Mutatis mutandis
Por Rafael Arias Hernández
Directo y claro: Veracruz continúa sin política estatal de planeación ni previsión hídrica; carente de una estrategia ambiental integral, previsora y efectiva. Bajo o nulo seguimiento y control administrativo; sin fiscalización real y efectiva; inexistente o mínima participación social; y cero evaluación pública.
Y eso que el agua es vital, indispensable. ¿Cómo andará lo demás?
En México sigue pendiente actualizar, modernizar y mejorar leyes, programas y políticas de agua.
Irresponsable y perversamente, muchos gobernantes, funcionarios y cómplices en los negocios debilitan, enredan, hacen lento, contradictorio o paralizan el funcionamiento de las dependencias e instituciones gubernamentales.
Se trata que no funcionen, o que lo hagan tan mal que quiebren y tengan que ser rescatadas, claro con cargo a la sociedad, al gobierno o, lo que últimamente se ha descarado, a privatizar agua o servicio, para convertirlo en negocio propio y de cómplices.
Simplemente, “ha pasado con excesiva frecuencia que frente a tomadores de decisiones el interés público se desdibuja para favorecer al privado…” (LaJornadaVeracruz.120415)
Rinconcito donde hacen su nido ineptos y corruptos
Lo graves es que no se nota intención alguna por atender la carencia.
Millones de afectados lo padecen y atestiguan: encarecimiento, limitaciones, tandeos, conflictos y movilización social. .
¿Cuál planeación y remediación acuífera estatal?
Insistir e insistir. Urge una seria, consistente y participativa política integral del vital líquido. Política estatal responsable, actualizada, participativa y previsora
Lo poco normativo y de previsión está concentrado en el ámbito federal, que por cierto sigue pendiente su actualización después del fallido y descarado intento de privatización, a pesar de la tipificación y consagración clara, del agua como derecho humano esencial.
En fin. Poco y desactualizado lo federal; pero peor los ámbitos estatal y municipal, en donde es común padecer inundaciones de ineficiencias, corrupción y delincuencia.
Bien se sabe, que buena parte se va en mal administrar y no prever, en disponer de la caja y acumular problemas. ¿Por qué no se ha atendido la cuantiosa deuda municipal y estatal, los miles de millones de pesos que hasta ofreció y dispuso el Congreso federal condonar? ¿Y el órgano de simulación superior y la lavandería de contraloría?¿Qué paso en el Puerto de Veracruz? ¿Y el despojo del agua del Pánuco, qué se hizo o ha hecho? ¿Y la sobre explotación de mantos acuíferos? ¿Qué de las presas autorizadas y de las comunidades afectadas?
Poco o nada se hace para aprovechar la relativa abundancia que caracteriza a la entidad. Se dice que casi el 35 % de los escurrimientos de agua del país, ocurren en Veracruz. Y, en efecto aquí la mayor parte del agua se escurre.
Por desgracia, el exceso de confianza en esa abundancia y, sobre todo, la falta de previsión y administración eficiente, ha hecho que se olvide, que no se tiene, lo que no se retiene; y también, que en todo caso, es imprescindible restaurar, conservar o multiplicar las condiciones favorables, no contaminantes ni destructivas, de obtención y producción acuífera.
Hacia una verdadera política ambiental del agua
Antes, que todo, para seguir en el tema, es preciso tener presente, cuando menos, cinco aspectos fundamentales acerca del vital líquido.
Primero.- Su carácter fundamental en casi todas las formas de vida, pero sobre todo en los procesos de sustentabilidad del medio ambiente terrícola, que la convierten ciertamente en líquido vital. Hoy por hoy, sin duda, el agua es vida.
Segundo.-Su presencia depende de un renovado proceso, que caracteriza sus diversas transformaciones y cambios de estado (líquido, solido o gaseoso). Proceso cuya duración no coincide con los calendarios burocráticos, ni con las fronteras geográficas de los gobiernos. Costoso y peligroso confundir con los tiempos políticos, los periodos gubernamentales, y con las disposiciones administrativas.
Grave no tener presente lo fundamental; el proceso de producción y renovación acuífera, cuya duración está determinada y vinculada con las características ambientales y geográficas; que a su vez condicionan su abundancia o escasez, su calidad y disponibilidad, para su uso y consumo.
Proceso ambiental que en su expresión geográfica, integra y define diversos espacios, territorios y regiones naturales, que tampoco respetan las fronteras políticas, administrativas y gubernamentales.
Tercero.- Que su disposición para el consumo humano constituye un derecho social inalienable e imprescriptible, cuya atención suficiente y oportuna, no admite demoras ni posposiciones y que, sin duda, puede ser la fuente de violencia y conflictos.
Cuarto.- La urgente necesidad de integración y fortalecimiento de una política ambiental que coloque en el centro a factores determinantes como el agua. La acción gubernamental y su obligación de tomar decisiones, no pueden reducirse, fragmentarse y desvincularse, sosteniendo dependencias y actividades descoordinadas, separadas y hasta distanciadas, en dónde unas no toman en cuenta a las otras.
Y Quinto.- El inmediato fortalecimiento y apoyo, a una Cultura de responsabilidad gubernamental y de participación social efectivas, que no sólo informe y forme ciudadanos y sociedad responsables, sino que imponga la evaluación pública permanente y efectiva, para prever y evitar daños y pérdidas, algunas irreparables. Se habla incluso de una “Contraloría Social del Agua y Defensoría Socio Hídrico-ambiental”.
Es inaceptable e injusto reducir, sobre simplificar y minimizar este problema social y ambiental. Su atención requiere de altos niveles de responsabilidad política, de capacidad gubernamental y de intensa participación ciudadana y social.
Sin la suficiente capacidad de atención, administración y previsión, las problemáticas simplemente en intensidad y complejidad, inestabilidad y conflictos. Imposible aceptar que presente y futuro sean de tandeo, racionamiento, venta y negocio de lo poco o mucho que queda.
Tandeo de agua, tandeo de votos
Obligatorio defender lo que es de todos. Más cuando ineficientes y delincuentes, se han propuesto debilitar y quebrar instituciones públicas para imponer la privatización total o parcial del líquido o de servicios que requiere.
Sin duda, impulsados no por afán de servicio y de apoyo al bien común o al interés social, sino a sus propios intereses personales, familiares y de grupo.
Urge en Veracruz una política ambiental hídrica integral, significativa y coherente.
¿Tandear votos y salarios a los presuntos responsables?
*Academico.IIESES-UV@RafaelAriasH Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez.