A veces con las cuerdas de su cello y a veces con sus cuerdas vocales, pero Paty Ivison nunca ha dejado de cantar. Desde niña, al lado de su padre, en la iglesia, en la escuela, en múltiples lugares, hizo a su voz emprender el vuelo y hoy, ya madura, nos la presenta en su primera grabación como solista: Vuelvo a Cantar, producción que presentará mañana, sábado 6 de septiembre, en una Cena Concierto que se realizará en el Restaurante La Pérgola.
Ella misma nos platica la génesis del proyecto y nos hace la invitación.
Jazz adentro/ donde se cumplen los sueños…
En enero del año 2010 empecé a trabajar con Alberto Jiménez, guitarrista. Desde el principio hubo una química musical fabulosa y empezamos a trabajar varios proyectos junto con Aleph Castañeda y Javi Cabrera. Aprendí muchísimo de jazz tocando con ellos porque siempre me había encantado, pero nunca le había entrado; después le entramos un poquito al bossa nova y luego empezamos a hacer música del mundo. También se integró Tonatiuh Bazán, el violinista. Yo le decía a Beto que teníamos que hacer un disco porque son muy buenos músicos, teníamos muy buenos arreglos, yo ya tenía seleccionado un repertorio de canciones todas, excepto tres, de autores veracruzanos o que ha tenido que ver con Veracruz.
Empezamos a trabajar en eso y el año pasado también empecé a trabajar con un amigo pianista, Julio Morales, un chavo súper joven y súper talentoso y se empezaron a dar las cosas para concretar el proyecto; así llegamos a este año que ha sido una locura y una maravilla porque le entramos con todo a grabar el disco, a terminar los arreglos que son de Beto Jiménez y de Julio Morales. Javi ya no pudo estar el proyecto por cuestiones de su trabajo y tuve que echar mano de otros percusionistas, también muy buenos, muy profesionales.
El eterno retorno
El disco se llama Vuelvo a Cantar porque ese el tema con el que abre, habla de una cantante, pero también porque, como lo digo en la presentación, uno canta por muchas razones: por vocación, por dinero, por diversión, por aprendizaje, por necesidad espiritual o de lo que sea, y yo me he dado cuenta de que pase lo que pase en mi vida, la única constante que tenido desde niña, es el canto; de que sea lo que sea o como sea, siempre vuelvo a cantar, por eso se llama así el disco. A veces me peleo con la profesión, a veces dudo, a veces es de una manera, a veces es de otra, pero siempre regreso, es como si el cello fuera mi primer amor, pero el canto fuera el amor de mi vida
En la grabación, además de cantar participé como violonchelista en dos canciones, una de Teresita Fernández que se llama Lo feo, y en un arreglo que se hizo para cuarteto de cuerdas.
Visto tu voz con mi voz
A un arreglista le pido, además del género, el estado de ánimo porque yo tengo muy clara la imagen que me transmite una canción y necesito que la música me ayude a generar toda la cuestión emotiva que trato de transmitir con mi mensaje.
¿Por qué escogí a Beto Jiménez y a Julio Morales para que hicieran los arreglos?, por su trabajo, por la química musical que hay y porque yo sabía que ellos iban a hacer la música en función de la letra. No mucha gente piensa en la letra cuando hace la música y es algo que ellos hicieron muy bien, yo me sentaba con Beto y me decía:
-¿Qué es lo que quieres?, ¿de qué trata la canción, qué género queremos o por qué así?
Hablábamos de estados de ánimo, por ejemplo, para el tema Con sombrero ajeno, yo le pedía algo muy sarcástico porque, sí, está basado en el tema de Moliendo café y es guapachozón, como salsa, pero es fuerte el mensaje, habla de la corrupción en la política y de la pasividad ciudadana, entonces le dije que quería algo muy sarcástico y me gustó cómo quedó. También hay una canción que quiero mucho que se llama Coro. Es como el parteaguas de mi vida; después de una sesión en terapia me hice el compromiso de hacerme responsable de mí, de mi felicidad y de mi bienestar, pasara lo que pasara. Me acuerdo que estaba con Rafa Campos y con Gilberto Anell, les conté lo que había pasado en esa sesión y Rafa me dijo:
-Te voy a hacer una canción
Y me hizo una canción bellísima, el arreglo original lo hizo Gilberto, es muy bonito, lleva violín y guitarra pero es muy nostálgico y yo le decía a Beto:
-Es que yo no quiero que sea nostálgico, es al contrario, es una reconciliación conmigo, es esperanzador, es dulce, es positivo
Hizo un arreglo para guitarra, bajo y batería que quedó padrísimo y que sí te da esa impresión de un reencuentro con uno mismo; pareciera que trata de la ruptura de una relación de pareja, pero en realidad es la ruptura y el reencuentro que uno tiene consigo mismo después de cualquier clase de crisis.
Con Julio pasó lo mismo; él me conoce y tenemos influencias muy parecidas y él no tiene prejuicio con el pop, entonces él arregló las piezas más poperas. También arregló la canción de Gilberto que se llama Bossero, de hecho yo le puse el nombre porque ni es bossa, ni es bolero y suena un poco a las dos, esa es la que lleva cuerdas.
También hay una canción de Cecilia Guinea, mamá de Eloy Zúñiga, que parece una canción de amor pero en realidad es una oda a la Huasteca; la hizo a partir de la primera impresión que tuvo cuando de niña viajó a la Huasteca Potosina, son los recuerdos de cómo entró en la selva, de ver la cascada caer, de llegar hasta el mar, es una postal hermosísima. El arreglo original es su hijo, pero en mi disco hicieron un re-arreglo entre Julio y Eloy que quedó muy bonito, lleva piano y batería.
Todo el proceso de arreglos fue muy bonito y muy consensuado, también con mucho respeto a lo que los autores querían. Me gusta mucho porque encontraron muchos puntos de convergencia, todo el mundo pudo ser quien es y decir lo que tenía que decir, pero llegamos a un punto en común en el que decíamos ¿qué queremos?, ¿por qué?, y fue muy padre.
Como lo describo en el texto que hice para el disco: tomo prestada la voz de los autores, la traduzco en la mía vistiéndola con arreglos que arropan música y contenido literario; esa es la mejor descripción que puedo dar.
Se juntan las voluntades/ para cumplir un deseo
Los músicos que grabaron el disco son: Beto Jiménez en los arreglos, las guitarras y el tres cubano, Eloy Zúñiga en la guitarra y la jarana huasteca, Aleph Castañeda en el bajo, Tonatiuh Bazán en el violín, Guillermo Barrón y Francisco Wilka en las percusiones, Jorge Colorado en las maracas, Gustavo Bureau e Hiram Marcor en la batería, Gilberto Anell en la trompeta, Ilya Ivanov y Jesús Villalpando en las cuerdas; fuimos 13 músicos en total.
Grabamos en Azul Estudios, el ingeniero fue David García Aranda.
El arte es de Aída Ramírez que es una súper fotógrafa, ella tomó las fotografías y aparte me hizo el diseño, es maravillosa. Ella ha hecho discos para artistas como Café Tacuba o Jahir, entonces es una chava cotizada, con una muy buena experiencia en eso y la verdad es que me apoyó muchísimo porque no me cobró lo que normalmente cobra.
El disco lo mezcló Salvador Tercero en Sala de Audio que, por lo que yo vi y por lo que platiqué con muchos de los músicos y de los ingenieros con los que trabajé, es que es de los mejores que hay en el país.
Para la maquila conseguí el apoyo de la Asociación Cultural Xquenda A.C, a través de Susana Harp; me van a ayudar a hacer una maquila de muy buena calidad con Sony, a muy bajo costo.
Muchísima gente me ha ayudado: la Fundación Mata, o sea, mi mamá (risas), mi pareja, Tere Aranda, que fue el contacto con Salvador Tercero y que ha sido de las que me ha estado apoyando muchísimo, Jorge Moreno, un guitarrista y versador maravilloso de huasteco y también toca música antigua, él fue el contacto con Susana Harp, y muchísima gente que aportó dinero desde Estados Unidos, Monterrey, Panamá, Canadá, España, eso ha sido muy bonito, ver la respuesta de la gente que me conoce, o del internet, o de algún lado. Pasé el sombrero virtual, no se completó y en esas estamos, para financiar la maquila, organizamos una Cena Concierto
Cena Concierto
La Cena Concierto va a ser mañana, sábado 6 de septiembre, a las 8 de la noche en La Pérgola. Vamos a presentar todos los temas, no va a ser exactamente con la dotación del disco porque es demasiada gente; seguramente cuando presenta el disco ya como tal, sí quiero que suene igual que en el disco, pero en este repertorio va a haber una adaptación de dos de las canciones que sonarán diferente: en la que lleva cuarteto de cuerdas va a haber una reducción para el piano y el violín, y la que lleva trompeta se va a hacer con violín., que de todos modos queda bien porque es como un son cubano, entonces va bien.
Los músicos que vamos a estar ese día somos, yo en la voz y en el cello, Beto Jiménez en las guitarras, Aleph Castañeda en el bajo, Tonatiuh Bazán en el violín, Julio en el piano, Gerardo García en la percusión, Amir Issac en la batería. No serán los mismos de la grabación porque algunos no pudieron estar.
Los grandes amores/ de muchos colores/ me gustan a mí
En el disco hay un poquito de todo, como es mi escuela y como es mi costumbre, y aprovechando el multiperfil de todos los músicos; yo diría que convergen ahí música del mundo, música folclórica, un poquito de jazz, un poquito de pop, hay una canción mía que quedó como balada, hay latin.
En mi voz puedes encontrar muchos colores porque traté de dar el color que cada género me inspira; en la música que es más silvestre, traté de dar un sonido más crudo; en la que es más sutil, explorar estas sonoridades que en mí son más o menos nuevas, yo no soy tan sutil para cantar; a los temas latinos le entré con todo, es una música que me encanta y que me ha costado muchos años de estudio porque algunos lo traen y los que no lo traemos tenemos que trabajar mucho.