No son pocos los militantes del PRI veracruzano que todavía se siguen preguntando dónde andará el senador y aspirante priista a la gubernatura, Pepe Yunes Zorrilla.
Y es que ni al legislador nativo de Perote ni a otros connotados pepeyunistas se les vio en la sesión extraordinaria del Consejo Político Estatal del PRI que este viernes se realizó en el auditorio “Jesús Reyes Heroles” del edificio del partido tricolor, ni tampoco se dejaron ver al día siguiente, sábado 26, en el Museo Interactivo de Xalapa donde tuvo lugar la Primera Asamblea Ordinaria Anual de Alianza Generacional, la Asociación Política Estatal que lidera el senador y aspirante a gobernador Héctor Yunes Landa.
A través de su cuenta de Twitter, Pepe les reiteró su “simpatía, pero sobretodo el afecto y la cercanía con Héctor Yunes”, a quien felicitó “en lo personal”. Yunes Landa le agradeció públicamente y lo reconoció como un amigo leal, comprometido compañero de partido y aliado de las causas de Veracruz. “Muchas gracias mi querido Pepe Yunes por tu amistad con los aliancistas. Hacemos equipo por Veracruz”, expresó el oriundo de Soledad de Doblado. Sin embargo, varios de sus correligionarios expresaron en corto su preocupación por el aparente alejamiento del político peroteño, quien desde hace dos años y hasta antes de la nominación de Héctor a la gubernatura formó un sólido bloque con su compañero de escaño para enfrentar al gobernador Javier Duarte que pretendía imponer sucesor. En ese momento, Yunes Zorrilla nunca faltó a un desayuno, comida, cena o reunión con el líder fundador de Alianza Generacional. Pero luego, en la campaña, los hectoristas no percibieron mucha entrega ni activismo por parte de Pepe y sus simpatizantes.
Desde entonces han corrido versiones de un supuesto distanciamiento, lo que Héctor ha intentado atajar. Hace tres semanas, por ejemplo, el aliancista difundió un texto sobre su pacto con Pepe, a quien reconocía como un veracruzano “recto, preparado, comprometido, a un amigo y caballero de la política”. Y puntualizaba que “sobre nuestro acuerdo inicial (…) estoy consciente también que arreciarán las expresiones insidiosas encaminadas a tratar de mermar la voluntad y la confianza a la palabra empeñada”, recapitulando que “en diciembre de 2014, frente a la intentona del gobernador Javier Duarte de imponer en el PRI a su candidato”, ambos senadores “nos unimos y convenimos que quien resultara gobernador de nuestro estado este año apoyaría, dentro de la ley, al otro para la elección del 2018”. Sin embargo, dijo, “el resultado adverso de la elección del año que está por concluir, no estuvo contemplado en el acuerdo, por lo que, anteponiendo la unidad partidista y en un acto de madurez política, ambos refrendamos nuestra alianza. No es secreto que tanto Pepe como un servidor aspiramos a seguir sirviendo a nuestra tierra. No obstante, ambos sabemos que lo inmediato es pasar el tamiz de las elecciones municipales del 2017. Por ello, en junio pasado, ratificamos en público nuestro acuerdo político de caminar juntos y fortalecer al PRI, partido en el que militamos, de cara a las elecciones municipales del próximo año, y estar en condiciones de participar sólidamente en el proceso electoral del 2018. Asimismo, reiteramos poner todo nuestro esfuerzo y dedicación para coadyuvar a mantener unido al priismo en torno a su dirigencia estatal y apoyar, en su momento, a los candidatos que el partido postule, con quienes caminaremos enarbolando las causas de Veracruz. Nuestro acuerdo va más allá de una cláusula partidista, ambos estamos comprometidos a sumar para la reconstrucción de Veracruz, actuando con responsabilidad y cariño por nuestra tierra y su gente. (…) Este es, en síntesis, mi acuerdo con Pepe. Alrededor de la mesa en que tomamos este acuerdo, solo estábamos Pepe y yo. Por lo que solo nosotros y nadie más, puede dar una versión de lo acordado.”
Pero este viernes 25, Pepe no asistió a la sesión extraordinaria del Consejo Político Estatal del PRI a la que sí acudieron Héctor Yunes y el gobernador interino Flavino Ríos, y en la que se aprobó la integración de la Comisión Estatal para la Postulación de Candidatos a Presidentes Municipales y la creación del Comité Técnico para la selección de candidatos a síndicos propietarios y suplentes, así como la designación de Darío Alberto Uscanga Méndez como nuevo Secretario Técnico del Consejo, y en cuyo evento rindieron protesta militantes que se incorporan al Consejo Político Estatal en lugar de otros ex funcionarios duartistas.
Ahí, el presidente del CDE del PRI, Amadeo Flores Espinosa, fue muy claro al advertir que “no permitiremos que la nostalgia por el poder o los intereses pactados en el futuro, sustituyan lo que debe ser un proceso democrático y transparente de selección de nuestros candidatos”, que “será la base social y no el poder económico el que defina las candidaturas”, que “no habrá más cuotas que aquellas que establecen nuestros documentos básicos”; que “hoy todos los priistas tienen el legítimo derecho de aspirar y participar, con la confianza de que no habrá influyentismos, pactos oscuros, ni dados cargados”; que “debemos garantizar que las candidaturas no sean un medio para el enriquecimiento de grupos y personas, ni la supervivencia de clanes, sino por el contrario, deberán ser el conducto para que el PRI mantenga un gobierno legitimado en la mayoría de los municipios, y se prepare el terreno para recuperar la gubernatura del estado”.
Y es que el dirigente priista advirtió: “Que quede claro. Sin 2017 no habrá para nadie 2018. Esta es una gran oportunidad de abrir el partido a nuevas generaciones de priistas, a todas las corrientes que habían tenido una participación marginal en los últimos años. Seremos, más que una maquinaria electoral, un partido político cercano a la gente y a sus intereses”, pues apuntó que “si el voto nos ha castigado por la mentira y la corrupción de algunos funcionarios, es la hora de que actuemos con la verdad, honestidad y transparencia”.
Flores Espinosa también expuso: “Sabemos que habrá priistas que ante las circunstancias decidan emigrar a otros partidos políticos. Aquéllos que confiados en su capital político, busquen el apoyo de otras fuerzas políticas. Y más aún, quienes privilegien su lealtad a grupos y corrientes políticas antes que al Partido. A ellos, nuestro respeto y reconocimiento. Sin embargo, debe quedar muy claro que emprenderán un viaje sin regreso. No habrá más espacio para ellos en el futuro. En el PRI permaneceremos los verdaderos priistas; los que vamos a trabajar realmente por ganar la mayor cantidad de municipios y los que vamos a recuperar la gubernatura en 2018. No tengan ninguna duda. Vamos a reconstruir nuestras estructuras, garantizando los espacios a los verdaderos militantes del partido; debemos desterrar la simulación y el chantaje que tanto daño nos hace…”
Pérez Jácome, delegado
Si no hay cambio o reversa de última hora, este lunes 28 el ex diputado federal por Coatepec, ex senador y ex aspirante priista a la gubernatura, Dionisio Pérez Jácome, tomará posesión como delegado de la Secretaría del Trabajo en Veracruz, la cual había quedado en manos de un encargado tras la separación de Francisco Mora Domínguez, quien salió de esa oficina del gobierno federal desde hace más de seis meses para incorporarse de tiempo completo a la campaña del ex candidato del PRI al gobierno de la entidad, Héctor Yunes Landa.
Por cierto, Mora Domínguez fue coordinador de la campaña electoral de Pérez Jácome al Senado de la República en 1997, y ambos debieron resistir el acoso que desde la Secretaría General de Gobierno ejerció Miguel Ángel Yunes Linares, quien veía al coatepecano, por su cercanía con el entonces presidente Ernesto Zedillo, como un serio rival en su aspiración por la gubernatura del estado. Yunes, como ya se sabe, pretendía ser el candidato del PRI en la sucesión estatal de 1998, razón por la que inmediatamente después de la elección federal renunció al gabinete del gobernador Patricio Chirinos para ir a presidir por segunda vez consecutiva el Comité Directivo Estatal del partido tricolor. Pero la debacle priista en la elección municipal de ese año sepultó todas sus posibilidades, igual que las de Pérez Jácome, por lo que la alta nomenclatura priista tuvo que postular al ex senador Miguel Alemán Velasco, que encabezaba todas las encuestas.
Nicho llegó al Palacio de Gobierno de Xalapa hasta un sexenio después, pero como subordinado del gobernador Fidel Herrera Beltrán (2004-2010).
Ahora, caprichos del destino, se reencontrará como delegado federal con Yunes Linares, quien este jueves por fin verá cumplido su sueño de gobernar Veracruz, aunque sea por solo dos años.