La fuerza de la turba sacudió la patrulla de la secretaría de seguridad Pública estatal con número 2999, la empujaban para intentar voltearla con elementos arriba junto con un hombre de nombre Carlos, que había sido detenido en la zona del Paseo de Los Lagos.
Seis policías argumentaron que supuestamente recibieron una llamada anónima, en el que denunciaron al sujeto de haber “Manoseado a dos chavas”, y ese era el motivo por el cual se lo llevaban detenido.
Segundos antes, Carlos vestido con una camiseta color verde como las que usan los jugadores de la Selección Mexicana de Futbol, en estado etílico, cantaba en el paseo de Los Lagos, refirieron otros chavos que estaban en la zona.
“Yo llevo tres horas en Los Lagos, y el chavo nada más estaba cantando, no estaba haciendo nada, tiene rato que estaba ahí sólo. Yo estaba comiendo pizza y vi cómo se le fueron encima los policías de manera agresiva. Lo están pateando, esa no es la forma de tratarlo” denunciaban los ciudadanos testigos del hecho.
Los jóvenes que paseaban en los lagos, explicaron que vieron cómo llegaron los policías en bicicletas para detenerlo, junto con elementos que habían llegado a bordo de la patrulla, y cuando Carlos se percató de su presencia se aventó al primer lago.
Posterior, cuando los policías fueron abordados por los ciudadanos, Carlos aprovechó para salir del lago, pero ahí lo detuvieron, lo jalonearon, lo esposaron y la gente gritaba que por qué se lo llevaban.
Los policías agarraron con fuerza al joven, lo aventaron a la batea de la patrulla, cuando comenzó a gritar “me están lastimando, me están lastimando” y la gente exigía a la autoridad que diera explicaciones del «Por qué lo detenían?”.
La multitud estaba conformada de por lo menos 100 personas, entre ellos había más jóvenes que adultos, los cuales rodearon la patrulla y la comenzaron a mover y mover, estaban a punto de voltearla, cuando los policías reaccionaron y decidieron liberarlo.
La gente gritaba “Que lo bajen, que lo bajen” “El pueblo unido jamás será vencido” “Lárguense policías. Váyanse a atrapar a los delincuentes. A esos no los agarran”, mientras que otros más comenzaron a grabar video, a tomar fotografías y a transmitir en vivo en la red social Facebook.
Al lugar llegó un hombre con cabello encanecido, vestía camiseta color amarillo y una chamarra gris, de una edad superior a los 70 años, se acercó a la patrulla y cuestionó a los policías “Por qué se lo llevan. Él es mi hijo”.
Cuando la decena de policías vio que de no liberar al joven, la resistencia del pueblo crecería con la intención de voltear la patrulla, y ante la insistencia del padre de familia, liberaron al joven con una edad aproximada a los 30 años que gritaba “Tres meses me han detenido en un mes, tres veces, van tres veces”.
El padre de familia “Los acusan de manosear a unas muchachas. Dónde están las muchachas? Eso es mentira. Mi hijo del miedo se aventó a los lagos. Me hablaron por teléfono y nos venimos rápido para acá. No hay pruebas de lo que le acusan”.
El hombre con canas, agradeció a la multitud porque impidieron que la policía se llevara a su hijo detenido al cuartel de la SSP conocido como “San José”, porque corría el riesgo de ser lastimado aún más y con posibilidad de sufrir el delito de privación ilegal de la libertad o desaparición forzada.
“Ni un abuso más de la policía contra los jóvenes. Mi hijo está sangrando de la boca, tiene las piernas y los brazos lastimados de cómo lo jalonearon. Eso es aquí señores imagínense lo que iba pasar en San José, él solito con una veintena de hombres policías. Es un abuso de autoridad, porque no había hecho nada y ustedes vieron el abuso que cometieron cuando iban en las escaleras de los lagos”, expresó el padre de familia.
Finalmente Carlos comenzó a insultar a su padre y le gritaba “Suéltame, suéltame, no me toques, dame mi espacio” y una chava con rastas en el cabello se le acercó para reprenderlo “Respeta a tu papá, él te vino a salvar, todos te ayudamos, ya cálmate carnal, vete a tu casa, ya estuvo”.
Verónica Huerta/Avc