El emporio brasileño preferido del régimen en Veracruz, Odebrecht, que lo mismo anuncia una inversión superior a los 11 mil millones de dólares en la rama petroquímica en el sur de la entidad, que batalla con campesinos y prestadores de servicios turísticos de la zona del río de los Pescados, opuestos a su proyecto de una central hidroeléctrica que además abastecería de agua potable a Xalapa, enfrenta serios cargos judiciales en Brasil por esclavitud y trata de personas.
Con presencia en más de 20 países, donde mantiene inversiones en los sectores de energía, infraestructura, finanzas, bienes raíces y espectáculos (más lo que se acumule), la empresa que preside Marcelo Odebrecht, cuya presencia en Veracruz se ha hecho continua, enfrenta un proceso judicial, abierto el viernes 13 de junio por el Ministerio Público del Trabajo del país sudamericano, “por trabajo esclavo, malas condiciones laborales, tráfico internacional de personas, cercenamiento de la libertad, retención de documentos, entre otros delitos”.
Un reportaje del diario español El País , en su portal en internet, señala que la empresa extranjera que ha sido más beneficiada por la reforma energética en México, particularmente en Veracruz, aún antes de que esta fuera aprobada por el Congreso, fue denunciada a raíz de una investigación periodística de BBC Brasil a finales del año pasado, en que se la señala de haber afectado a unos 500 trabajadores cariocas durante la construcción de un ingenio azucarero en Angola entre 2011 y 2012.
Favorecida en todas partes a donde lleva multimillonarias inversiones, incluso en Brasil donde fue responsable de la construcción de tres estadios de futbol que han sido usados en el Mundial 2014, Odebrecht no tiene reparo ético alguno para elevar sus ganancias mediante la expoliación de sus trabajadores.
Por las acciones realizadas en Angola, donde llevaba financiamiento público del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), podría ser condenada a pagar unos 225 millones de dólares en indemnizaciones a los trabajadores esclavizados, además de que podría ser inhabilitada para recibir financiamiento público para futuros proyectos.
¿Qué hizo Odebrecht que fue considerado inaceptable por la legislación brasileña?
“Los empleados fueron llevados a Angola para trabajar en las obras de la empresa Biocom, una compañía angoleña que es socia de Odebrecht, junto a Sonagol Holdings y Damer Industria, también angoleñas. Allí, eran sometidos a condiciones indignas de trabajo, sobre todo en lo que se refiere a instalaciones sanitarias, alimentación y agua potable, según la denuncia. “Los testigos relatan que, a la hora de comer, les servían carne que, se imaginaban, era bovina. Sin embargo, a partir de informaciones del cocinero, los trabajadores descubrieron que se trataba de carne de [la serpiente] jiboia”, según la denuncia interpuesta.
La empresa brasileña, una verdadera joya
Como para que los futuros trabajadores mexicanos de Odebrecht tomen nota (ya sabemos que las autoridades estatales la tienen muy consentida), baste señalar algunas de las joyas laborales en que tradicionalmente se sustentan para ser una de las principales trasnacionales sudamericanas.
No solo ha sido condenada por las condiciones degradantes a que sometió a sus trabajadores, por lo cual ya había sido denunciada en 2008, sino por otras acciones ilegales como reclutar ilegalmente a trabajadores tanto en territorio brasileño como en otros países, con lo que podría ser condenada bajo el tipo delictivo de tráfico de seres humanos.
Y es que todos los trabajadores brasileños contratados para trabajar en Angola fueron enviados con un visado de 30 días, pese a que permanecerían un tiempo mayor y, a su llegada, les fueron confiscados sus pasaportes para evitar que regresasen a su patria ante las condiciones degradantes de trabajo. Por ese mismo motivo, no tener papeles, varios trabajadores fueron detenidos en Angola.
Nada más para que tengan una idea del tamaño de esta empresa, baste decir que en 2013 facturó 47,000 millones de dólares y tuvo una ganancia neta de 220 millones de dólares. No es comprensible que esclavice a sus propios compatriotas y ya se puede uno imaginar las condiciones de trabajo a que someterá a los trabajadores mexicanos.
¡Engarróteseme ahí!
Más fuerte que el apagón digital que tomó por sorpresa a miles de mexicanos de la frontera norte (y que pronto nos afectará a los veracruzanos) será la modificación al calendario electoral para homologar la elección de gobernador con la de Presidente de la República si, finalmente (como se observa), se decide por un próximo periodo gubernamental de dos años, aparentemente mediante el nombramiento de un Gobernador de transición por parte del Legislativo local.
La jugada, digna de una mente perversa pero muy imaginativa como la del exgobernador Fidel Herrera Beltrán, que la habría impulsado a través de la fracción parlamentaria del PAN, parece que tendrá su bendición en el Congreso, luego de que prácticamente todos los partidos la han aprobado, si bien con diferentes soluciones.
Quienes realmente la están sufriendo, como comentamos en anterior entrega, son los dos senadores priistas (Héctor y José Francisco Yunes) y, ¡cómo no!, el excandidato gubernamental panista Miguel Ángel Yunes Linares, quienes ya estaban en plena precampaña en pos de las candidaturas de sus respectivos partidos políticos.
Hemos entrado de lleno a algo que en décadas pasadas era prácticamente impensado: la constante revisión y modificación de los preceptos constitucionales (federales o estatales) y, con mayor razón, de cualquier ley que estorbe a quienes gobiernan.
En ninguno de los partidos registrados se observa cierto recato político y, aunque la mayoría de las veces quedan en comisiones, nuestros diputados y diputadas, amén de nuestros gobernantes, muestran en materias que les interesan una tremenda diarrea legislativa, mientras que las leyes que merecen una actualización se mantienen en intocadas.
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