Desde hace un par de semanas las redes sociales en Xalapa han viralizado una serie de imágenes para denunciar y poner en evidencia el grave deterioro ambiental que sufre el lago de las Ánimas, invadido por la suciedad y la pestilencia.
Sin embargo, se trata de una historia de irresponsabilidad, omisión e indiferencia por parte del gobierno morenista que data de tres años atrás.
El último capítulo de un lago que agoniza impacta no sólo a este pulmón de la ciudad, sino a todo un cauce que recorre desde los límites del parque Natura, la sección de los lagos de las Ánimas, el parque de La Señoría y todo el cauce que atraviesa los nuevos fraccionamientos hasta llegar a la zona norte de la Central de Abastos.
El impacto ambiental por la contaminación del lago es brutal y afecta a decenas de colonias y miles de familias xalapeñas. Las imágenes del lago principal apenas son la punta del iceberg del desastre ambiental ignorado por autoridades municipales y del gobierno estatal, ambas de Morena.
Hasta ahora, lo único que sabemos es que se trataría de una mala conexión del drenaje pluvial y sanitario realizada el año pasado por parte de la Comisión de Agua y Saneamiento de Xalapa (CMAS), lo que provocó que aguas negras de viviendas y comercios invadieran su cauce.
El lago se ha convertido en un enorme depósito de aguas densas, con olores fétidos y cambios drásticos de color que van de los verdes, cafés, rojos y, en algunos puntos, el tono es completamente oscuro.
Lo que hasta hace algunos años era un verdadero santuario de biodiversidad, hoy es un cuerpo de agua contaminado que despide un olor nauseabundo y gases tóxicos, extinguiendo la población de patos, gansos y peces que se podían observar. Así la 4T se consolida como la antítesis del rey Midas, que lo que toca lo vuelve excremento.
Según el Instituto de Ecología (Inecol), se han realizado muestreos que confirman una contaminación reciente; hay diversas y nuevas fuentes de contaminación, una de ellas en el callejón de las Ánimas, de dónde salen drenajes que apenas en el mes de diciembre no existían.
Lo inverosímil del caso es que hasta ahora la autoridad municipal y de medio ambiente no tengan la certeza de lo que provocó la contaminación ni su impacto.
La crisis empezó a gestarse en septiembre de 2023, cuando los vecinos denunciaron que heces fecales y aguas negras contaminaban el lago, generando una gruesa capa de nata negra, la que entonces podría tener su origen en una fuga de algún drenaje. Nada se investigó. Nada se resolvió.
Un año después, el gobierno municipal anunció que habría una limpieza integral, consecuencia de descargas sanitarias y el colapso del sistema de drenajes.
Si en efecto, estos trabajos se realizaron, de poco o nada sirvieron. Hace un par de semanas se observó uno de los peores impactos ecológicos en la zona, provocados en la absoluta impunidad, sin responsabilidad para CMAS –a quien se atribuye la fallida conexión del drenaje- ni de los vecinos y establecimiento que ahí descargan.
El daño está hecho. El paraíso xalapeño se ha convertido en una pocilga maloliente.
La puntita
Si usted tiene el frenesí de votar en la elección de poder judicial, le comparto un tip:
Ni por casualidad deben votar por las candidatas y candidatos con iniciales PE (Poder Ejecutivo) y PL (Poder Legislativo), ya que todos ellos salieron de las tómbolas morenistas para servir al amo.
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