Primero, a pesar de ser la segunda bancada de la recién instalada LXIV Legislatura local, la diputación de Morena fue excluida de la integración de la mesa directiva del Congreso del estado, cuya presidencia, vicepresidencia y secretaría se repartieron los aliancistas del PAN-PRD con los del PRI.
Ahora, antes de que se cumpliera el tercer día de que legalmente iniciara funciones la nueva Legislatura, el partido lopezobradorista ha recibido otro gancho al hígado con la deserción del diputado Sebastián Reyes Arellano, quien la noche de este lunes se reunió en Palacio de Gobierno con el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, y a la mañana siguiente se declaró públicamente como “legislador independiente”.
Ante los medios de comunicación, Reyes Arellano, además de pretextar que había presentado una agenda de trabajo al interior de ese grupo legislativo pero que su proyecto fue rechazado sin merecer ningún tipo de atención por parte del coordinador de los legisladores de Morena, Amado Cruz Malpica, comentó también que la decisión que tomó fue porque “parece que sólo quieren que veneremos a Andrés Manuel López Obrador” y que “todos han advertido que Morena no quiere negociar”.
Pero este diputado desertor de Morena parece olvidar que si llegó al Congreso por la cómoda vía de la representación proporcional fue por el beneplácito de López Obrador que palomeó la lista plurinominal de su partido y que efectivamente exige incondicionalidad a todos sus seguidores, cuyos candidatos triunfantes, en su mayoría desconocidos por el electorado, lograron ganar los comicios por el llamado “efecto Peje”.
¿A poco cree que si él no hubiera sido “venerador” del ex perredista tabasqueño lo habrían incluido en la tómbola con los nombres de otros aspirantes a diputados plurinominales?
¿En todo caso no sería honesto de su parte que renunciara a este cargo de representación popular que obtuvo a través de Morena, cuya abultada votación en Veracruz le ha sido atribuida al carisma y liderazgo de López Obrador desde las elecciones federales de 2015?
De su comportamiento y del sentido de sus votaciones en la LXIV Legislatura local ya se verá qué tan “independiente” resulta este diputado ex morenista, cuya aparición la noche de este lunes en el Palacio de Gobierno –donde se reunió con el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, y con el alcalde panista de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, hijo del gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares– obviamente despertó suspicacias.
Y es que antes de él, en el reciente proceso electoral, también se dio otro caso sospechoso con el candidato de Morena a diputado local por el distrito de San Andrés Tuxtla, Filogonio Mortera Castellanos, quien aduciendo “motivos de salud” sorpresivamente renunció a la candidatura cuando sólo faltaba una semana para los comicios del 5 de junio, dejando sin candidato a su partido en esa circunscripción donde el lopezobradorismo había registrado un gran crecimiento en las preferencias electorales.
¿Habrá sido casualidad que la súbita retirada del morenista haya beneficiado al ex Tesorero de la Sefiplan y ex Oficial Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), Vicente Benítez González, quien no enfrentó mayor oposición como candidato del Partido Nueva Alianza (Panal)?
Por cierto, Benítez González también acaba de separarse de la bancada de la coalición priista “Para mejorar Veracruz”, sumándose al grupo legislativo independiente denominado “Juntos por Veracruz”, el cual está integrado además por Basilio Picazo Pérez, del PRI (Papantla); Fernando Kuri Kuri, de Alternativa Veracruzana (Acayucan); Ernesto Cuevas Hernández, AVE (Misantla), y por Rodrigo García Escalante, del PVEM (Pánuco), hijo del contralor general del Estado, Ricardo García Guzmán, un bloque que presuntamente, a cambio de impunidad, apoyaría en la Cámara de Diputados las iniciativas que proponga al Congreso local el nuevo gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN.
El ‘bello durmiente’
El que no se anduvo con rodeos fue el presidente del CDE del PRI, Amadeo Flores Espinosa, quien al referirse a la visita que hizo a Xalapa el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, dijo que el estado de Veracruz atraviesa por un complejo problema político y económico que requiere del diálogo y la voluntad positiva de todos los actores políticos, exigiendo por ello que “quien no trae soluciones que tampoco nos traiga problemas”.
“Dormir en el Palacio de Gobierno no es la solución, es sumar un actor más al espectáculo”, afirmó el líder priista, quien declaró que “nos hubiera gustado escuchar de Ricardo Anaya una estrategia de apoyo político y económico para Veracruz, que anunciara que él y el gobernador electo de su partido han encontrado herramientas para atender los principales problemas del estado, pero no, lo que escuchamos fue un discurso beligerante que sólo llama a la división y busca posicionar a su partido de cara a las próximas elecciones municipales.”
Flores Espinosa apuntó que el nuevo gobierno debería estar pensando en la próxima generación y no en las siguientes elecciones. “El presidente del PAN ha dicho que no hace cálculos políticos con el futuro de su familia. Entonces le exigimos que tampoco haga cálculos políticos con el futuro de miles de familias veracruzanas y actúe con responsabilidad. Las acciones que han tomado no contribuyen a la solución de los problemas económicos y sí alientan la incertidumbre y la ingobernabilidad”, expuso, para luego señalar que no es paralizando al gobierno, tanto estatal como los municipales, como las autoridades van a encontrar solución a sus demandas, y puso como ejemplo a los alcaldes priistas que han buscado los cauces institucionales en el estado y ante el gobierno federal para encontrar soluciones al problema de liquidez que enfrentan.