El 60 por ciento de los candidatos y candidatas abanderados por Morena, que ganaron el proceso electoral como senadores, diputados federales, diputados locales, y alcaldes, son “viejos políticos, que han probado las mieles del poder y que no son fieles a la causa” de la transformación del país, impulsada por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, afirmó el investigador del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana (UV) Alberto Olvera Rivera.
Este proceso electoral 2017 – 2018 tuvo una nueva composición que se formó a través del crecimiento del partido Morena, al que se sumaron «múltiples grupos de la vieja élite política” expuso.
Al participar en el coloquio “A un mes de las elecciones en México. Mesa de Discusión sobre resultados, perspectivas y retos de los poderes entrantes” Vera Rivera sostuvo que «muchos políticos neo morenistas que ahora no son fieles a una causa, no creen en la misión de López Obrador, sólo se suman al proyecto porque es el que gana y por tanto no estoy tan seguro de que acompañen a López Obrador en su campaña moralizadora y centralizadora”.
Estos senadores, diputados locales, federales y alcaldes tampoco estarán dispuestos a ser parte de la propuesta moralizadora de disminuir los privilegios que ostentan los servidores públicos, dijo.
“Porque resulta que casi el 60 por ciento de quienes fueron elegidos a encargos por Morena son viejos políticos han ocupado otros cargos, y han gozado las mieles del poder, de manera que es muy difícil que digamos que este grupo súbitamente se conviertan en políticos que estén dispuestos a no vivir exactamente de la política como vivieron históricamente” afirmó.
Advirtió que si esos personajes que ganaron a través de Morena, consolidan su poder territorial ahora que ya hay reelección en todos los cargos a nivel nacional, hay la posibilidad de tener el surgimiento de nuevos cacicazgos regionales.
Especificó que el partido Morena no significa «la renovación de la elite política” en el país, sino que sólo se verá la transformación en algunas regiones, así como a nivel del Poder Ejecutivo Federal y en ciertos gobiernos como el de la Ciudad de México, pero no necesariamente de una forma general.
Lo que surgió el 01 de julio fue el llamado “transformismo de elite políticas recicladas» en una parte del país «que oportunamente cambiaron» su adscripción de otros partidos políticos a Morena, “ese es el transformismo nacional”, explicó el investigador.
Verónica Huerta/Avc