Ciudad de México.- El empresario franco-mexicano Carlos Couturier, originario de San Rafael, Veracruz, recibió la insignia de Caballero en la Orden de la Legión de Honor, otorgada por Francia de manos de su Embajadora en México, Anne Grillo, por su contribución a la relación franco-mexicana en los campos de los negocios, las artes y la cultura, así como por su implicación en la vida social y comunitaria de ambos países.
Cofundador de la empresa Grupo Habita dentro del sector de los hoteles boutique de lujo, Carlos Couturier se ha distinguido por asociar estrechamente su innovador proyecto hotelero con los campos de la arquitectura, de la preservación del patrimonio, del arte y de la cultura.
La embajadora Anne Grillo elogió su trayectoria y sus diversas pasiones, todas marcadas con el sello de su identidad franco-mexicana: “lo que lo convierte en un hombre inclasificable y único, es su forma particular de manejar su doble identidad francesa y mexicana. En usted, estas dos culturas no se yuxtaponen ni se oponen, sino que mantienen un diálogo fructífero entre ellas para fortalecer permanentemente los intercambios entre Francia y México, y para acercar a las comunidades humanas de nuestros dos países”, aseguró.
Originario de San Rafael, Veracruz, ciudad en la que reside una importante comunidad francesa, el empresario se involucra localmente en proyectos de restauración de residencias antiguas en el estilo vernáculo, en los que involucra a numerosos talentos franceses en los ámbitos de la arquitectura, el diseño y la decoración de interiores.
Además del hotel boutique Maison Couturier, en San Rafael, la Fundación Casa Proal creada por Carlos Couturier, ha rescatado la Casa Proal, convertida en un sitio para residencias artísticas de creadores francófonos, ubicada en la congregación Paso de Telaya, y la Casa Belin, cerca de San Rafael, donde se organizan exposiciones de artes plásticas, conferencias y diversos eventos culturales y de intercambio entre México y Francia.
«La importancia que usted concede al arte y a la cultura le ha llevado a crear residencias para artistas franceses o francófonos», subrayó Anne Grillo, como por ejemplo la Fundación Casa Proal, recordando el amor de Carlos Couturier por el arte contemporáneo y, en particular, por el Centro Pompidou.
Sus actividades de mecenazgo también se extendieron a México, donde puso una casa a disposición de la asociación Racines Françaises, en la que ésta última abrió un museo que exhibe piezas y objetos que indagan sobre la historia de la emigración y de la comunidad francesa en México.
“Estoy convencida de que, desde el fondo de su corazón, guiado por esa energía vital que nutre sus dos culturas, la francesa y la mexicana, continuará siendo un puente entre los dos países”, concluyó la señora Embajadora.