5G es la evolución de las tecnologías móviles que nos permitirá navegar a velocidades promedio de más de 100 Mbps (actualmente 4G permite velocidades promedio de 20 Mbps) y tiempos de latencia o retardo de 4 milisegundos (actualmente en 4G es de 60). Además, 5G permitirá la conexión de millones de dispositivos en un mundo donde cada vez nos movemos más rápido hacia el Internet de las Cosas (IoT o Internet of Things).

5G implica la evolución de las redes móviles actuales en múltiples frentes: se separa el hardware del software (Virtualización) lo que permite sitios mucho más compactos (Small Sites) con mucho mayor flexibilidad para gestionar la red a través de software (SDN o Software Defined Networks) y para corregir de manera automática cualquier problema (SON o Self-Organizing Networks).

La red también se divide en capas o “rebanadas” (Network Slicing) lo que permite ofrecer diferentes calidades de servicio en velocidad y latencia para cualquier tipo de aplicación ya que los paquetes de información no deben forzosamente ir hasta los servidores centrales de la red para ser procesados, sino que se procesan lo más cerca que estén del usuario.

5G puede alcanzar velocidades mucho mayores a 4G por diversos factores tecnológicos: utiliza de manera más eficiente mayores bloques de espectro; existe una mayor densificación de sitios más pequeños; aumenta significativamente el número de las antenas para recibir y enviar información (MIMO o  Multiple Input and Multiple Output) tanto en los sitios como en los dispositivos; los patrones de radiación se ajustan a la demanda de servicios (beamforming); y se utilizan mejores tecnologías de codificación para transmitir los mensajes (LDPC o Low-density parity-check code).

Muchos operadores ya están transformando sus redes en este sentido, pues varios de estos avances también son utilizables en las redes 4G y 4.5G existentes y no sólo en las futuras redes con 5G. De hecho, el estándar 5G va evolucionando gradualmente y se estima que su siguiente versión será publicada a mediados del 2020.

No obstante, 5G viene ganando momento: en Corea del Sur, SK Telecom lanzó a partir de abril de este año un servicio 5G donde ofrece paquetes de navegación móvil ilimitada en voz y datos con velocidades de hasta 1 Gbps por 80 dólares mensuales.

En Estados Unidos, Verizon y Sprint ofrecen soluciones de Internet al Hogar con velocidades de 300 Mbps compitiendo con los servicios de televisión e internet por cable tradicionales.

En Latinoamérica, la empresa Antel de Uruguay ha sacado un servicio comercial 5G aunque sólo existen un puñado de sitios instalados con dicha tecnología.

Si bien todo mundo coincide en que 5G es el futuro, no todos coinciden en la velocidad de adopción de dicha tecnología. El dilema radica en la rentabilidad y sustentabilidad del negocio a futuro. Varios son los temas que deben superarse para poder masificar la tecnología:

  • Los casos de uso: Muchos de los casos de uso de 5G ya existen y son ofrecidos exitosamente en tecnologías 4G y 4.5G. Servicios como el Internet al Hogar, la automatización de robots, el coche conectado o el Internet de las Cosas ya se proveen actualmente. Las aplicaciones que requieren altas velocidades y muy baja latencia como aplicaciones de salud (cirugías remotas), realidad aumentada o virtual y el coche autónomo, tienen una demanda baja actualmente o la tecnología no está completamente desarrollada.
  • Espectro: 5G requerirá mucha más cantidad de espectro y el costo por su asignación y uso es un problema. Con los costos actuales del espectro en México, ningún plan de negocios podría ser rentable, tanto el IFT como la SHCP deben de replantear el esquema de pago de derechos por el uso del espectro, tanto para las futuras bandas, como para las ya asignadas.
  • Por otro lado, las bandas de espectro radioeléctrico hasta ahora identificadas para asegurar mayores economías de escala están siendo contendidas con las bandas satelitales existentes. En las próximas reuniones de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones a celebrarse en agosto en Canadá y en octubre en Egipto, serán críticas para definir las bandas de frecuencia que México asignará para servicios 5G a futuro.
  • Dispositivos: De acuerdo con un reporte de la Consultora Strategy Analytics para el 2022 sólo el 12% de las ventas de terminales en el mundo serán 5G y para Hispanoamérica ese número se reduce al 1%, razón por la que la asignación del espectro y el despliegue de las redes 5G debiera estar sincronizado con la masificación de los dispositivos, ya que en caso contrario pudiéramos terminar en un escenario donde se hicieran grandes inversiones en la instalación y operación de redes que muy pocas personas puedan utilizar por falta de dispositivos.
  • Múltiples redes: En Mexico los operadores actuales siguen dando servicios en tres tecnologías distintas: 2G, 3G y 4G. Instrumentar una cuarta red sin apagar ninguna de las anteriores supondría costos de mantenimiento muy altos y altas ineficiencias. Muchos países están acelerando el apagado de alguna de las tecnologías de sus redes (2G o 3G) para poder acelerar el despliegue de sus redes 5G. En México, seguimos importando equipos 2G lo que hará más difícil en su momento el apagado de las redes de dicha tecnología.
  • Densificación de las redes: Como hemos comentado se requerirán muchos más sitios y, por la cantidad de tráfico que van a manejar todos ellos, deben estar conectados con fibra óptica, por lo que la obtención de permisos municipales, que hoy es un viacrucis, será un punto toral para el despliegue de estas redes.

Por todo lo anterior considero que debemos ser cautos. Los proveedores de equipos y las autoridades quieren acelerar los despliegues para vender equipos o realizar nuevas licitaciones de espectro. Creo que de no resolver los temas que he mencionado anteriormente no podrá ser rentable el despliegue de redes 5G, por lo menos no de una manera en que aseguremos la competencia efectiva a futuro en el sector.

Forbes.