las bandas delincuenciales que operan en las regiones formadas por los 69 municipios de ambos estados en que aplicarían operativos conjuntos a partir del 1 de septiembre.

Ambos mandatarios puntualizaron que la propuesta es bajar la delincuencia y para esto, las dependencias correspondientes de los gobiernos de Puebla y Veracruz firmaron los convenios jurídicos para dar solidez a todas las acciones, además de proyectar la construcción de algunas estaciones para hacer revisiones en esta zona.

El gobernador de Veracruz señaló que el estado de fuerzas serán coordinadas, para atender la región de Tehuacán-Orizaba, que se unen por una autopista federal, y donde la policía federal ha movilizado a más de 400 elementos para atender ambas zonas, además de la participación de la Sedena y la Guardia Nacional.

Barbosa Huerta dijo en esa ocasión que no descartaban la aplicación de ningún método para la detención de los delincuentes involucrados en los ilícitos, incluyendo el tema de las recompensas, porque es una manera de reaccionar de parte del Estado ante una situación de reclamo social.

En fin, que temas federales sí hay, pero si a nivel nacional las madrugadoras reuniones de seguridad ciudadana han servido para dos cosas (para nada y para una chingada), ya imaginará la que se desarrolle en Xalapa este lunes, y las que se desarrollen en los demás estados en lo que resta de la semana.

Eso sí, las conferencias de prensa van a estar muy cargadas, sobre todo la de Xalapa, pues será un día después de la segunda jornada anti-AMLO que organiza cierto sector de la derecha en el país, a bordo de vehículos particulares y de lujo, que parece que buscan más denigrar a la oposición que a fortalecerla.

Polvo de gis

Damara Gómez y el conflicto de interés en Minatitlán… No lo va a creer, pero la actual regidora priista en el ayuntamiento de Minatitlán, Damara Gómez Morales, enfrenta un grave conflicto de interés, porque al mismo tiempo que preside la comisión edilicia de Protección Civil, donde un familiar político despacha como subcoordinador, su familia es presunta propietaria del famoso Hotel del Trópico, que la semana pasada fue acordonado por Protección Civil estatal porque un grupo de peritos que inspeccionó el inmueble resolvió que está a punto de colapsar, viola una serie de normas y pone en peligro la vida de comerciantes, transeúntes, automovilistas y a la población en general. La instrucción de la SPC fue acatada el jueves pasado por el coordinador municipal, Guillermo Hernández Urbina, cuyos elementos marcaron un perímetro en torno al edificio para advertir que es una zona de alto riesgo. Un interesante reportaje publicado por el portal Veracruz en Red cuenta la historia del Hotel del Trópico con la Terraza Kontiki y siete niveles de construcción con un sótano, que “fueron centro de reunión de empresarios, funcionarios petroleros, periodistas, turistas y artistas. Marcó el ritmo cosmopolita de Minatitlán en la segunda mitad del siglo XX”.

En Orizaba, un alcalde con convicciones propias… El alcalde de Orizaba, Igor Rojí López, ha negado haber recibido presiones del Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, para aprobar la Reforma Electoral, y con ello ha tirado la versión del dirigente estatal priista, Marlon Ramírez, quien había asegurado que Rojí habpia recibido una llamada para obligar al cabildo a votar a favor de la reforma. No tiene nada de extraño. En Orizaba hace rato que se suceden miembros de la iniciativa privada, independientemente del partido político que los postula, que ve por el bien del municipio y la cabecera, al grado de que Orizaba se ha convertido en un referente turístico cuando no lo era. El argumento de Rojí es demoledora: “Me hubiera gustado que las dejaran en cero y que no les dieran dinero público a los partidos. Por este tema tenemos el sistema democrático que tenemos con tantos partiditos que cada vez que hay elecciones surgen porque les regalan el dinero y por esto también hay gente que durante 12 o 18 años puede hacer campaña». ¡Qué guamazo!

Cuatro nuevos partidos políticos estatales… Todo parece indicar que, en los comicios de 2021, en Veracruz actuarán cuatro nuevos partidos políticos, además de los que usted ya conoce (Morena, PAN, PRI, PRD, PT y PVEM). El OPLE habría aprobado el nacimiento de partidos políticos estatales que jugarán el próximo año por diputaciones locales, alcaldías, sindicaturas y regidurías, con la condición de ir solos, sin alianzas con ningún otro partido. Tales partidos son: Todos por Veracruz (TV), donde se ve la mano del diputado federal y excandidato a gobernador por el PRI, Héctor Yunes Landa; Bienestar y Justicia (BYJ), comandado por quien ha querido lucrar políticamente con los enfermos desde que le dieron prerrogativas como Partido Cardenista, Antonio Luna; Unión Ciudadana (UCi), de la eterna inconforme exdiputada local Cinthya Lobato, quien ha transitado de Movimiento Ciudadano al PAN, y hoy tendrá su propio partido (esperemos que no se pelee consigo misma), y finalmente, Podemos, que ha sido armado por el exdiputado opositor Francisco Garrido Sánchez y el expriista Gonzalo Morgado Huesca. Por cierto, hay un tema en litigio por parte de este último partido en el Tribunal Electoral de Veracruz (TEEV) por la lenta respuesta a sus aspiraciones de convertirse en partido político.

Hipólito Reyes se le fue duro y a la cabeza a Cuitláhuac… El arzobispo de Xalapa está enojado, y con justa razón, luego de las afectaciones a edificios religiosos por parte de grupos vandálicos, la falta de protección por parte de la policía estatal y la respuesta débil, casi cómplice, del gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Reyes Larios recriminó que las autoridades municipales y estatales no se hayan comprometido para remediar los actos vandálicos ocasionados por la protesta de días pasados. «El gobernador (Cuitláhuac García), el secretario de gobierno (Eric Cisneros) y el alcalde (Hipólito Reyes) se reunieron y dieron un mensaje, pero tampoco se comprometieron para que esto se remediara, dijeron que quien quisiera podía presentar denuncias a la Fiscalía pero hasta ahí quedó todo».  Durante la homilía, el arzobispo mencionó que este tipo de acciones no es buen ejemplo para la sociedad, pues se fomentan las agresiones y la violencia. “»Todo lo hicieron con absoluta impunidad, con toda tranquilidad, y para variar, otra vez destruyeron nuestro templo expiatorio, y pues nadie los detuvo. Eso es una permisión demasiado amplia, proceden con toda impunidad porque saben que no les van a hacer nada. Ni pagan su culpa ni resarcen los daños que causan».

Frases sin disfraces

“En un mundo en movimiento el que se queda en el mismo lugar, retrocede”. Lewis Carroll

Comentarios: belin.alvaro@nullgmail.com

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