De la feliz coincidencia de dos guitarras, cuatro manos y dos Betos, Roberto Sánchez-Picasso y Alberto Medina, ha nacido uno de esos discos que seducen por su buena factura, su compromiso con la música, su honestidad y, sobre todo, por la intimidad que son capaces de transmitir.
Conversaciones es el nombre del disco que, aunque fue grabado en diciembre de 2015, acaba de ver la luz. Tres temas de cada guitarrista, tres standards y una pieza de Juan Pablo Aispuro -quien además es responsable de la ingeniería de audio, la mezcla y la masterización- dan cuerpo al registro hecho y publicado físicamente bajo el sello de La Casa del Árbol.
La coincidencia de gustos y estilos devino en una compenetración tal entre los músicos que, más que de conversaciones, pareciera que se trata de música emergida de un instrumento de 12 cuerdas que tienen la virtud de lograr que armonía y melodía intercambien constantemente sus roles para dotar de relieves a una atmósfera que ya de por sí tiene de su lado la riqueza de colores y matices.
En el ejercicio de reseñarlo, me brincó un soneto, sean, pues, los endecasílabos quienes se encarguen de presentar estas afortunadas Conversaciones.
Doce cuerdas reunidas en el viento
hicieron de sus voces un tañido
que vaga por las rutas del sonido
como canto de un único instrumento.
Sin alardes, excesos ni aspaviento
las guitaras, unidas, han partido
a inundar los rincones del oído
con el agua de un suave jazzimiento.
En cálidas atmósferas trepidan
para esparcir su voz y sus pasiones
por el mundo mágico que elucidan.
Como Coltrane, nos dejan impresiones
indelebles siempre que nos convidan
de sus más íntimas Conversaciones.
NOTA: El disco no ha aparecido en versión digital, si alguien está interesado en adquirirlo, escríbame para ponerlo en contacto con los músicos. En la parte inferior aparecen los enlaces a mis cuentas de Facebook y Twitter.
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