A doña “Luchita” le tiembla el ojo izquierdo, es un tic nervioso que le quedó cuando su hijo, Daniel falleció a causa de un accidente hace 35 años. Hoy tiene otro dolor en su corazón, así lo siente, así lo expresa, porque su hijo David y su nieta Beatriz falsificaron las firmas de su mamá, Manuela Becerra Falfán, fallecida en el año. para elaborar un “Testamento a modo”.
El lunes a las 15.00 horas, Luz María Landeros Becerra estaba sentada en el comedor de su cocina, iba a comer sopa y fruta que le preparó su hija Lourdes González Landeros, cuando ambas escucharon voces que pronunciaban su nombre, se asomaron por la ventana y fue cuando vieron “La rebambaramba. Ahí estaban policías, actuarios, abogados, queriendo entrar, para sacarnos”.
Luchita refiere que su papá se llamó Benjamín Landeros, “Pero nunca tuve contacto con él. Me crió mi madre, fui hija única y entre las dos trabajamos. Yo me iba a trabajar y mi madre me cuidaba a mis hijos. Y entre las dos criamos cochinos en un terreno que está atrás del Deportivo Ferrocarrilero”.
La madre de Doña Luchita, la señora Manuela Becerra tenía dos terrenos, uno en la calle Niño Perdido, en la colonia Benito Juárez y ahí había “Chiqueros, donde engordábamos cochinos para venderlos». Pero ahora lo habita su hija Emma.
El otro terreno con construcción está en la calle Carlos Miguel Palacios, colonia Venustiano Carranza, éste último, es donde habita Luz María desde hace 75 años, porque llegó cuando era niña, a la edad de 12 años.
Doña Luchita recuerda “Mi mamá era dueña de los dos terrenos, pero Beatriz Alicia Gea González se quedó con el testamento de mi mamá y según mi hijo David y Beatriz dicen que ella les firmó, pero mi mamá no sabia leer, ni escribir, y cuando a mi me enseñaron el testamento, yo no reconozco la firma de mi madre, se ve que es falsa, yo conozco bien la firma de mi mamá. Hicieron un testamento a modo”.
Luz María tuvo cinco hijos, pero su hijo Daniel murió en un accidente de ferrocarril en 1983.
“Me quedaron cuatro, Emma, Cecilia, David y María de Lourdes. Emma tiene más de 15 años que no me habla, ella es la mayor, es la mamá de Beatriz. Los demás me dejaron de visitar, de hablar, y María de Lourdes es la que siempre ha vivido conmigo, siempre me ha cuidado”.
David con edad de 58 años, vive en Querétaro y trabaja en Ferrocarriles Kansas City, mientras que sus otras tres hijas viven en Xalapa.
Luz María cuando estaba joven trabajó en el primer hospital infantil de Xalapa. Ella recuerda que estaba a un lado del ahora, hospital Regional “Dr. Luis F. Nachón” y ahí le dieron cursos para ejercer la enfermería y atender a menores de edad y vacunarlos.
Ahí trabajó desde el año 1960 hasta 1975, “Yo recuerdo que ahi pusimos por primera vez la vacuna Triple para la Polio y el Sarampión. A mi me tocaba vacunar hasta 50 o 100 niños en un día, teníamos que hacerlo, había muchos, muchos niños y niñas”.
Luz María recuerda que su esposo, David González Landa trabajó en Ferrocarriles de México, y su suegra Piedad Landa les dejó de herencia una casa en la colonia Ferrocarrilera en Xalapa, la cual habita ahora su hija Cecilia.
Verónica Huerta/Avc
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